miércoles, 30 de marzo de 2016

Inclinas tu cabeza ¿tu corazón lo hace?




Un único hijo sordo, mudo, epiléptico y por si algo faltaba estaba poseído por un espíritu maligno, y donde hay un hijo hay un padre, y en este caso un padre que sufría; padecía ver como su hijo sufría por el espíritu maligno que poseía, por los daños que este le obligaba al muchacho a hacerse, tenia que estar atento las 24 horas del día y esto y mucho mas provoca en este hombre cansancio y desesperación, la cual se ve reflejada en esta oración.

"Pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos." Marcos 9:22

No es una oración fuerte, valiente o confiada, hay gran duda en estas palabras "pero si", si hubiera cambiado algunas palabras quizás su oración hubiera sido de esas que demuestran confianza, poder y seguridad, pero no fue así ¿por que?
Por que fue mas tímida que altanera, mas humilde que autoritaria. Si tu oración es como la de este padre es la oración correcta, una oración de una persona común mostrándose tal y como se siente delante de Dios, con una suplica sincera y nada de apariencia falsas. Este hombre no espero a saber como orar, no se inhibió por escuchar la oración de los maduros espiritualmente, el comprendió en poco tiempo de que significa la oración.
No dejes de orar por que crees que no sabes como hacerlo, ni esperes "aprender" primero antes de hacerlo y menos mal que este padre no cometió ese error por que podemos ver dos versículos mas adelante gritar "Creo" "ayúdame en mi incredulidad" V.24 una oración sin encanto, sin nombrar alguna cita de los escritos pero Jesús respondió a su dolor y no a su fluidez oral.
Una gran verdad reflejada en estos pasajes y la cual debemos recordar cada vez que oremos es que el poder no esta en la oración ni en el que la hace; esta en el que la oye. Y como el poder esta en el que la oye y no en el que la pronuncia nuestras oraciones si tienen relevancia, por lo tanto te invito a entregarte humildemente y transparente en oración a Dios, por que tus oraciones no tendrán mayor relevancia por tus palabras si no por tu corazón, de nada sirve inclinar tu cabeza y no tu corazon.

Como el diamante



Por tanto, en Él se alegrará nuestro corazón, porque en su Santo Nombre hemos confiado.” Salmos 33:21

   No es necesario ser un experto en minería para reconocer la hermosura de un diamante, y es que es uno de los minerales más caros que existen, no sólo por su belleza, sino por su pureza y por la dificultad con la que se encuentra.

   De por sí el diamante es bello, pero cuando es colocado frente a un fondo negro, el contraste con la oscuridad hace que parezca más brillante. Y es posible seguir resaltando su esplendor: si colocamos una luz sobre él, se acentuarán aún con más intensidad cada uno de sus detalles. 

  ¡Lo mismo sucede con la alegría! Es muy fácil alabar a Dios, hacer su voluntad y servirle, cuando estamos en nuestros mejores momentos, cuando nos va bien. Pero no tenemos tantas ganas cuando estamos pasando por algún problema, o estamos cansados. Como dice Santiago capítulo 1 versículo 2: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas”. 

¡La verdadera alegría resplandece aún más frente a la aflicción! ¡Como el diamante frente al fondo negro!
   Pero no confundamos felicidad con alegría. La felicidad es producto de las emociones y las situaciones. Mientras que la alegría es más que un simple sentimiento, más que una circunstancia, más que algún logro, o algo que esté sujeto a nuestra fuerza de voluntad. Es un fruto del Espíritu. La alegría está ligada del todo a nuestra relación con Jesús, porque tiene sus raíces en Dios, y nuestro Dios es más grande que cualquier problema. Es una manifestación de la obediencia, es el Espíritu santo quien produce alegría a medida que permanecemos en Cristo. Es mirar más allá de lo que parece ser verdad en nuestra vida, para ver lo que es verdad acerca de nuestra vida en Él. 

¡Que nuestro corazón esté gozoso a pesar de lo que suceda a nuestro alrededor y que los malos momentos no nos arrebaten las ganas de adorar!

Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” 2 Corintios 12:10

martes, 29 de marzo de 2016

Deja que actúe !!!

Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.
juan 14:26

El Espíritu Santo es nuestro maestro. Esta es una buena noticia, porque Él  siempre está con nosotros, se hace presente a nuestro lado y nos enseña todo lo que necesitamos. Cuando Jesús se fue, él envió al Espíritu Santo para que tomara su lugar y estuviera universalmente presente con su pueblo. Jesús dijo que esto era mejor a que Él mismo se quedara.
 Esto significa que nuestra interacción con Dios no es sólo histórica sino continua, dándose en cada y en todo momento. Esto es espectacular en cuanto a alcance y apunta a una intimidad continua y a una guianza personal y transformadora.
 El Espíritu Santo es todo lo que necesitamos, justo a tiempo, y en la cantidad adecuada. Nunca debemos sentirnos solos ni olvidados. Nuestra situación está siempre a su vista. Él ya está trabajando a nuestro alrededor y nos invita a participar. En esto consiste el aprender de Dios.
Pero no olvides que mientras más lo dejas trabajar en tu vida mejor serán las cosas...
No vayas en contra de la voluntad de Dios por el egoísmo u otras cosas más, deja actuar al espíritu santo en tu vida!

lunes, 28 de marzo de 2016

¿Será que en ocasiones Dios es infiel a su Palabra?



Al menos una vez en la vida todos hemos dicho: “Ni yo me entiendo”.  Algunos con más frecuencia que otros, pero sin duda nuestros pensamientos pueden ser engañosos.

Y hace un tiempo atrás mientras leía el Salmo 89 (Pacto de Dios con David) me imaginaba al autor de este himno diciendo las mismas palabras.

A pesar de que no pude encontrar más información acerca de este tal Etán ezraíta, sí pude concluir que era un tanto “emocional”.  De esas personas a las que solemos decirles que les faltan un par de tornillos, de caramelos en el frasco, que están chapita o que son bipolares.

Él comienza el pasaje así:
“Las MISERICORDIAS de Jehová cantaré perpetuamente;
  De generación en generación haré notoria tu
FIDELIDAD con mi boca.” (TLA)

Sin embargo más adelante continúa de la siguiente manera:
¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Te ESCONDERÁS para siempre?
¿Arderá tu
IRA como el fuego?” (vrs 46)

Y como si esto fuera poco prosigue con las siguientes palabras:
“HICE PACTO CON MI ESCOGIDO;
Juré a David mi siervo, diciendo:
Para siempre confirmaré tu descendencia,
Y EDIFICARÉ TU TRONO por todas las generaciones” (vrs 3 y 4)

“MAS TÚ DESECHASTE Y MENOSPRECIASTE A TU UNGIDO,
Y te has airado con él.
 ROMPISTE EL PACTO de tu siervo;
HAS PROFANADO SU CORONA hasta la tierra” (vrs 38 y 39)

Pero como de costumbre mi mamá (la wikimami) me ayudó a aclarar un poco las ideas.
Bien sabemos que, un pacto es un acuerdo, un contrato entre dos partes. Cada una de ellas está obligada a cumplir algo. A través de la Biblia y al igual que en este Salmo, Dios hace pactos con distintas personas; ellas tenían que ser fieles a Dios, y Él se comprometía a darles algo a cambio.

Lo que yo nunca había notado es que lo que se repite en todos los pactos es la falla del ser humano. Entonces vienen las malas consecuencias. Lo que no hace que Dios deje de cumplir su parte, sino que deja manifiesto que todas las partes se cumplen en el nuevo pacto (“Testamento” significa pacto); en el sacrificio del hijo de Dios en la cruz.

Por eso Jesús tenía que ser descendiente de David; sus promesas a Israel se van a cumplir, pero ahora su pueblo elegido es la iglesia; la ley la cumplió Jesús por nosotros al venir a la tierra.

Entonces, aunque nosotros fallamos y sufrimos las consecuencias de eso, Dios es fiel y no deja de cumplir sus promesas.

El autor necesita primero recordar cómo es Dios: fiel, misericordioso, todopoderoso, justo. Trata de recordar el pacto, para luego derramar su angustia por lo que están pasando. Sabe que es consecuencia de cómo se portó el pueblo, pero quiere recordar y confiar que a pesar de eso, Dios no los olvidará (vers 32 y 33).

Te animo a que descubras todas las promesas que Dios tiene para con nosotros en su Palabra y que te esfuerces en agradarle para que la bendición sea total.


viernes, 25 de marzo de 2016

Que es la PASCUA para vos?

Faltaba muy poco para el gran día de la liberación. Ese sería un día muy especial y Dios quiso que fuese recordado por su pueblo. La fiesta que celebrarían para no olvidar se llamaría “La Pascua”.
La Pascua es una fiesta judía y ellos la celebran recordando su liberación de la esclavitud de Egipto. Fue el catolicismo quién inventó la tontería de que no se puede comer carne roja pero sí pescado. Los judíos se comieron un buen cordero, ¡y no fueron a pescarlo! Y si quisiéramos celebrarla tal cual como es tendríamos que comer verduras amargas, panes sin levaduras y ¡cordero asado!

Para nosotros, los creyentes en Jesús, la Pascua tiene un significado espiritual y no tiene nada que ver con comer o no comer carne. ¡Lo menos importante es lo que vas a comer durante esos días!
Con la sangre del cordero pintarían el marco de la puerta de la casa y todos los que estuvieran dentro de ella se salvarían del juicio de Dios.
Para nosotros, el Señor Jesús representa a ese cordero que fue sacrificado. El santo, justo y sin pecado fue a la muerte llevando nuestras maldades. Y sobre una cruz derramó su sangre para darnos vida y salvación.
¿Recuerdas el día que invitaste a Jesús a tu vida y le pediste perdón por tus pecados? (¿O aún no lo hiciste?) Desde ese mismo día, Dios te cubrió (pintó tu vida) con la sangre de Jesús y quedaste libre del juicio de la muerte eterna y del infierno ardiente. Dios no te salvó porque eres bueno, te portas bien y vas a la iglesia (porque ninguna de estas cosas te salvan). Él te salvó porque vio la sangre derramada de Jesús y esa sangre limpió tus pecados y te dio un corazón nuevo.
¡No es que Dios te haya pasado un trapo mojado con sangre! La sangre representa la vida. Ser limpiados con la sangre de Jesús significa que la propia vida resucitada y poderosa de Jesús borra tus pecados y entra en ti para darte vida nueva y eterna.
No recuerdes esto solamente una vez al año. Recuérdalo y valóralo todos los días de tu vida: ¡Soy salvo! ¡Soy perdonado! ¡Soy libre de la muerte y del infierno! ¡Estoy limpio por la sangre de Jesús! ¡Tengo su vida en mí! ¡Soy alguien nuevo!
La levadura es una representación del pecado. Un poquito de levadura infla toda una masa. Un poquito de pecado arruina toda una vida. Jesús murió y resucitó para que no haya “levadura espiritual” en tu vida. No te infles con la maldad. Mantén tu corazón puro. Confiesa tu pecado y creé que Jesús te perdona y te limpia.
Celebremos el verdadero significado de la pascua! Celebremos a Jesús
Bendiciones!


miércoles, 23 de marzo de 2016

¿Asombroso o Edificante?


Siempre me pregunte por qué es por fe y no por vista. Qué hace la diferencia entre uno y otro, si la salvación es sencilla pareciera que no condice con la fe.

Me consume mi amor por ti, Señor Dios Todopoderoso —respondió él—. Los israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares, y a tus profetas los han matado a filo de espada. Yo soy el único que ha quedado con vida, ¡y ahora quieren matarme a mí también!- 1 de Reyes 19:10 (NVI)

Elías luego de la gran demostración del poder de Dios, huyó para esconderse de Jezabel y cuando Dios lo llama, su respuesta es la que leímos: se excusa con que el pueblo de Israel no lo apoyó, vio descender el fuego, mataron a 400 profetas pero nadie lo defendió ante la amenaza. Lo cierto es que ante un gran milagro a la vista, el corazón de las personas no había sido transformado, sólo había provocado una reacción momentánea.
El asombroso milagro del fuego consumiendo el altar logró que se manifieste quien era el verdadero Dios, pero no una inclinación de sus corazones hacia el Dios vivo y verdadero.
Podemos recordar al pueblo de Israel, salido de Egipto. Experimentaron el haber atravesado un mar en seco y ver morir a sus espaldas al numeroso ejército egipcio. A pesar de eso, en el desierto quedó expuesto que su corazón no había cambiado, por tal motivo hicieron un becerro de oro y lo reconocieron como a quien los liberó de Egipto.

Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara? Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire. - 1 Corintios 14:7-9 (RV60)

Lo que deslumbra no es tan importante como lo que edifica. ¿Puede realmente un milagro producir cambios verdaderos en el corazón de las personas? Los poderosos milagros sirven a la vista o los oídos cerrados, para luego los corazones ser atravesados por la Palabra de Dios. Nuestro crecimiento no puede basarse en emociones y exitaciones momentáneas, sino por lo que realmente edifica, la Palabra de Dios.

Solo la Fe produce convicciones firmes y duraderas, lo asombroso a la vista puede ser opacado luego por otro milagro, y así queda olvidado. Escuchar las verdades divinas, confiar y aceptarlas como directrices que dirigen nuestra vida es lo que marca la diferencia.
Pues nos defendemos con el escudo de la fe, vencemos al mundo por la fe (1 Juan 5:4), andamos por Fe (2 Corintios 5:7) y la fe viene por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios.

lunes, 21 de marzo de 2016

Betesda




Lectura Bíblica: Juan 5:1-5


"Algún tiempo después, se celebraba una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. Había allí, junto a la puerta de las Ovejas, un estanque rodeado de cinco pórticos, cuyo nombre en arameo es Betzatá. En esos pórticos se hallaban tendidos muchos enfermos, ciegos, cojos y paralíticos. Entre ellos se encontraba un hombre inválido que llevaba enfermo treinta ocho años"

En unos de los viajes que el Señor realizó a Jerusalén, pasó junto a este estanque, que en hebreo se llamaba Betesda. La escena que describe Juan de aquel lugar era realmente horrenda, pues cerca del estanque una multitud de personas con una gran diversidad de enfermedades y dolencias físicas aguardaban la oportunidad de recibir la sanidad. Seguramente la imagen de desesperanza que daba aquel penoso lugar era la intensa, pues los enfermos presentes no recibían ninguna clase de atención médica.
Más bien, podemos creer que aquí se congregaban los que ya habían perdido la esperanza de encontrar una solución por algún otro camino. La falta de higiene en esta masa de personas debe haber sido absoluta, por lo que seguramente no muchos sanos se acercarían al estanque a menos que fuera absolutamente necesario.
 Según el relato de Juan, un ángel descendí periódicamente y revolvía las aguas, y sólo el afortunado que lograba descender primero a ellas quedaba sano. No intentaremos entender exactamente lo que ocurría en esos instantes de la Visitación celestial. Pero de hecho, los que más enfermos estaban corrían con absoluta desventaja, pues no contaban con las condiciones necesarias para moverse rápidamente en el momento que se producía el fenómeno.
 Entre ellos que nunca había podido llegar  se encontraba un hombre de hacía treinta ocho años estaba cerca del estanque. El corazón se nos quiebra al meditar en esta trágica descripción. Se trata de mil novecientas setenta y seis semanas, o casi ¡catorce mil días! Cuánta vida despreciada; cuántas oportunidades que nunca pudo disfrutar este hombre, porque su existencia entera había transcurrido esperando el milagro que nunca venía.
El hombre que estaba en el estanque de Betesda representa a millares de millares de seres humanos, cuya vida transcurre sin la más mínima esperanza, personas que nacen y mueren en la más grande pobreza,o bajo la más cruel opresión y no reciben ninguna de las muchas bendiciones y abundantes beneficios que disfrutamos a diario nosotros. 
Que triste entonce, que aquellos que más poseemos no abundemos en acciones de gratitud hacia el Dios que ha sido tan generoso para con nosotros. Nada de lo que gozamos lo hemos recibido por mérito propio, sino pura y exclusivamente porque él ha sido bueno con nosotros. Asumamos el compromiso de practicar, a diario, la disciplina de la gratitud, sin nunca olvidar ni uno de sus beneficios. Y mentalizarnos que por gracia de Dios podemos conocerle. Tratemos siempre de contagiar una vida llena de esperanza y no perder segundos, horas, días o tal vez año perdiendo de conocer a Dios, levantemonos cada día exaltando Su nombre, agradeciéndole y conociendo cada día más a nuestro Salvador.

"No perdamos oportunidades"

Dios los bendiga

Christopher Shaw

sábado, 19 de marzo de 2016

La entrega



Lectura: Mateo 26:14-16 (contexto vs. 6-14); Lucas 22:1-6

En nuestro relato de hoy, Jesús acababa de poner en su sitio a los discípulos, y al parecer los encontramos a ellos agachando la cabeza, excepto a uno. Creo poder identificarme con Judas en esta escena. Siempre que se lo nombra se nos hace fácil, automático diría yo, etiquetarlo como “el traidor” y al repasar su historia aseguramos con los ojos cerrados “de todas formas Judas es un traidor y los traidores hacen eso. Traicionan”. Pero esta forma de proceder nos aleja de lo que realmente pasó en ese momento así como de nuestra realidad y la similitud de mi proceder cuando quedo expuesto por el Señor.
Esa misma noche lo que por un lado era fiesta, alegrías y profunda adoración, por otro lado alguien respiraba bronca de un rencor que se venía acumulando y que ahora estaba listo para mostrarse, Judas no entregó a Jesús porque su destino era ser un traidor como solemos creer. Sino que fue luego de aquella noche que aquel discípulo bajó los brazos y a pesar de que se encontraba en la  habitación que el mismo Dios estaba, su corazón se había preparado para Satanás. Fue ahí que Judas perdió, Satanás no lo dudó por un segundo y lo llevó a pactar la entrega de quien pudo haber sido su mismísimo Salvador.
Imagino la escena en aquella casa, Jesús, María, los discípulos y algún que otro amigo (y acá es donde me identifico), y entiendo que fue la falta de humildad lo que le llevó a pensar algo así como:
– ¿Quien se cree éste que es para decirme semejante cosa? ¿Qué se piensa para hablarme así?

“Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira;  pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios. Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad (mansedumbre) la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas.” Santiago 1:19-21
Dos cosas pueden suceder cuando estás frente a la presencia de Dios y quedas expuesto a sus palabras; o te llevan a derramar el corazón y amarlo con lo más íntimo de vos (María). O te confronta  con tus errores y te prepara para recibir su gracia a menos que pretendas rechazarla (Judas). Cualquiera de las dos sea la situación que nos toque pasar, la actitud correcta para presentarte ante Dios es sólo una: presentarnos con humildad (mansedumbre) y te aseguro que Dios no solo se encargará de habitar un edificio, un cuarto o un altar sino que lo más poderoso será poder experimentar Su presencia en nuestro interior.

entregas a Jesús o TE entregas a Jesús, la diferencia “HUMILDAD”. Hoy tú escoges.

“Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.” Is. 57:15

Escrito por: Ale Barolin

miércoles, 16 de marzo de 2016

Esa persona en el mundo


Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. (…) Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? (Job 1:1.8)
Wow… No había otro hombre como Job en la tierra, esas fueron las mismas palabras de Dios, él era perfecto. La realidad es que Job no era un hombre sin debilidades, ni defectos, o sin pecado (si lees la historia completa, lo vas a poder ver). La Palabra de Dios muchas veces habla de perfección, pero no es la perfección tal como nosotros la entendemos. En el Antiguo Testamento, significa algo completo, íntegro y sincero, pero siempre en sentido relativo cuando se aplica a las personas. Una persona con "corazón perfecto" era aquella que estaba completamente dedicada a Jehová; alguien que, a pesar de sus imperfecciones, estaba intentando seguir los mandamientos de Dios con todas, todas sus fuerzas.
¿Sabés qué? En el momento en que Dios habló de esta manera de Job, estaba contemplando la tierra, y HOY 17 de marzo del año 2016 (o en cualquier momento que estés leyendo esto), Él lo sigue haciendo.
Dios mira desde los cielos a toda la raza humana; observa para ver si hay alguien realmente sabio, si alguien busca a Dios. (Salmos 53:2)
Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él. (2° Crónicas 16:9)
¡Dios quiere mostrar su poder! Él quiere usarnos, quiere que vivamos los hermosos planes que tiene pensados para nuestras vidas, quiere revelarnos su voluntad y que seamos parte de su misión y su mover en la Tierra. Pero Él está buscando personas de corazón perfecto para con él.

De veinticinco años era Amasías cuando comenzó a reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalén… Hizo él lo recto ante los ojos de Jehová, aunque no de perfecto corazón. (2 Crónicas 25:1-2)
Él no busca personas que cumplan con obligaciones religiosas, ni personas de perfecta apariencia, busca personas que de todo corazón quieran seguir su camino,
que busquen su voluntad,
que quieran soñar sus sueños,
que tengan pasión por las cosas que Él tiene pasión,
que se animen a confiar en Él a pesar de las circunstancias,
que teniendo otras opciones lo elijan a Él como prioridad,
que tengan la humildad suficiente para depender de Sus fuerzas,
que se aparten del pecado y de las baratijas que este mundo ofrece para ir en pos de lo eterno.

¿Serás vos esa persona que Dios está buscando en el mundo?

Quizás hoy mirás tu corazón y no es perfecto ante los ojos de Dios, pero Pablo dijo:

No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. (Filipenses 4:12)
A pesar de lo que fuimos, a pesar de nuestras debilidades, a pesar de nuestros errores de cada día, hoy podemos elegir comprometernos con Dios a obedecerle y buscarle, hoy podemos buscar tener un perfecto corazón, cambiado por Él y alineado a Él.

Ojalá Dios al contemplar la Tierra pueda decir de nosotros: “¿Has visto a mi hij@ ________? Tiene un corazón perfecto para conmigo…” ☺

Sea, pues, perfecto vuestro corazón para con Jehová nuestro Dios, andando en sus estatutos y guardando sus mandamientos, como en el día de hoy. (1° Reyes 8:61)

martes, 15 de marzo de 2016

La luz del mundo


"Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios." 
Juan 1:9-13

En estos versículos encontramos una gran verdad, que Jesús es la luz del mundo.
Podemos observar como los hombres rechazaban la luz para seguir viviendo en la comodidad de la oscuridad. Su propia gente lo rechazo por completo; aun cuando el mundo fue creado por medio de Él. Pero para aquellos que creyeron les dio el derecho de ser sus hijos y los bendijo.

Entonces.. ¿Por qué lo rechazaron?
  • ·         No lo reconocieron (Jn 1:10)
  • ·         Algunos tenían miedo de lo que otros pensaran (Jn 7:13)
  • ·          Algunos estaban atados a sus tradiciones (Jn 9:13-16)
  • ·         Algunos amaban la gloria de los hombres (Jn 12:42-43

Pero esta no es una historia pasada; Hoy en día podemos ver como el mundo sigue rechazando por razones similares a Jesús. Eligen la oscuridad pensando que todos sus pecados y sus malas acciones están ocultas pero se olvidan que Jesús es la luz, que Él lo ve todo y de Él nadie se puede esconder.

Sin embargo algunos recibieron la luz, y como dijimos antes, estos recibirán bendición de parte de Dios. Nos dio la potestad de ser sus Hijos y el privilegio de ser nacidos de Él. (Jn 1:12-13) Potestad significa autoridad y habilidad. El recibir a Cristo nos da la autoridad y la habilidad para llegar a ser hijos de Dios, la cual es una manifestación maravillosa de su amor.

¿Y cómo podemos recibirle?  Para recibir a Cristo debemos creer en su nombre (Jn 1:12). Pero el solo hecho de creer no nos hace sus hijos; Debemos tener una Fe dispuesta a obedecerle y vivir bajo los principios de Cristo.


Que tristeza que muchos en el mundo lo sigan rechazando y deciden gastar sus vidas tropezando en las tinieblas, pero si estás dispuesto a creer en su nombre permite que la palabra de Dios, la Biblia, te muestre el camino de la luz. 

lunes, 14 de marzo de 2016

Ciegos, pero seguros.

“Por eso, no dejen de confiar en Dios, porque sólo así recibirán un gran premio. Sean fuertes, y por ningún motivo dejen de confiar en él cuando estén sufriendo, para que así puedan hacer lo que Dios quiere y reciban lo que él les ha prometido”.
Hebreos 10:35-36 (TLA)
En la vida nos encontraremos con un sin número de situaciones que querrán robarnos la confianza en Dios.
Y es que a pesar de que proclamamos a los cuatro vientos nuestra confianza y dependencia de Dios, hay momentos en los cuales llevarlo a la práctica nos es muy difícil.
De pronto podemos estar frente a situaciones que en ningún momento pensamos que enfrentaríamos y dichas situaciones nos pueden motivar a dejar de creer en que Dios puede hacer algo.
Y es que la mayoría de veces medimos una respuesta en base a lo que vemos, es decir: Vemos la situaciones y examinamos si es o no fácil de solucionar y al llegar a la conclusión que es muy difícil, tendemos a dejar de confiar en lo que Dios puede hacer.
El escritor a los hebreos escribía: “Sean fuertes, y por ningún motivo dejen de confiar en él cuando estén sufriendo, para que así puedan hacer lo que Dios quiere y reciban lo que él les ha prometido” Hebreos 10:36 (TLA).
En primer lugar los incentivaba a: SER FUERTES, es decir que a veces se necesitara sacar fuerzas donde no las hay. Debemos ser fuertes porque nuestra fortaleza proviene del Señor.
También le decía: “por ningún motivo dejen de confiar en él”, es decir: Nuestra confianza en Dios no es negociable, no se base en las circunstancias que nos rodean, sino se basa en la total confianza de que él es Todopoderoso.
A veces las circunstancias que la vida nos presenta nos querrán obligar a dejar de confiar en lo que Dios puede hacer, en esos momentos cuando nuestra confianza tambalea, debemos recordar que Dios jamás ha perdido una batalla y que Él es capaz de hacer cualquier cosa, aun aquello que me es difícil de creer.
Por último el escritor dice: “…para que así puedan hacer lo que Dios quiere y reciban lo que él les ha prometido. Sin lugar a dudas Dios nos ha prometido que estará con nosotros por toda la vida y aun mejor, nos ha prometido que estaremos con Él por toda una eternidad.
Amados hermanos y hermanas, si bien es cierto que las situaciones que la vida nos presenta muchas veces nos hacen sentir temor, NUNCA DEBEMOS DE DEJAR DE CONFIAR EN DIOS.
Dios es quien tiene la última palabra en cada situación, por eso nuestra confianza siempre tiene que estar puesta en Él, jamás dejemos que las circunstancias de la vida nos priven del hermoso privilegio que tenemos de confiar y descansar en Él, porque Dios siempre vela por nuestro bienestar.

¡Jamás dejes de confiar!

Autor: Enrique Monterroza

jueves, 10 de marzo de 2016

Caballo, mulo o siervo?




Génesis 22:1 probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
22:3 y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.
22:11  Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

Podemos ver en este capitulo una historia de un hombre el cual dejo de lado todo lo suyo, como su experiencia entre tantas cosas simplemente para obedecer al instante la voluntad de Dios, quien no le pide poca cosa.

Génesis 22:2  Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.

Si, Dios le pide su único hijo, el hijo de la promesa que Dios le había dado a Abraham. Nunca te preguntaste que hubieras respondido si Dios te pidiera lo mismo? quizás te dirías algo como "nunca creí que iba lograr tener un hijo, y tu Dios obraste en esto que parecía imposible ¿como puede anular su propósito pidiéndome a Isaac?"  si cualquiera de nosotros hubiéramos pasado la situación que paso Abraham seguro hubiéramos logrado inventar alguna excusa para no cumplir con el mandato de Dios.
Simplemente con fe este padre coloca a su hijo (teniendo fe en que Dios hará su propósito resucitando a su hijo de los muertos) levanta su cuchillo y en el instante en el que se prepara para consumar el acto se oye una voz desde cielo llamando a Abraham por su nombre y este deja todo y responde como la primera vez "Heme aquí".
Nunca pensaste que hubiera sucedido si Abraham hubiera sido alguien egoísta? alguien que su propio ego le impida escuchar y obedecer con claridad a Dios?
quizás hubiera tardado semanas en decidirse en obedecer al primer mandato que le da Dios en el versículo 2, y no solo eso, también en el momento que el ángel le habla para que se detenga, el hubiera pensado "yo se que tengo que hacer, mi experiencia lo demuestra" y el resto esta dicho. Pero no Abraham no dio lugar a confusiones, obedeció sin interrogantes y en el instante que Dios le dijo "ve" se levanto y fue, y cuando Dios le dijo "alto" el se detuvo. Tenemos que dejar nuestro orgullo y ego de lado para poder escuchar claramente la voz de Dios y discernir su voluntad.

"No importa cuan fuerte sean nuestras convicciones, debemos aprender a desconfiar de nosotros mismos" T.S. Watchman Nee

Dejemos nuestro egoísmo para poder escuchar la voz de Dios y obedecer inmediatamente.

Salmos 32: 8 y 9 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.
No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,Porque si no, no se acercan a ti.


miércoles, 9 de marzo de 2016

¡Huye!




"Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor." 2 Timoteo 2:22

     "Solo se vive una vez" "disfruta mientras seas joven" "viví el momento". La sociedad nos habla, y eso es lo que tiene para decirnos, "disfruta de tu juventud, libérate, no le hagas caso a las reglas; toma tus propias decisiones, es tu cuerpo; tu vida es solo tuya, tienes derecho a hacer lo que quieras con ella; haz lo que quieras mientras te haga feliz...". 

     Cada día de nuestra vida debemos estar atentos a esto que el mundo nos quiere ofrecer. Muchas veces no somos concientes y hacemos pasar por normal cosas que realmente no lo son para nosotros los cristianos: "¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! " Isaías 5:20  

     Por eso, debemos tener cuidado con el "¿qué tiene de malo...?", porque sin darnos cuenta nos dejamos llevar por la corriente y por nuestros deseos. Puede ser difícil, porque a pesar de que pertenecemos a la familia de Cristo vivimos en un mundo pecador, rodeados de gente que no desea hacer su voluntad. 

     Pero tenemos un ejemplo perfecto, que sufrió toda tentación, que fue rechazado por ser diferente, un joven que desde niño desafió los parámetros del mundo, que fue más allá de estas filosofías que el sistema intenta inculcarnos: Este es nuestro Señor Jesús.  

     Satanás nunca pondrá en nuestro camino cosas que no nos  gusten, él es astuto y sabe como hacernos caer. Nos muestra que el pecado es lindo y satisfactorio, que es inofensivo, que no nos destruirá. Pero él es el príncipe de la mentira y no hace acepciones, todos estamos expuestos a ser tentados, como lo fue Jesús: 

"1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 Respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará cerca de ti, y en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. 7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían." Mateo 4:1-11 

     Como vimos en este pasaje, el diablo no tentó a Jesús con cualquier baratija, le ofreció reinos y le desafió a demostrar su poder. Pero Él no se dejó engañar, sino que a cambio utilizó la Palabra de Dios como fundamento para vencer a Satanás.  De igual forma debemos hacer nosotros,  la Palabra de Dios debe ser nuestra espada contra los ataques del enemigo. Dios nos dice que no existe tentación que nos sea imposible de superar y que Él nos dará una salida (1 Corintios 10:13), por lo tanto, si mantenemos una relación firme en el Señor, leemos su Palabra y oramos diariamente, saldremos victoriosos de esta lucha contra el pecado. 

"Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman."  Santiago 1:12 

¿Estás dejando tus deseos atrás para hacer la voluntad de Dios? ¿O te dejas llevar por las pasiones que nos ofrecen en este mundo?