martes, 1 de septiembre de 2015

VUELO 119


El famoso San Agustín, entre tantas increíbles obras, dejó un Comentario al Libro de Salmos. Sin embargo había demorado en comentar el Salmo 119 hasta que hubo terminado todo el Salterio; y sólo entonces cedió ante la insistencia vehemente de sus amigos a que lo comentara: “Porque (decía) cuantas veces he intentado pensar en él, siempre excede el poder de mi pensamiento atento y la capacidad de compresión de mis facultades.”
Si es largo, es aburrido. A veces tenemos esta idea cuando nos referimos a un material de estudio o a algún pasaje de la Biblia. Este es el caso del Salmo 119 conocido precisamente por ser EL SALMO MÁS LARGO DE LA BIBLIA. Sin embargo, dándole ese título, a veces limitamos su contenido y el accionar que éste puede tener en nuestras vidas. A ciencia cierta no se sabe quién es el autor aunque se sugieren nombres como Esdras y David. Sin embargo podemos estar seguros de que fue puesto e inspirado por Dios para nuestra precisa edificación… y puntualmente para la tuya.
Comenzando este mes de Septiembre queremos invitarte a que nos acompañes en el VUELO 119 para descubrir las riquezas que se encuentran guardadas en este Salmo que pone sobre la mesa “la correcta actitud del corazón que hemos de tener hacia la Palabra de Dios porque es en ella que llegamos a encontrarnos cara a cara con nuestro Salvador.” Actitud requerida para disfrutar del viaje en el VUELO 119: “Con todo mi corazón te busco, no dejes que me desvíe de tus mandamientos (v.10) bendito Jehová; enséñame tus estatutos (v.12) abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley (v.18).”
Anda preparando las maletas del corazón, que mañana comenzamos.

Josúe Cot Milich

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