miércoles, 29 de octubre de 2014

Tengo una funcion que cumplir

Cuando uno acepta a Cristo por fe, cree en lo que El hizo en la cruz por uno, se convierte inmediatamente en hijo de Dios, lo que lo llamamos justificación, pero además, no solo recibe la salvación como un regalo inmerecido sino que también recibe un don de gracia, que es otro regalo que Dios le otorga a cada persona al momento de depositar su fe en Él. 

Ese don que lo recibimos como producto de nuestra fe en Jesucristo, es muy útil, y muchas veces está escondido en nuestras vidas.

- Romanos 15:2 dice, "cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno para edificación" 
- 1 Corintios 14:12 dice "Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia"
  
En este mundo tan hostil, nos cuesta más pensar, en la persona que tenemos al lado, pero eso es a lo que Cristo hace, y desea, que como sus embajadores en esta tierra nos enfoquemos en como dicen estos versículos muy similares, en nuestro prójimo, para ayudarlo a crecer. 




El apóstol Pablo, habla en la carta de 1 Corintios 12 de los dones, para edificación, de la iglesia, comparándolo con un buen ejemplo; el cuerpo humano. Dice que cada uno es un miembro y cumple una función diferente en el cuerpo, pero que todos somos esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo.


Como hijos de Dios, el paso siguiente seria asistir a una iglesia; pero la iglesia no se trata sobre mí, o en asistir religiosamente todos los domingos, sino en que esos dones que nos fueron otorgados por gracia, lo aprovechemos al máximo para ayudar a esas personas que se congregan, nuestros hermanos en Cristo, y a personas que no conocen del amor de Dios también.
Pero la mayoría de las veces tenemos ese poder, guardado y no lo usamos para las personas, sino que está ahí guardado sin ser explotado al máximo.
En la iglesia hay gente de todas las edades, y con necesidades cada uno en particular, por eso debemos de animarnos a brindar ese amor a ellos, aunque demande tiempo, sacrificio, porque la iglesia no soy yo, no lo es el pastor, somos todos, y lo que quiere el Señor es que juntos trabajemos para crecer en madurez, para que estemos firmes y podamos reflejar la gloria de Cristo y otros puedan llegar a conocerlo también.

Te animo a que si eres hijo/a de Dios, asistes a una iglesia y no conoces tu don, que te puedas acercar a una persona líder de la iglesia y puedas pedirle que te ayude a descubrir tu don, quizás tengas el don de servicio, el de presidir, el de dar, el de misericordia, no lo sé, pero como dice el apóstol Pablo, cualquiera es imprescindible y no deja de ser importante.

Romanos 12:11 “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor”

 




lunes, 27 de octubre de 2014

Demasiado Cómodo




"Iban por el camino cuando alguien le dijo:
-Te seguiré a dondequiera que vayas.
Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos- Le respondió Jesús- Pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza. "Lucas 9: 57-58

Este encuentro de Jesús con un aspirante discípulo tiene varios aspectos muy interesantes que podamos reflexionar para nuestra vida.

En primer lugar podemos ver como se acercó a Jesús con una propuesta que parecía muy generosa. <<Te seguiré a dondequiera que vayas>> éste hombre está hablando de una entrega incondicional hacia Jesús y seguirlo en cada paso que dé.

La respuesta de nuestro Señor, nos puede sorprender, el Señor a diferencia de nosotros no se impresiona con las palabras de nuestra boca. Sabe que nuestros labios frecuentemente hacen declaraciones que tienen poca relación con el contenido de nuestro corazón. “La vida espiritual no se define con palabras, sino con obediencia”.

Este varón que parece tan comprometido, en realidad no lo está, y Cristo lo ha percibido. Este hombre aspira una vida espiritual pero no desea experimentar incomodidad. Por esta razón el Señor declara que cualquier persona que desee ser parte de su grupo debe estar dispuesta a transitar por el mismo camino que él recorre. Muchas veces estamos tan cómodos que no nos damos cuenta que Dios nos llama a hacer tales tareas, por ejemplo.. .Hablar a nuestros compañeros acerca de Él, servirle a pesar de lo que pase y de las comodidades que haya o no haya, estar en comunión en cada instante, leer de su palabra y seguir creciendo para que cada día poder parecernos más a él, No nos damos el tiempo para leer de su palabra, para estar en comunión con él, priorizamos otras cosas de este mundo antes, que Nuestro gran Padre. Somos pecadores y caemos en tentaciones, 
Aquí les dejo dos versículos que demuestran que no es fácil poder afrontar este mundo si no estamos en continua relación con el Señor. 

“yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita” Romanos 7:18 

“Porque ésta (la carne) desea lo que es contrario al espíritu, y el espíritu desea lo que es contrario a ella los dos se oponen entre si de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren”.  Gálatas 5:17

De todas maneras, el llamado de atención de Cristo nos viene bien. La comodidad personal es de suma importancia en la cultura en que vivimos. El Señor nos recuerda que él puede invitarnos a seguirlo en toda ocasión el servirle sin quejas, soportar el mal olor, nos recuerda que él se mueve entre personas sin casitas ordenaditas ni camas cómodas, si deseamos acompañarlo deberemos estar dispuestos a sacrificar estas comodidades y seguirlo en cada momento y cada día conocerlo más.

Salgamos de las comodidades, levantémonos y caminemos con el Señor, si realmente está dispuesto/a a seguirle, y buscar la voluntad de nuestro Padre.


¿Estás dispuesto/a?

Dios los bendiga.

viernes, 24 de octubre de 2014

Ley y Gracia


En el Edén la relación del Creador con su creación era perfecta, pero al pecar el Hombre, eso terminó ("...estamos destituidos de la gloria de Dios" Romanos 3:23).
Dios le había enseñado al hombre cómo debía vivir, pero el pecado complicó las cosas, y la mente de los creados solo pensaba en hacer mal.

"La ley, en efecto, acarrea castigo. Pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión." Romanos 4:15
Donde no hay ley no hay transgresión; eso no quiere decir que no haya pecado. Lo que intenta decir Pablo es que la transgresión es la falta a la ley, y una vez que la ley vino sacó a luz el pecado.
La Ley de Dios es perfecta y enseña al hombre a vivir de manera piadosa delante del Todopoderoso.

¿Qué podemos decir de lo que sucedía antes de que se establezca la ley?
"Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado." Romanos 5:13


Siempre, siempre, siempre fue por FE (Rom 4:3) ¿Por qué siempre fue por FE?

"En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana." 
Romanos 8:3

El pecado anuló el poder de la Ley, es decir, le quitó al hombre las fuerzas para cumplirla, y además lo condenaba porque no podía suplir la paga justa que la ley reclamaba.
Es por eso que Dios envió a su Hijo, para saldar nuestra deuda, de manera que todo aquel que cree y confía (FE) en la Cruz obtenga el perdón, aún sin merecerlo (Gracia).

Cuando uno recibe un regalo, se pone contento. Por lo general recibimos regalos de las personas que nos quieren y a los cuales nosotros también queremos. Bueno. Dios también nos ama y nos otorgó un regalo increíble: su GRACIA, pero... ¿le demostramos amor, así como Él lo hizo?
La ley no permitía buscar a Dios con las manos vacías, siempre se debía presentar una ofrenda, sea un cordero o una paloma, era necesario una ofrenda. Gracias a Dios la ofrenda que teníamos que traer ya fue presentada por Cristo. Pero es nuestro deber ahora vivir en el Espíritu, es decir, vivir para Dios. Para eso, es necesario ofrendar nuestra vida entregándonos a la voluntad de quien con Amor nos dio vida.
Dios es Espíritu y es Amor, esto quiere decir que si vivimos con amor, si vivimos para amar a Dios, estamos viviendo en el Espíritu también, no sólo eso, recordá que anteriormente dijimos que la Ley es perfecta pero que el pecado le quito las fuerzas para cumplirla, bueno, ahora ¡el Amor es la fuerza para cumplir la voluntad de Dios!

"Pero los que obedecen la Palabra de Dios demuestran verdaderamente cuánto lo aman. Así es como sabemos que vivimos en él." 1 Juan 2:5

¡El Amor se demuestra con hechos, no con palabras!
Ese regalo que no merecíamos debe motivarnos a amar a nuestro Dios.
Comenzá a reconocer el amor de Dios en tu vida y entregate a su voluntad.

martes, 21 de octubre de 2014

Lo que Dios limpió...

La historia de la que hoy quiero hablar está en Hechos 10:9-20, te invito a que la leas así la recordas o la podes conocer :)
Un buen día, como otros tantos, Pedro se ocupaba de la oración; y tuvo mucha hambre. Pero mientras le preparaban algo de comer tuvo una visión: Vio que desde el cielo bajaba algo parecido a un gran manto con muchos animales dentro, y una voz le dijo que se levantara, matara y comiera.
El apóstol estaba orando, tuvo hambre y se le presento comida delante ¿Algo podía estar mal? Si! Pedro era un judío ortodoxo, impregnado de las leyes dadas por Dios a los israelitas cientos de años antes. Estas leyes señalaban una lista de animales limpios y otros impuros; estos últimos no podían comerse, ni siquiera tocarse, pues pasaban a ser personas impuras quienes lo hacían y debían llevar a cabo unos cuantos pasos para purificarse (el libro de Levíticos explica detalladamente esto).
En este lienzo había una mezcla de ambos tipos de animales, por lo que Pedro, aun reconociendo de inmediato que era su Maestro quien le había ordenado que matara y comiera esos animales, no puede evitar responder: "Señor, no; porque ninguna cosa comuna o inmunda he comido jamas." Hechos 10:14.
Por lo que..."Volvió la voz a él la segunda vez: LO QUE DIOS LIMPIO NO LO LLAMES TU COMÚN." Hechos 10:15
Dios tenia una enseñanza para Pedro, y el no tardo en descubrirla.
El evangelio se estaba expandiendo, la Iglesia crecía y muchos judíos creían en aquel carpintero de Nazaret como el Mesías, como el cumplimiento tan anhelado de las profecías antiguas. La promesa del Consolador se había cumplido en Pentecostés, la comisión dada a los seguidores de Jesús estaba completándose, pero... aun faltaba una parte de la Gran Comisión: "...Y hasta lo ultimo de la tierra." Hechos 1:8
Los judíos necesitaban entender y creer que la obra de la cruz también era para salvación de los gentiles (es decir, todo aquellos que no eran judíos); y era precisamente esto lo que Pedro necesitaba aprender.
Los gentiles eran rechazados por comer animales inmundos, pero sobre todo por no ser descendientes de Abraham, y así no formar parte del pueblo elegido por Dios. Y era necesario que esto terminara para que el evangelio llegara hasta lo último de la tierra.
Pedro tuvo que aprender que todos podían ser salvos, todos podían recibir al Espíritu Santo y todos podían ser bautizados, y con todos me refiero a todos lo que creyeran en Jesús y se arrepintieran de sus pecados, sin importar si eran judíos o gentiles.
Pedro, a su tiempo, entendio que el no debía llamar inmundo o comun a lo que Dios mismo había limpiado a través de Jesús. Y era este el significado de aquella visión.
Pareciera que hoy también nos cuesta entender esta gran verdad. Dejame decirte que muchas veces llamamos común o inmundo a lo que Dios ya limpio o quiere limpiar ¿Como?

  • Con nuestros pensamientos. Cuando pensamos que los demás son inferiores a nosotros, cuando los juzgamos aun sin hablar, cuando recordamos una y otra vez el mal que nos hicieron, y un gran etcétera se puede incluir!
  • Con nuestras palabras. Cuando insultamos, maldecimos, criticamos, cuando derribamos el testimonio de otros en vez de alentar, bendecir, aconsejar, edificar...
  • Con nuestras acciones. Cuando actuamos con violencia, cuando despreciamos, cuando decidimos no ayudar y ser indiferentes.
Hay muchas maneras de llamar común a lo que Dios limpia a través de la obra hecha por Jesús en la cruz... sea por acción u omisión, se trate de nuestros hermanos en Cristo o aquellos a quienes Dios quiere salvar.
Si el Señor siendo tres veces Santo los limpia y así los ve ¿Quienes somos nosotros para tratarlos como algo común o inmundo?
Algo que hoy y cada día debemos tener presente: LO QUE DIOS LIMPIÓ, NO LO LLAMES TU COMÚN. Hechos 10:15

miércoles, 15 de octubre de 2014

COMO PERROS Y GATOS





Todos los días nos relacionamos con cristianos y no cristianos. Y no siempre de las mejores maneras…
ENTRE HERMANOS                                                                                                                                                                        Desde antes de nacer, Esaú (el primogénito porque salió primero) y Jacob (que como no pudo salir primero se agarró del pie del hermano), se trataron como perros y gatos. “Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová; y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, Y el mayor servirá al menor”. Gn. 25:22-23
Había enormes diferencias entre ambos hermano: “Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre.  Y salió el primero rubio, y era todo velludo como una pelliza; y llamaron su nombre Esaú.  Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob. Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz. Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas”. Gn. 25:24-27                                                                                               Es importante reconocer nuestras diferencias con los hermanos (los de la familia y los de la iglesia). No somos iguales. Pero nuestras diferencias de habilidades, talentos, capacidades, gustos, ideas, dones, conocimiento, autoridad, etc., nunca deberían ser causa de peleas, discusiones y rivalidades ¡Somos hermanos!                                                                                                                                                                                   Pero la rivalidad entre Esaú y Jacob, lamentablemente, también estaba alimentada por sus propios padres. Isaac prefería a Esaú, y Rebeca a Jacob. “Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob”. Gn. 25:28
Muchas veces son los propios padres quienes “prefieren” a uno más que a otros, o hacen comparaciones entre hermanos. O siempre se la agarran de punto con uno de ellos permitiéndole al otro hacer o decir cualquier cosa. Si algo así pasa en tu casa lo mejor es que hables con ellos tratando de explicarles cómo te sientes, ora intensamente por sus vidas y procurar, en la medida de tus posibilidades, mantener la paz. Pero la rivalidad continuó.  ¿De qué tipo fue la ayuda que Jacob le “ofreció” a su hermano? “Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,  dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom. Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura”. Gn. 25:29-34                                                                                                                                                 En ese tiempo “ser primogénito” era un honor. Significaba ser el heredero principal, recibir la mejor parte de todas las cosas, tener la autoridad sobre todo. Está claro entonces, por qué Jacob deseaba tanto la primogenitura. Sin embargo, no era lo único que él quería. Había algo más, y lo obtuvo en complicidad con su madre “Y le dijo Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío; Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí?”. Gn.27:26y36
Es cierto que Dios había elegido a Jacob para realizar sus propósitos, y es cierto también que Esaú no valoró su primogenitura cambiándola por un guiso de lentejas; pero Jacob estaba haciendo todo mal, sin tener en cuenta para nada la voluntad de Dios. Jacob, con todas sus malas actitudes de ladrón y mentiroso, solo conseguía que su hermano lo odiara más y más “Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob”. Gn. 27:41
Piénsalo.
Esaú no valoró el privilegio de su primogenitura. ¿Qué cosas valiosas tienes tú que no valoras, o desprecias, o de las cuales vives quejándote? ¿Qué nueva actitud deberías comenzar a tener? Jacob con sus actitudes daba más problemas que soluciones. Tus actitudes, comentarios o reacciones, ¿aumentan los problemas entre tú y tus hermanos, complican las cosas? ¿Qué deberías corregir o intentar cambiar?                                                                                                                                       Aunque Dios te haya escogido para mejores cosas que a tu hermano tienes que esperar tú tiempo. Que sea Dios mismo quien te levante en el momento oportuno.

viernes, 10 de octubre de 2014

Pendientes de lo incorrecto


Abdias 1:12-13 Pues no debiste tú haber estado mirando en el día de tu hermano, en el día de su infortunio; no debiste haberte alegrado de los hijos de Judá en el día en que se perdieron, ni debiste haberte jactado en el día de la angustia.
13 No debiste haber entrado por la puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento; no, no debiste haber mirado su mal en el día de su quebranto, ni haber echado mano a sus bienes en el día de su calamidad.

 ¿Alguna vez de pequeños abrieron los ojos mientras todos oraban? ¡Seguro que sí! A veces, veíamos que no éramos los únicos. En esos momentos ¿Realmente estábamos concentrados en la oración? Sabemos que no. Dejame decirte que eso pasa hoy en día y entre todas las edades. Y no, no hablo específicamente de abrir los ojos en medio de una oración; hablo de mirar la vida de otros, comparar y juzgar, sin darnos cuenta que mientras miramos si alguien más "Abre los ojos" también nosotros lo hacemos. Estar pendientes de la vida de otros hermanos no deja que estemos concentrados lo suficiente en la nuestra. En el contexto bíblico de Abdias, el autor habla a los Edomitas, pueblo que surgió de Esaú, primogénito de Isaac (gemelo) quien luchó con Jacob aún desde el vientre. Esa enemistad fue creciendo en la historia, aunque no dejaban de ser hermanos! Edom sólo miró e incluso colaboró con Nabuconodosor (rey de Babilonia) el día de la caída de Jerusalén (cimiente de Jacob) en manos del mismo. Lo mismo sucede entre nosotros hoy en día, sólo MIRAMOS el mal día de nuestros hermanos e incluso a veces contribuimos con que no acabe. No somos de bendición, los juzgamos, los criticamos, armamos chismes cuando en realidad lo único que hacemos es descuidar nuestra vida espiritual, desobedeciendo a Nuestro Dios: "Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro" 1 Pedro 1:22 Pensemos bien la próxima vez que veamos que algún hermano en la fe atraviesa 'su mal día' y repensemos si estamos preocupados por ellos o pendientes de si 'abre los ojos'. Ante su mal dia tengamos a bien bendecir, orar por ellos, ayudarlos en su problema o debilidad. Ayudando a crecer a otros espiritualmente nos ayudamos primero a nosotros mismos!

Escrito por: Valu Logiovine

jueves, 9 de octubre de 2014

Ayudemos a ayudar !



Hechos 20:35 "en todo os he enseñado que trabajando así se debe ayudar a los necesitados y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir."

Vamos a la iglesia los domingos, asistimos a conferencias, dinámicas, participamos de charlas y siempre escuchamos el tema de ayudar a los demás.

Sabemos que Jesús es el mayor ejemplo de ayuda, dio vista a los ciegos, curó a enfermos, sanó a paralíticos, mucho ha hecho el Señor Jesús en sus años de ministerio en esta tierra.

Pero... la pregunta es: ¿qué damos, como dice Jesús, para ayudar? ¿Qué hacemos por las personas?

Ayuda según la RAE es, hacer un esfuerzo, poner los medios para el logro de algo.

Hebreos 13:16 "Y de hacer bien y de la ayuda mutua no olvidéis, porque de tales sacrificios se agrada Dios"

Pero... ¿qué tan fácil es poner en práctica este versículo?

Lucas 10:25-37, la historia del buen samaritano, un buen hombre, porque ayudó a alguien que estaba tirado, según la parábola que Jesús le relata al intérprete de la ley.

En ese tiempo judíos y samaritanos se odiaban tal era la ira que la mayor parte de peregrinos que viajaban lo hacían de Galilea a Jerusalén así evitaban pasar por Samaria.

Dice la Biblia que el samaritano ayudó porque se movió a misericordia, si ya desde ese tiempo no era fácil ayudar; hoy en este mundo donde cada vez hay mas inseguridad, robos en cualquier lugar, cada vez se desconfía más de la gente, y es difícil, de ayudarlos.
Pero debemos entender que nuestro prójimo no es alguien que queremos porque ayudarlo, seria fácil, si bien no deja de ser importante, Cristo quiere que ejerzamos ayuda a las personas que menos nos agradan, no es fácil, porque cuesta, demanda sacrificio, humillación, gastos, tiempo.

Pero Cristo es tan perfecto que nos da misericordia para que podamos hacerlo, solo debemos hacer uso de ella.
"Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios mas que holocaustos." Oseas 6:6

Solo quiero terminar, no escribiendo más sino que estas porciones de la Biblia nos hablen a nosotros queridos amigos, que entendamos que la ayuda es algo práctico, y que va mas allá de los prejuicios que uno puede tener ya sea por apariencias, manera de hablar, entre otras; que el amor de Cristo en esas situaciones sea manifestado y aunque nos cueste, demos siempre lo mejor.

"No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo. No digas atún próximo anda y vuelve y mañana te daré cuando tienes contigo qué darle."
Proverbios 3:27-28


Escrito por: Brenda Rojas