miércoles, 27 de agosto de 2014

Actitud de humildad


Salmo 131
1 Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron;
   Ni anduve en grandezas,
   Ni en cosas demasiado sublimes para mí.
2 En verdad que me he comportado y he acallado mi alma
Como un niño destetado de su madre;
Como un niño destetado está mi alma.
3 Espera, oh Israel, en Jehová,
Desde ahora y para siempre.

(v1) su corazón no se puso soberbio, ni sus ojos se llenaron de orgullo
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Jeremías 17:9
Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Proverbios 6:17 

David fue el Rey del pueblo de Israel, y que de su boca estén saliendo estas palabras de humildad es muy importante ya que nos enseña a no jactarnos en nuestra la posición en la que nos encontramos.
Él tenía el puesto más importante, no sólo en Cristo, sino también como gobernador de Israel, nosotros hoy también gozamos una posición ya sea profesión o estudio y tenemos una posición celestial, por su gracia. (Efesios 2:6)
David lo tenía todo pero el dijo, "ni anduve en grandezas, ni en cosas demasiado sublimes", no le importaban no era su centro, que gran ejemplo, dejarlo todo.  Proverbios 25:6-7

(V2) En la versión de Las Américas, dice que se ha calmado.
Salmo 22:9 “Pero tú eres el que me sacó del vientre;
El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.”


Cuando una madre amamanta a su niño, luego de estar llenó el bebé se queda en su regazo, tranquilo, este ejemplo que da el salmista nos hace ver que se quedo calmo, satisfecho en el Señor deseando leche para su crecimiento.

“Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”1 Pedro 2:2

1 Juan 2:15-17 dice que no debemos amar al mundo, ni las cosas que están, dice que esas cosas pasan.


Terminando dice que espero a Jehová. Reemplacemos el nombre Israel, por nuestro nombre deberíamos tener una actitud de entrega al terminar el salmo dice "desde ahora, y para siempre" que cada uno de nosotros sepamos esperar con una actitud de reverencia como la tuvo el salmista dejando los placeres de este mundo y aprender a entregarnos más a Cristo como un niño lo hace con su madre descansando en sus brazos.

Integridad y rectitud me guarden,
Porque en ti he esperado.

Salmo 25:21


Escrito por: Brenda Rojas

lunes, 25 de agosto de 2014

LA ATENCIÓN DE DIOS.




Pasaje del día: 1 Juan 5: 13-15
"Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido".

Versículo del día: 1 Juan 5:14
Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye”.

Una niña tomando el vestido de su mamá hablaba y hablaba, reclamando su atención, pero la mamá estaba demasiado ocupada en las tareas de la casa o hablando por teléfono como para atender los ruegos de su hija, la mamá siempre contestándole inconscientemente que “si” en todo. La niña al poco tiempo empezó a llorar con gran tristeza: y la madre no le prestaba atención. Por fin la mamá comprendió que estaba haciendo mal al no darle la importancia  debida a la necesidad de su hijita. Dejó todo lo que estaba haciendo, se agachó para poder estar en su altura, la tomo por los hombros y con gran ternura le dijo: << ¿Qué quieres mi niña?>>

Muchas veces nosotros pensamos que “Dios nos deja solos, que no nos escucha, y preguntamos el ¿Por qué? De muchas situaciones de nuestras vidas.”
Nuestro Dios nunca nos deja, nunca desecha una hija/o suya por estar demasiado ocupado, Él Siempre quiere estar a tú lado, quiere hablarte, quiere escucharte, quiere abrazarte con su palabra, con su amor, su paz, su ternura, Él es quien dirige nuestra vida, y sabe el porqué de las cosas que nos suceden y detrás de eso hay un propósito. 
Él es quien se agacha para ponerse a nuestra altura, nos toma de nuestros  hombros y nos pregunta  con gran delicadeza ¿Qué quieres, que necesitas, hijita/o mío?
Él día a día, quiere estar cerca de ti, quiere demostrarte lo que él puede hacer en tu vida, quiere demostrar su amor con grandes bendiciones, ese es nuestro Dios, un Dios amoroso y justo. << Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal>> (1 Pedro 3:19). Esforcémonos  cada día buscar de su presencia, de hacer el bien. Él está dispuesto, él nos espera con sus brazos abiertos a escucharnos tiernamente, Como un padre es con su hijo.
“Su oído perfecto recoge todos los sonidos que salen de nuestra boca; pero no solos ellos, sino también los que quedan en el corazón”.
<< Antes que me llamen, yo les responderé; todavía estarán hablando cuando ya los habré escuchado>> (Isaías 65:24).
Este es nuestro Dios, Él esta pendiente de nosotros, él nos promete que nos escucha, que contesta nuestros ruegos, siempre va a estar en cada circunstancia que pasemos. J
Dios los bendiga, confiemos en sus promesas y sepamos que Dios tiene toda la atención en cada uno de nosotros. no somos uno mas del mundo, somos sus hijos y Él se comunica y nos conoce personalmente a cada uno.
Esperemos en él, que sus tiempos son perfectos.

ÉL NOS AMO PRIMERO. DIO LA VIDA POR NOSOTROS, COMO NO VA A QUERER ESTAR CERCA DE NOSOTROS.

martes, 19 de agosto de 2014

¿Puede el cristiano ver películas de terror?



Tengo en claro que hay mucha diferencia de opinión en cuanto a este tema, y sé que pueden darse extensos debates, pero como cristianos nos regimos por una ley, que es la palabra de Dios.
Ésta dice en Efesios 5:11: "Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, reprendedlas. Otras versiones dicen: desenmascaradlas, impugnadlas, reprobadlas y redargüidlas."

Cuando hablamos del género “Terror” hablamos de un género cuyo objetivo es darte entretenimiento mediante el miedo. La Biblia dice que no debemos tener nada que ver con este mundo y los demonios (Rom 12:2, 1 Cor 10:20). Un sentimiento que te lleva a dudar de la seguridad y paz que te proporciona Cristo.
Paradójicamente, leemos versículos que nos motivan a confiar, a levantarnos el ánimo y a esforzarnos como puede ser: Josué1:9; Isaías 41:13, etc… y después ahogamos esto con películas que nos hacen tener miedo cuando apagamos la luz. A Dios no le agrada que dudemos de él.
Por otra parte sabemos que muchas de estas películas son basadas en hechos reales y mientras las vemos y nos asombramos al ver personas que no pueden ser exorcizadas o demonios que tienen gran poder, de cierta manera exaltamos y alabamos el poder de Satanás, cosa que para un hijo de Dios es inaceptable.
Otros géneros como el romántico, te llevan como objetivo central, el amor (siempre hablando de películas que pasen el filtro); las cómicas, a reír; pero el terror, lleva al temor a las obras de Satanás. Temamos solamente a Dios.
Este género terrorífico altera tus sentidos alimentando de cierta manera tu subconsciente, muchas veces incitándote a investigar o simplemente a tener presente todo el día esas imágenes satánicas en la cabeza.
Hay muchos casos de posesión demoníaca a través de oír palabras sin sentido. ¿Sabes qué significa cada palabra que recitan los “magos” para hacer sus “conjuros”? Podría citar testimonios de cineastas, pero no lo quiero hacer muy extenso.
Debemos saber que, entre más participación tenga Satanás en la película, más realista se verá…
2 Cor. 6:14 dice que no nos unamos en yugo desigual porque no hay compañerismo con la luz y las tinieblas, pasaje que usamos mucho para elegir pareja pero no para juzgar las demás cosas, que por demás está decir que somos luz.
Es bueno conocer de la obra de Satanás, siempre y cuando ésta sea alumbrada a través de la luz de las Escrituras.
Al cristiano le es de provecho pasar 120 minutos admirando la obra de Dios, que la de Satanás.
No permitamos que nuestro corazón se llene de toda esta mala influencia.

Escrito por: Joel Martinelli

viernes, 15 de agosto de 2014

Dios sigue siendo Dios.


 “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos.” Hebreos 13:8

¿Alguna vez alguien te hizo un regalo, te dio un consejo que necesitabas, invirtió su tiempo en vos, o te bendijo de la manera que fuese; y lo primero que pensaste (y hasta quizás se lo dijiste) fue: que buena persona, que genial, que grosa!? ¿Alguna vez esa misma persona te lastimó, te defraudó o simplemente dejo de bendecirte? Si eso te pasó quizás hayas pensado que no era tan buena persona, tan genial o tan grosa como habías creído.
Ahora pensemos en la relación vertical que tenemos con Dios. ¿Alguna vez Dios contestó esa oración por la que tanto orabas, sentiste muy de cerca su presencia, notaste su gran providencia, lo viste hacer milagros y otras tantas cosas; y exclamaste con gran gozo en el corazón: Dios es bueno! Él es grandioso, increíble, poderoso, fiel, amoroso…?
Quiero que reflexionemos. Cuando pasamos por problemas, cuando pareciera que Dios no contesta, cuando no ves la solución, cuando hay lágrimas y dolor en el corazón, cuando sentís que tu Dios ya no está tan cerca, cuando ya no ves con tanta claridad… ¿Tu corazón sigue creyendo que Dios es bueno, fiel, poderoso, grandioso y milagroso?
Hay algo en lo que siempre puedo confiar y que me da paz, sin importar lo que esté viviendo. Estando en el monte o en el desierto, con seguridad puedo decir: ¡DIOS SIGUE SIENDO DIOS!
“En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.” Eclesiastés 7:14
                                                                                                               
Hay una verdad. Nosotros cambiamos constantemente: nuestra manera de pensar, hablar y actuar cambia; nuestra perspectiva, nuestras prioridades, nuestros intereses y sueños cambian; la relación que mantenemos con los demás y hasta nuestra relación con Dios cambia. Pero hay otra verdad. Dios jamás cambia. “Si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo.”  2 Timoteo 2:13 (NVI).
La razón por la que Dios sigue inmutable ante nuestra inestabilidad es porque Él no puede ir en contra de su naturaleza.
Él sigue siendo  Dios. Él sigue siendo bueno, amoroso, fiel, misericordioso, comprensivo, detallista. Él sigue siendo tu creador, tu salvador, tu ayudador, tu papá, tu amigo, tu paz, tu refugio, tu consuelo, tu roca, tu fuente de vida, amor y gozo; cuando estas en la cima y cuando estas en el valle, Dios sigue siendo Dios.
Por eso es necesario que lo adoremos por lo que él es y no por simples emociones basadas en lo que estamos viviendo. Él es mucho más grande que eso.
Que nuestro buen Dios nos ayude a tener esta verdad presente, siempre!


Escrito por: Florencia Vidal



martes, 12 de agosto de 2014

VIVIR COMO ÉL VIVIÓ



"Cómo sabemos si hemos llegado a conocer a Dios? Si obedecemos sus mandamientos. El que afirma: «Lo conozco», pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad. En cambio, el amor de Dios se manifiesta plenamente en la vida del que obedece su palabra. De este modo sabemos que estamos unidos a él: el que afirma que permanece en él, debe vivir como él vivió". 1 Juan 2:3-6

En este pasaje, Juan habla de uno de sus temas favoritos. El quiere que sigamos al Verbo y que nos convirtamos en discípulos de Jesús; un discípulo puede definirse como una persona que se dedica a seguir a un maestro y aprender de él continuamente.
Juan explica que aquél que afirme tener una relación con Dios a través de Jesús pero que con su vida muestre lo contrario, es un mentiroso (versículo 4). Hubo, hace un tiempo, el caso de un hombre que se contactó con los familiares de dos personas desaparecidas, diciendo que tenia secuestrado a sus familiares. Desesperados por recibir noticias de sus seres queridos, las familias pagaron muchísimo dinero a aquel hombre, pero poco después descubrieron que todo había sido un engaño. El hombre fue arrestado. Había dicho ser algo que no era y había causado mucha confusión y dolor.
La vida de los cristianos es como un anuncio que habla del mensaje del perdón y de la vida nueva en Cristo. Queremos ayudar a otros a que descubran esta maravillosa vida eterna. Como dijo Jesús, “la sabiduría de Dios se prueba por sus resultados”; los cambios que implementa en nuestra vida, en la de aquellos que le seguimos (Lucas 7:35).
Esto nos puede parecer un desafío un tanto difícil, ¿no es cierto? Posiblemente porque somos muy conscientes de nuestra tendencia a vivir para nosotros mismos y sabemos que no es fácil hacer lo correcto – pero ahora Jesús está de nuestra parte. Él nos defiende (1Jn 2:1) cuando fallamos y decepcionamos a Dios.

Recuerdo haber asistido a un campamento cristiano en donde  por primera vez puse mi confianza en Cristo. Me dije a mi mismo que siempre le sería fiel a Dios… y luego, al volver a casa me encontré con un amigo, quien me preguntó dónde había estado esa semana. Murmuré algo acerca de unas vacaciones con amigo, en vez de decirle la verdad, porque tenía miedo y en ese momento, me importaba más su reacción que decir la verdad. Todos los cristianos luchamos con este tipo de experiencias de vez en cuando, pero ahora sabemos que no estamos solos en la lucha y es posible vivir de una manera que refleja a Jesús; es posible “andar” como él “anduvo”.

lunes, 11 de agosto de 2014

Embajadores


La ONU es la "Organización de las Naciones Unidas", la organización internacional más importante, formada por 193 países. En ocasiones se reúnen representantes de cada uno de ellos para tratar distintos asuntos que sucediendo en el mundo, debatir, tomar decisiones, dar opiniones, trabajando así para buscar la paz y seguridad de todos. Ese representante es la persona encargada de comunicar lo que el país tiene para decir, votar a favor o en contra para determinadas decisiones, y demás; y es llamado embajador.
Ese embajador sabe bien a qué país pertenece. Sabe que no puede quedarse callado. Sabe que, muchas veces, deberá estar preparado para defender sus opiniones y creencias. Sabe que es un asunto serio representar a un país, porque los demás al verlo no sólo van a conocer de él sino que también van a conocer sobre el país al que él representa.
¿Qué tiene que ver con nosotros? ¿Sabías que nosotros también somos embajadores? La Biblia dice:
"...Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a sí mismo por medio de Cristo. Y Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con él. Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación. Así que somos embajadores de Cristo; Dios hace su llamado por medio de nosotros. Hablamos en nombre de Cristo cuando les rogamos: «¡Vuelvan a Dios!»." (2° Corintios 5:18-20, NTV)
Somos los encargados (¡de parte de Dios!) de representar a Cristo, de representar Su reino, de llevar un mensaje, de dar a conocer Sus obras.
Como embajadores, ¿a qué país pertenecemos? La Biblia nos dice que como hijos de Dios somos ciudadanos del cielo (Filipenses 3:20). ¿Se dan cuenta los demás de que no somos de este mundo? ¿Estamos siendo esa partecita de cielo que el mundo necesita tanto ver?
Como embajadores, en ocasiones en las que estamos con otras personas, ¿qué estamos transmitiendo? Si los demás saben que somos cristianos, ¿qué valores, opiniones, puntos de vista, creencias y convicciones ven los demás en nosotros? ¿Son semejantes a las de Aquel a quien representamos? Probablemente no lean la Biblia para saber qué es lo que Dios tiene para decir, pero aunque muchas veces no seamos conscientes, ¡nos están leyendo a nosotros! Así dice la Biblia en 2°Corintios 3:2-3: "Ustedes mismos son nuestra carta, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por todos. Es evidente que ustedes son una carta de Cristo..." Seamos nosotros quienes leemos la Palabra de Dios y la compartimos, y no sólo con nuestras palabras sino también con nuestro comportamiento; como Pedro lo resalta en una de sus cartas, diciendo: "...de modo que si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras." (1°Pedro 3:1, NVI)
Como embajadores, ¿estamos preparados para responder acerca de lo que creemos? "...sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros." 1°Pedro 3:15
Como embajadores, sepamos que compartir este mensaje de reconciliación no es una sugerencia, sino una gran tarea por cumplir que Dios nos dio, y que las personas que están a nuestro lado necesitan saber esta verdad, de que por medio de Cristo, Dios ofrece perdón de pecados y la restauración de la relación con Él.
Para gloria de nuestro Dios y Padre, que podamos ser buenos embajadores Suyos! Que Él sea bien representado; que seamos el tipo de embajadores que Él está deseando tener en este mundo, y que también el mundo está necesitando ver y escuchar.
Por último...
Estimado embajador:
"Por eso, así dice el SEÑOR: «Si te arrepientes, yo te restauraré y podrás servirme. Si evitas hablar en vano, y hablas lo que en verdad vale, tú serás mi portavoz. Que ellos se vuelvan hacia ti, pero tú no te vuelvas hacia ellos. Haré que seas para este pueblo como invencible muro de bronce; pelearán contra ti, pero no te podrán vencer, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte —afirma el SEÑOR—."
Jeremías 15:19-20

viernes, 8 de agosto de 2014

El sostén de la cuerda


Quiero que meditemos,sobre misioneros que son perseguidos, asesinados, torturados por llevar la palabra de Dios y buscar almas para Cristo, donde el cristianismo está prohibido y los habitantes y el gobierno son sumamente intolerantes a otras religiones que no sean las de su país, claro paganas.
  Es shockeante realmente cuando uno investiga todas las personas que se pierden, sin siquiera haber tenido la oportunidad de escuchar de Cristo:
                                                                                                                                                                   "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." Romanos 10:17

¿Alguna vez te pusiste a pensar en esas almas que no serán salvas? Si nos ponemos a investigar en internet, las cifras son desesperantes, el 32% de la población mundial no tiene oportunidad de oír el evangelio ¿Cómo pueden ser salvos si no tienen fe? y ¿Cómo pueden tener fe si nunca han oído del evangelio?

Lejos de irnos a misionar,(claro que si Dios te llama a hacerlo, debes responder al llamado) podemos ser misioneros sin importar cuán lejos estemos de estos países en persecución al cristianismo.
Llevar la palabra de Dios a las personas que nos rodean y no conocen el plan de salvación, tambien es 'misionar'. Podés salvar almas hablandolés a tus compañeros de facultad, colegas del trabajo o incluso tu familia, si no comparten tu fe. 

 Pero quiero hacer hincapié hoy en la importancia de la oración respecto a las misiones:
Como hijos de Dios, tenemos una herramienta indiscutible: LA ORACIÓN.
Cuando Pablo estaba en Judea, muchos rechazaron el evangelio, e iban a intentar matarlo. Entonces Pablo hizo una petición a la iglesia que lo respaldaba en su misión:
"Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios" Romanos 15:30
a través de este pasaje, Dios no pide APOYO para con nuestros hermanos que están peleando por ganar almas para Cristo, y tal vez hasta ponen su vida en riesgo. Es apasionante conocer historias de vida de muchos de ellos y entristece a veces sus situaciones, no sólo la persecución es un impedimento, sino la economía, la distancia de sus seres queridos, su ánimo. 
Cuánto podemos hacer con tan sólo una frase de aliento, un saludo, una muestra de preocupación... y cuánto más podemos hacer con nuestras oraciones:
"Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho." Filipenses 1:19

Te animo a que estés atento a las necesidades de estos hermanos, fervientes siervos de Cristo. Hoy con las redes sociales, estamos conectados aún así a kilómetros de distancia. Si sabés de algún misionero que esté pasando necesidad, de cualquier tipo, dejarle un mensaje sin duda lo va a animar. Si en una conferencia de tu iglesia, o una actividad reciben la visita de estos obreros del Señor no dudes en acercarte y decirle que vas a orar por ellos. 


DESAFÍO DEL VIERNES: No sos de este planeta si no estás al tanto de esta guerra sin fin entre Palestina e Israel en Gaza.
Como Hijos de Dios es este conflicto mundial, ¿Qué tan ajenos nos es? También allí hay inalcanzados y hermanos que están predicándoles, y están en medio de una guerra que cobra muchas vidas.Oremos por quienes están predicando el evangelio en cualquier parte, perseguidos o no, en nuestro país o en otros países y continentes. Y no nos olvidemos de orar por quienes aceptaron el mensaje de salvación y viven inmersos desde en discriminación hasta perseguidos para quitarles su vida. Oremos por quienes aún no han escuchado de Cristo y por quienes van a escuchar, para que Dios sensibilice y abra sus corazones.Y especialmente en este tiempo, oremos por quienes son víctimas de este conflicto en Gaza.


"Sólo hay dos ministerios en las misiones: O eres llamado para 'BAJAR al pozo' o eres llamado para sostener la cuerda a quienes han bajado; de los dos modos, tiene que haber cicatrices en tus manos."
"O vas y mueres en el campo, o mueres aquí sosteniendo la cuerda a quienes han ido." Paul Washer            
 Te comparto un video que detalla más de lo que hablamos: https://www.youtube.com/watch?v=gsXKVuZC10I

Dios te bendiga! 


lunes, 4 de agosto de 2014

El peso de la Cruz.



Esta era una vez un hombre que quería seguir a Jesús y alcanzar a través de este servicio el Reino de los Cielos.
En un sueño profundo, aquel hombre quiso entrevistarse con Nuestro Señor, y le indicaron el camino del bosque. 
A poco andar encontró a Jesús y le expuso sus intenciones. Nuestro Señor lo miró con inmensa ternura, luego desprendió del suelo un árbol joven pero alto, y le dijo: 
"Recorre el camino de tu vida con esta cruz al hombro y así alcanzarás el Reino de los Cielos". El hombre inició su camino con gran entusiasmo y lleno de buenas intenciones, pero rápidamente cayó en cuenta que la carga era demasiado pesada y lo obligaba a un paso lento y en algunos momentos doloroso.
En una de las oportunidades en que se dispuso a descansar se le apareció el enemigo (satanás), quien le regalo un hacha, ofreciéndosela convincentemente sin condiciones. El la aceptó, pensando que cargarla no constituía un mayor esfuerzo y considerándola una herramienta de mucha utilidad en su cada vez más difícil camino. 
Pasó el tiempo y el hombre mantenía su propósito, aunque nublado por el cansancio y angustiado por la lentitud de su marcha. Entonces, bajo otra forma, volvió a aparecer el enemigo y, aparentando buena disposición de ayuda, lo convence de usar el hacha para recortar un poco las ramas. ¡Que distinta se sentía la carga, que sensación tan agradable experimento el hombre al reducirla! 
Al pasar algún tiempo, volvió a sufrir el peso agobiante de su cruz y pensó que si recortara otro poco la carga no cambiaría en nada su gran misión y más aún, con ello apresuraría su llegada al encuentro con Jesús; así que volvió a usar su hacha. 
De allí en adelante continuaron los recortes, hasta que el árbol se transformó en una hermosa cruz preciosamente tallada que colgaba de su cuello y causaba la admiración de todos. La cruz no tardó en convertirse en una moda, luego vino la fama y el reconocimiento, y adicionalmente un caminar de gacela hasta el Reino de los Cielos. 
Alcanzado el final del camino el hombre muere. En medio del esplendor celestial, distingue un hermoso castillo, desde una de cuyas torres Jesús en Gloria y Majestad se dispone a recibirlo. 
El hombre dice:
"Señor, he esperado mucho tiempo este momento. Señálame la entrada." Jesús le responde: "Hijo, para entrar al Reino deberás subir hasta donde estoy, usando el árbol que te entregue cuando iniciaste el camino hacia mí." 
El hombre lleno de vergüenza reconoció haberlo destruido y lloro amargamente su error. Despertó entonces de su profundo sueño, y agradecido con el Señor, regresó al bosque aquel para tomar su cruz y llevarla entera al Reino de los Cielos. 



Basándonos en Lucas 9:23-25
"Dirigiéndose a todos, declaró:
Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me SIGA".

Reconocemos que seguir  a Dios, no es fácil, porque vivimos en constante tentaciones, rechazos, dolores y demás. Pero Dios nunca dijo que la vida aquí en este mundo sería fácil… pero es seguro que tenemos una vida llena de felicidad y propósitos.
Llevemos la Cruz de Jesús en donde estemos, busquémoslo en cada dificultad, Él la llevo por nosotros que no merecíamos nada!  Hizo todo por cada uno de nosotros, seamos conscientes de cada día, que cada pensamiento, cada actuar, cada decisión, sea consultada a ÉL y para agradarle a Él.
Todos somos transformados por la gracia de Dios si realmente lo recibimos de todo corazón, y Él pide que dejemos cosas, que seamos obedientes, que amemos, que respetemos, que valoremos, que cambiemos todo nuestro carácter siempre obviamente Con ayuda de Él, si realmente tomamos esa decisión es TOMAR LA CRUZ DE JESUS Y SEGUIRLO. Pasaremos por tristezas, soledad, engaños, se paramientos, rechazo… pero sepamos que Su presencia esta en continuo en nosotros, es maravilloso estar cerca de Él, ¡Su gloria es inexplicable!,¡ su gracia es abundante!, Con Él se puede llevar gozosa la cruz de la vida eterna, Sepamos también que cerca de Él, tenemos una vida gozosa, con propósitos, y que somos UNICOS delante de Dios!  El transforma, Él te llena, Él te guarda, Él te da paz, Te ama y Quiere lo mejor para sus Hijos! Nunca te dejará solo/a. 

"Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes- afirma el SEÑOR-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza". (Jeremías 29:11)
Llevar la cruz de Jesús es una responsabilidad en donde tenemos que siempre consultar a Él Y Confiar.
El enemigo querrá siempre ponernos en duda de cosas, de siempre hacernos caer en tentaciones pero sepamos que…
“...mayor es el que está en vosotros [Cristo], que el que está en el mundo [satanás] (1juan 4:4)

  • ¿Aceptamos nuestra cruz o frente al sufrimiento preguntamos a Dios, por qué a mí? ¿No sería mejor preguntarnos, para qué, y darle así un verdadero sentido a nuestra cruz?
  • ¿Llevamos nuestra cruz con alegría?
Los desafio ésta semana empezar a llevar la cruz de Jesús en nosotros! :) 

 Dios los bendiga!