jueves, 8 de marzo de 2012

Sacrificio con olor a Rosas


¿Cuál es una verdadera ofrenda?
Con esta pregunta me quería enfocar en una historia en particular…
1ra Samuel 1 nos cuenta la historia de Ana, una sierva muy fiel a Dios que tenía un serio problema: NO PODIA TENER HIJOS.
En aquel tiempo, no poder tener hijos, ¡era algo extremadamente humillante para una mujer!!
Ella era afligida constantemente a causa de esto; por lo que un día, no aguantando más, hizo pacto con Jehová: prometió que si Él le daba un hijo, ella lo dedicaría por completo a su servicio.
Efectivamente Dios cumplió, (Y esta es la parte de la historia que quiero destacar…) ELLA TAMBIEN CUMPLIÓ!!! Y lo hizo con mucho gozo!
Quiero que comprendan que el hijo de Ana, Samuel, lo era TODO para ella; pero lo dio, con alegría. Ana “devolvió lo que Dios le había prestado”.
Lo que le damos a Dios, nuestras ofrendas, ¿Son ofrendas cómodas; como ir el domingo a la iglesia, participar en una actividad, un diezmo que no nos afecta? ¿O son ofrendas que nos cuestan, cosas a las que nos tenemos que negar, VERDADEROS SACRIFICIOS??
¿Tomamos a la ligera las promesas y pactos con Dios? ¿Damos de buena gana y contentos o nos duele cada vez que nos esforzamos y damos por el Reino de Dios? (2da Cor 9.7)
Bendiciones =)

Escrito por:
Josué Cot