Hoy meditaremos sobre otra porción del Salmo 119:57-64. Chet:
Mi porción es Jehová;
He dicho que guardaré tus palabras.
Tu presencia supliqué de todo corazón;
Ten misericordia de mí según tu palabra.
Consideré mis caminos,
Y volví mis pies a tus testimonios.
Me apresuré y no me retardé
en guardar tus mandamientos.
Compañías de impíos me han rodeado,
Mas no me eh olvidado de tu ley.
A media noche me levanto para alabarte
Por tus Justos juicios.
Compañero soy de todos los que te temen
y guardan tus mandamientos.
De tu misericordia, oh Jehová, está
llena la tierra;
Enséñame tus estatutos.
No se sabe con certeza quien escribió este Salmo, pero sí,
rápidamente podemos sospechar la situación en la que esta persona se encontraba.
Claro está que ha pecado y sus pasos se desviaron de los caminos del Señor.
Pero ha decidido volver.
¿Por qué digo esto? Lo remarqué en color para distinguirlo mejor, es muy simple: palabras como ‘’guardaré tus
mandamientos’’, dicen que aún no los ha guardado. Palabras como ‘’ten misericordia
de mí’’ significan que en algo ha fallado. ''Consideré mis caminos y volví mis pies a tus testimonios'' da a entender que no estaba haciendo lo correcto.‘’Compañías de impíos me han rodeado’’
quiere decir que con los malos compartió la mesa.
Sin embargo, el salmista nos deja una enseñanza de su
desagradable experiencia. AÚN NO ES TARDE PARA VOLVER. Y a pesar de haber
caído, uno nunca debe olvidar las palabras del Señor,
sino que tiene que
apresurarse, volver rápidamente a guardar sus mandamientos.
Dios perdona a aquel que se arrepiente de su maldad y
recuerda sus mandamientos. Dios tiene misericordia de aquel que le suplica de
todo corazón. Como aquél joven que derrochó todo su dinero y que al volver su
padre lo esperó con los brazos abiertos.
Por esto, por su gracia, el salmista lo alaba día y noche. Y
de esta manera, todos debemos hacerlo…
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