Mostrando entradas con la etiqueta Ovejas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ovejas. Mostrar todas las entradas

miércoles, 8 de febrero de 2017

El buen pastor

  


  En varias ocasiones la biblia nos compara con las ovejas. Estos animalitos bastante tontos, se asustan y pierden con facilidad, pero hay algo interesante en ellas: solo reconocen la voz de su pastor. No importa cuántos sonidos hagas o cuán fuerte las llames, sólo obedecen una voz. Ellas saben que la voz de su pastor implica amor, cuidado y pastito tierno, y apenas lo oyen, van corriendo a su encuentro, porque confían en ella. 

  Jesús enseñó esto en una de sus tantísimas parábolas. En este caso se representó a sí mismo como ese pastor amoroso que conoce a cada una de sus ovejas, que les importa y que hasta su vida da en busca de ellas: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,  así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.” Juan 10:11-15

  Los asalariados eran aquellos a los que pagaban por cuidar de las ovejas, pero que realmente no sentían interés por ellas. Jesús es más que alguien contratado para hacer su trabajo; su amor y entrega por nosotros son realmente genuinos. Tanto así, que dio su vida en nuestra búsqueda, para que no nos perdamos ni muramos. 

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.” Isaías 53:5-7

  Él es el verdadero pastor que quiere nuestro bien y vela por nosotros. 
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” Juan 10:27-28

  Estas palabras son realmente hermosas, ¡nadie puede arrebatarnos  de sus dulces manos! Cristo pagó el precio por nuestra salvación, para ser nuestro pastor amado y guiarnos hacia los mejores pastos. ¿Estás escuchando su voz?

lunes, 16 de mayo de 2016

Descanso sin descanso eterno


Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron lo que habían hecho y enseñado.  Y como no tenían tiempo ni para comer, pues era tanta la gente que iba y venía, Jesús les dijo: —Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco.  Así que se fueron solos en la barca a un lugar solitario.
Marcos 6:30‭-‬32 NVI


Los discípulos estaban cansados, querían estar a solas con su maestro, su amigo. Contarle todo, charlar; y si fuera hoy... ¿Por qué no? Tomar unos mates.
Estuvieron con la gente, enseñando, atendiendo, hicieron muchas cosas; sin dudas estaban cansados.
Jesús también era un hombre, que al igual que los discípulos pasaba tiempo con la gente, enseñaba, iba de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, hacia milagros y prodigios. Es claro que estaba cansado.
El maestro ve a sus discípulos en esta condición y los invita a ir a un lugar aparte, desierto, tranquilo, cruzando en la barca; donde podrían descansar.
La gente los reconoció, querían pasar más tiempo con ellos, escucharlos, aprender. Fueron a pie a donde ellos iban. Se juntaron de todas las ciudades cercanas y fueron a donde estaba Jesús.
El maestro los vio, y tuvo compasión de ellos, los veía como ovejas sin pastor. 

Ese amor que Jesús sentía hizo que dejará de lado todo el cansancio y se enfocara en esas personas que se perderían si Jesús hubiera dicho que estaba cansado como para atenderlos, ellos hubieran pensado que no eran lo suficientemente importantes para el maestro.
Conocemos como sigue la historia, la hora era avanzada y la multitud debía comer y volver a sus hogares, los discípulos deben darles comida cuando no tienen más que dos peces y cinco panes (Podes leer la historia completa en Marcos 6:30-44).
Puede ser que estés cansado, sin ganas, sin fuerzas, tenes ganas de parar, descansar, y charlar con el maestro. Esto es muy importante, todos debemos descansar y pasar tiempo con el Maestro, pero no debemos dormirnos, no ponernos en la posición de víctimas, dejando que el tiempo pase y que las personas que nos rodean, que están como ovejas sin pastor a los ojos del Maestro, piensen que sus vidas no tienen importancia para nosotros. Esta gente se amontona para conocer al Maestro, buscando en todos los lugares posibles, yendo a lugares equivocados, tras gente equivocada. Y vos, tal vez estás cómodo, descansando.

En medio de situaciones difíciles, Dios es capaz de hacer milagros, milagros abundantes.
Posiblemente no recojamos nosotros los frutos, tampoco los veamos florecer. Pero con amor, esfuerzo y ganas sembremos para que la cosecha sea abundante.

Termino con el pasaje de Romanos 8:26-27: Deja que el Espíritu de Dios sea quien te guíe, que analice tu corazón para que la voluntad de Dios se realice en tu vida.

Escrito por: Fany Fiebke