Mem
¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo. Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación. Más que los viejos he entendido,
Porque he guardado tus mandamientos; De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
El salmista nos enseña al menos dos cosas: el significado que tiene la palabra de Dios en su vida y al mismo tiempo nos dice que significará lo mismo en cada uno de nosotros, siempre y cuando meditemos en ella cada día de nuestra vida.
Es de notar en este párrafo la reiteracion de la palabra “porque”, que nos introduce al tema que explica, por ejemplo: “Más que todos mis enseñadores he entendido ´porque´tus testimonios son mi meditación”.
Como
seres humanos nos agrada pensar en lo que amamos. Si amamos la Biblia,
nos agradará llevarla en el celular, en el ipod o de todos modos en el
papel, en la cabeza y en el corazón para pensar en ella.
Por
meditar los testimonios de Dios entenderemos más que nuestros
profesores, (v.99) porque la palabra escrita es la guía más segura a la
verdad, más que todo lo que nos puedan enseñar los padres, los
profesores y pastores de la Iglesia.
V. 97 En el comienzo nos brinda el secreto principal, “¡Oh, cuánto amo yo tu ley!”. Con
esa expresión quiso decir que no tenía palabras para expresar todo el
amor que sentía. Eso significa que él la leía, la escuchaba en su
pensamiento, la meditaba y la ponía en práctica. La voluntad de Dios
trae gozo, paz, propósito, amor y esperanza al espíritu del hombre.
Nos llama la atención el énfasis que pone David en la necesidad de meditar en la palabra de Dios todo el tiempo. La
palabra meditación envuelve una profunda determinación del aprender de
Dios. En hebreo, esta palabra meditación significa aquellos sonidos o
murmullos que la persona hace cuando medita, o reflexiona en voz baja.
Así como cuando Ana oraba en el templo; (1° Samuel 1:12-13). La palabra de Dios siempre debe de estar en nuestro corazón y en nuestra mente.
La
palabra traducida a nuestro idioma español, viene de una palabra que
significa estudiar con devoción, reflexionar, involucrando una profunda
determinación de aprender de la palabra de Dios. Todo lo contrario a
leer solo por leer; se puede ilustrar la meditación con lo que hace una
vaca cuando está rumiando su comida, revolviéndola una y otra vez. Esta
meditación es cuando uno estudia, piensa, analiza y medita en la palabra
de Dios una y otra vez. Las razones para hacer esto son las siguientes:
1- Para reconocer a Dios como el autor de ella.
2- Para que las podamos entender y digerir, (Deuteronomio 29:29; "Las
cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son
para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos
todas las palabras de esta ley.").
3- Para entender el contexto.
4- Para considerar todo lo que la Biblia dice de una cuestión o tema.
5- Para adquirir inteligencia (v.104)
Mientras
más entendimiento obtengamos de los preceptos de Dios, más arraigado
será nuestro odio del mal; y más preparados estaremos en las Escrituras y
mejor equipados para responder a la tentación.
Amemos la ley de Dios, poniendo en practica lo que en ella dice y llenando la redes de los cielo cumpliendo con su mandato.
Dios les bendiga en gran manera!!
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