viernes, 29 de abril de 2016

La FE descansa


El evangelio no ha llegado por suerte a esparcirse por todo el mundo, la base de su expansión descansa en la vida de hombres completamente entregados a la labor misionera con un corazón apasionado por la causa de Cristo.

Hace unas semanas habíamos visto la vida de Carey, un hombre que conocía al Omnipotente y actuaba de acuerdo a esto. Fue un apasionado que levantó la visión misionera para ir a otros países a llevar el evangelio. Hoy veremos un poco de la vida de otro vehemente hombre que llevó el evangelio hasta el interior de la China.

HUDSON TAYLOR, al igual que Carey, veía la gran necesidad de llegar a las naciones con las buenas nuevas, aunque más específicamente al interior de las mismas, y en especial al interior de la China. Él también presentó su idea en su congregación, pero el problema es que también fue rechazado recibiendo mucha oposición. Lo principal que le preguntaron fue si él estaría dispuesto a llevar sobre sus hombros el peso de la sangre de los jóvenes que él enviaría al campo misionero.

Y AQUÍ LLEGAMOS AL PUNTO CRÍTICO DE ESTE RELATO. No sé cómo solés reaccionar a situaciones similares a esta, pero cuando estás ilusionado, cuando tenés planes y querés encarar cosas serias para Dios… es normal que llegue un baldazo de agua fría. Hudson lo experimentó, le bajaron la caña, le dijeron que NO en la cara, le tiraron todo el peso para que él lo cargue en la más cruenta soledad.

Yo sospecho que, al igual que nosotros, él habrá ido a su cuarto y se habrá desparramado a llantos y pataleos; quizás golpeó su cama y se quedó dormido de tan profunda tristeza… no creo que mi imaginación esté lejos de la verdadera historia. Sin embargo es interesante ver lo que hizo Hudson ante esta situación que desafiaba su fe.

Paseando por la playa buscó el rostro de Dios, y esperó su respuesta. Respuesta que no se hizo esperar ya que Dios allí mismo le dijo “No eres tú quien envía jóvenes al interior de la China. Soy Yo.” Esto calmó las dudas de Hudson y lo impulsó a seguir con su idea. Lo que desembocó “simplemente” en la organización misionera más potente de la historia que reclutó 100.000 jóvenes voluntarios que dieron su vida por las misiones en los 1800’.

Salmos 5.3 - Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;
De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.

Hudson hubiera podido bajonearse con lo que le dijeron sus hermanos en la fe con respecto a sus planes misioneros. Si fuera un ciudadano del siglo XXI, seguramente hubiera caído en depresión y hubiera visitado a su psicólogo. PERO NO. Él decidió buscar a Dios en la soledad y en la quietud… ¡y allí lo encontró!

El salmista refleja esta actitud enseñándonos que la fe se demuestra cuando tenemos la suficiente confianza en Dios para presentarnos delante de él, y simplemente esperar. Hay una actitud de consagración y auto-despojo en este Salmo.

Hermano que estás leyendo esto: no necesitás tener “más fe” para que Dios te hable. Los discípulos le pidieron a Jesús: ¡Aumenta nuestra fe!, pero Jesús les dijo que si tenían fe como un grano de mostaza ellos podían hacer milagros. En pocas palabras les estaba diciendo: ¡no importa el tamaño! ¡LO QUE NECESITAS ES FE EN MI! 

Hudson entendía la importancia de despojarse de su preocupación y esperar en Dios para recibir dirección. Él sabía cómo era su Dios, por lo que podía descansar en su providencia.

¿Cómo reaccionás ante situaciones similares? ¿Te desesperás y buscás la primera solución que se te cruce para tu problema? Bueno, eso muestra ausencia de fe. La fe cree en lo imposible y en que no hay lugares de mayor descanso que la presencia de Dios. Allí él hablará, allí el obrará.

miércoles, 27 de abril de 2016

Mi fe en el fuego


Unos amigos se encontraban en una situación difícil: estaban rodeados de personas que no compartían su fe, eran presionados a vivir como ellas vivían; se estaban dictando leyes que eran totalmente contrarias a sus creencias, y como si fuera poco, recibían amenazas si se les ocurría estar en desacuerdo con ellas. ¿Encontrás alguna semejanza con nuestra realidad?
Tener fe en Dios implica ir en contra de la corriente de este mundo. Parece muy difícil, pero vemos en la Biblia, a través de la historia de tres valientes jóvenes, que es posible mantener nuestra fe en Dios y darle la gloria a Él en medio de un mundo que lo niega.
Te invito a leer la historia de Sadrac, Mesac y Abed-nego (libro de Daniel, capítulo 3).
El rey Nabucodonosor mandó hacer una estatua de oro, diciendo que quien no se incline para adorar a la estatua, sería arrojado de inmediato a un horno encendido. Pero Sadrac, Mesac y Abed-nego, tenían fe en que obedecer a Dios es la mejor decisión. Su fe los llevó a...
- Estar firmes
Había llegado el momento de arrodillarse ante la estatua, pero ellos no cedieron. Cuando el rey lo supo, les dio otra oportunidad para que la adoraran; si lo hacían, les perdonaría la vida. Recordá esto: El mundo siempre va a darte otra oportunidad... para que niegues tu fe. Día tras día te vas a encontrar con pruebas que van a desafiar tu fe, pero no dejes que las circunstancias cambien tus principios, mantente firme.
¿Tenés claro cuáles son tus creencias? ¿Se basan en la Palabra de Dios? ¿Estás firme en ellas?

- Entregar todo
Como si ellos hubiesen leído las palabras de Pablo, en Romanos 12:1-2, las vivieron en carne propia: "preséntense ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios! Y no adopten las costumbres de este mundo...". Estuvieron dispuestos a arriesgar su vida, se entregaron por completo, decididos a hacer la voluntad de Dios y confiando en que Él es bueno y soberano. Muchas veces vamos a tener que sacrificar la aprobación de los demás, nuestro tiempo, nuestras amistades, a causa de nuestra fe. Quizás no sufrimos persecución de la misma manera que otros países la sufren, pero sí va a haber muchos en tu contra cuando te pares firme a defender las verdades de Dios. Más allá de eso, a medida que conozcamos más a Dios, más va a crecer nuestra fe, y más nos vamos a dar cuenta de que Él se merece todo de nosotros, sin importar lo que digan los demás.
¿Qué es lo que te cuesta sacrificar por Dios?

- Experimentar a Dios
Dios nunca nos deja solos en medio de las pruebas, aunque muchas veces es lo que nuestro corazón siente. En el caso de Sadrac, Mesac y Abed-nego, ellos mismos experimentaron la ayuda de Dios en medio del horno de fuego. Dios, el verdadero Dios, los protegió y los libró del fuego que los rodeaba. La fidelidad de ellos para con Dios y la fidelidad de Dios para con ellos hizo que otras personas depositaran su fe en este verdadero Dios. Por más difícil que sea la prueba que estés pasando, recordá que Dios está a tu lado para ayudarte, y lo que hoy es tu prueba, mañana puede ser un testimonio para los demás de que Dios es fiel, más allá de todo.
¿Estás viviendo esta prueba de la mano de Dios? ¿Qué le estás mostrando a los demás acerca del verdadero Dios?

 Cuando te encuentres amenazado por el fuego de la prueba de tu fe, recordá las palabras de Pedro:
"Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo." (1° Pedro 1:6-7)
Mantenernos firmes es difícil, entregar todo a Dios no es un esfuerzo menor, y experimentar a Dios en medio de la prueba no siempre es fácil, pero en oración pidámosle a Dios que nuestra fe siga firme en medio del fuego, para Su gloria. Él es fiel.

lunes, 25 de abril de 2016

Evangelio sin fe no es evangelio



Muchas veces nos encontramos en situaciones difíciles, y lo primero que hacemos la mayoría de las veces es buscar la ayuda de Dios. No tenemos ni idea de cómo vamos a salir de eso, pero Dios sí; muchas veces tampoco creemos que Dios nos pueda darnos una solución inmediata, pero la necesidad de ayuda nos hace buscarlo, porque en definitiva Él es Dios. Estamos hablando de fe.

Como hijos de Dios es imposible que vivamos sin fe. Eso significaría que no somos sus hijos. Aunque entiendo que también podemos tener distintos niveles de fe. Ya que necesitamos fe para creer en Dios pero necesitamos aún más fe para mover una montaña de lugar, nunca eh escuchado de nadie que lo lograra pero aun así hemos escuchado de cosas asombrosas que se logran por fe.

Dios en su palabra en el libro de Romanos capítulo 1, versículo 7 nos dijo lo siguiente:
Esa Buena Noticia nos revela cómo Dios nos hace justos ante sus ojos, lo cual se logra del principio al fin por medio de la fe. Como dicen las Escrituras: «Es por medio de la fe que el justo tiene vida».

Cuando hablamos de esa Buena Noticia nos referimos al evangelio, a esa verdad absoluta de salvación, la cual debemos aceptar de principio a fin solamente por la fe. Es algo que ni siquiera podemos comprobar, que solamente la fe nos hace ver y entender. Que una vez que la aceptamos y comenzamos a vivirla, nos damos cuenta de esta verdad, de que es así. Podemos decir entonces que necesitamos de fe para creer en este evangelio, pero también necesitamos aún más fe para poder vivirlo.
Nuestra vida cristiana se basa en la fe, como dice el versículo, es por fe que el justo tiene vida, sin fe no somos nada.


Animate a vivir por fe, ¡te aseguro que empezarás a experimentar las cosas más grandiosas del evangelio!

domingo, 24 de abril de 2016

George Muller: La fe

        



Es pues la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Por la fe
entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo
que se ve fue hecho de lo que no se veía. Hebreos 11:1,3

¿Que es la fe? En la simple manera que yo soy capaz de expresarlo: Fe es la certeza de que
las cosas que Dios ha dicho en su palabra son verdad, y la plena confianza y absoluta
persuasión de que Dios actuará de acuerdo a lo que ha dicho en Su Palabra. Esta seguridad,
esta dependencia en la Palabra de Dios, esta confianza es fe.

Nacido un 17 de Septiembre de 1805 en Prusia. A los veintiún años de edad se convirtió
súbitamente a Dios durante una reunión de oración en la casa de un comerciante. Poco tiempo después
llegó a Inglaterra, no trayendo consigo ninguna carta de presentación, ni dinero, ni nombre,
ni recomendación y solamente con un muy limitado conocimiento de la lengua Inglesa.
¿Que pues fue lo que lo impulsó a ir hasta allí?
Traía a Dios con él.
Poco después de establecerse escribió en su periódico,"Mi vida entera será un servicio para el Dios vivo."
Y así fué hasta cumplir sus 93 años de edad cuando finalmente, es en Bristol, Inglaterra que fallece.

George Muller siendo parte de Gideon Chapel, Bristol. Impresionado por el número de niños marginados que halló
en esa ciudad y sintiendo que tenía un llamamiento para ayudarles, fundó Un instituto y varios orfanatos para
atender a los huérfanos. La institución no tendría patrocinadores, sino a Dios mismo, ni profesionales,
sino creyentes y no tendría deudas. Müller esperaba diariamente que Dios suplirá el alimento para los miles
de niños allí albergados y para pagar todos los gastos de su cuidado.

Una vida realmente apasionante, un hombre de FE práctica transitando los caminos de Dios. Su vida me
lleva a hacerme dos preguntas.

1) ¿Cuánto le crees a Dios?
Entiendo que hemos desvalorizado la salvación, y la FE que debe ser depositada en Jesús el autor de la salvación,
¿porque digo esto? Porque nos decimos capaces de creer que somos salvos por lo que Jesús hizo por
nosotros en la cruz, pero nos cuesta creer que Dios es capaz de actuar en las pequeñeces del día. ¿Acaso piensas
que para Dios es más difícil concederte un pedazo de pan que ver a su hijo morir de una manera tan frívola en una cruz?
Si somos capaces de creer que Dios haya hecho semejante obra para salvarnos, deberíamos con toda seguridad poder depositar
nuestra confianza acerca de las cosas cotidianas en Él.

En cuanto a si Muller encontró al Señor fiel a sus promesas dijo lo siguiente:
- ¡Siempre! ¡Él nunca me decepcionó o defraudó!En todos estos setenta años, siempre ha suplido cada una de
las necesidades de esta obra cada día. Desde que comenzó hasta hoy, han pasado por aquí, nueve mil quinientos
huérfanos, y a ninguno le faltó nunca una comida saludable. En centenas de veces, comenzamos el día sin un centavo,
pero nuestro Padre Celestial siempre se las ingeniaba para suplirlos todo lo necesario a cada momento.Hemos precisado
más de $200.000 dólares por año y los hemos recibido conforme íbamos necesitando. No hay ni un solo hombre
que pueda decir que yo le haya pedido un céntimo. Todo ha llegado como respuesta a las oraciones de fe.

Esto me lleva a la segunda observación:

2) ¿Cuánto tiempo pasas en oración?
Creo que este es el punto, lo veo en mi propia vida. si te preguntasen acerca de cómo conocer cuánta es tu fe en Dios
la oración es el mejor instrumento de medición, El tiempo que pases con Él demuestra cuán capaz lo crees de resolver
tú asuntos, la oración y una sujeción total a su palabra (creer y esperar en cada carácter de tu biblia) son los
formadores de tu fe por lo tanto es el TIEMPO Y LA FORMA en que lleves adelante ambas tareas la medida de la misma.

Muller comenta al respecto:
Siempre tenemos que orar, y siempre con creencia. ¡OH! Que hermoso es confiar en el Dios Vivo, pues Él ha dicho
"nunca te dejaré, nunca te desampararé" (Hebreos 13:5) Mantén muy viva tu expectativa en la grandeza de DIos y
recibirás grandes cosas. La capacidad de Dios no tiene límites.¡Alabado por siempre sea su glorioso nombre! Lo he alabado
cuando me envía diez centavos, y lo he alabado cuando me ha enviado $60.000 dólares."
"Yo vivo en el espíritu de la oración; oró cuando camino, cuando caigo, y cuando me levanto. Y la respuesta
siempre viene en camino. Lo más importante es no desistir hasta que llega la respuesta."

"No esperes obtener toda la fe de una vez. Desapruebo los maratones para obtener toda la fe. Yo no creo en eso. Todas
las cosas espirituales vienen de una forma natural. Lo poco que conseguí no lo logré todo de una vez. Permanece
con toda tu alma en la Palabra de Dios, y se te incrementará la fe en la medida que la vayas ejercitando."

viernes, 22 de abril de 2016

La fe actúa mediante el amor!









El Apóstol Pablo dijo algo muy interesante en su carta a la iglesia en Galacia. Después de haberles enseñado que nosotros solo podemos vivir vidas que sean agradables a los ojos de Dios por Su gracia y no por cumplir con la Ley de Moisés, el Apóstol Pablo dijo Pues, una vez que depositamos nuestra fe en Cristo Jesús, de nada sirve estar o no circuncidado. Lo importante es la fe que se expresa por medio del amor (Gal.5:6). Como creyentes del Nuevo Testamento nuestras vidas no pueden enfocarse en las obras (como la circunsición). Debemos vivir nuestras vidas por fe y Pablo nos dice que la fe obra mediante el amor. Para que nuestra fe sea fuerte debemos conocer, creer y confiar en el amor de Dios.

“La fe actúa por el amor”, es el principio de vida para los cristianos que recoge la más pura lógica de su identidad. Si la fe es un don de amor, “un amor que se recibe”, creer es amar. “La fe y la caridad se necesitan mutuamente”. La una ilumina a la otra, pues en medio de las dos anda siempre Cristo. En efecto, por la fe y la caridad conocemos y amamos a Cristo. Es la fe la que nos ilumina el rostro de Cristo.

En la caridad el cristiano hace su manifestación de fe, se expresa del modo más auténtico, se hace testigo creíble de Cristo porque ve su rostro en los pobres. La caridad verifica la fe que profesamos, celebramos, vivimos y oramos; es decir, la que conforma nuestra identidad cristiana. En realidad la caridad es el lenguaje de los hombres de fe: hablan con lo que hacen en el amor.


Vos  como  estas actuando?  Te  desafío  a  que  analices  tu situación  y  a  que  actuemos  por fe, con  amor  y  para  gloria  de  Dios!  Acordate  que  fuimos  salvos  por  gracia  y  deberíamos  vivir  una  vida que  a  él  le  agrade,  una  vida con  FE y cada  día  actuando con amor!


jueves, 21 de abril de 2016

Levantando el escudo para avanzar


Efesios 6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.


Quizás mas de una vez (como yo) te preguntaste a que se refiere cuando habla de la palabra "dardos", lo cual en la antigua Grecia se les llamaba de esa forma a una jabalina o flecha. 
  En la antigüedad esta arma tenia como uso el dañar al enemigo, desorientarlo pero no matarlo. Cuando uno de estos era recibido por un soldado este era herido e incluso sacaba al soldado del camino hacia la batalla y podemos deducir que al ser herido producía temor en el soldado que lo recibía y muy similar a esto es lo que el enemigo busca al lanzarte estos dardos de fuego, no busca matarte ni quitarte la vida, lo que busca es sacarte de tu camino hacia tu objetivo; hacer que dejes tu ministerio, que dejes de hablar de tu Salvador, que tengas miedo y dejes de realizar lo que el enemigo odia que hagas, hablar de Dios.
 Podemos ver que el enemigo tiene sus "dardos de fuego" apuntando a aquellos que representen una amenaza para el; pero ¿cual puede ser uno de esos dardos que el maligno puede lanzarnos? 
  • Te susurrara al oído, va a querer hacerte dudar, con su astucia va a querer hacerte dudar de Dios (como con Eva en el Edén Genesis 3)  con duda es mas difícil agradar a Dios e incluso llegar al propósito que tiene el para con nosotros "no dudes de tu llamado ni de el propósito de Dios en ti, el lo hará posible"
  • Luego intentara que el temor se apodere de ti, pensamientos como: no lo lograre, eso es imposible, no tengo las fuerzas. Y de esta forma te predispones al fracaso, el pone el mal pensamiento, temes y luego lo activas. " Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio." 2 TIMOTEO 1:7
  • La culpa es otro de los dardos del diablo para que no podamos acercarnos a Dios, porque al sentirnos indignos no se tendrá la confianza de acercarse a Dios y pedirle su bendición y sobre todo adorarle de todo nuestro corazón. Por esta razón no hay que permitir ni abrir puertas al enemigo para que no tenga de que acusarnos Recordemos lo que Diablo” significa: Calumniador .

    "No hay ninguna condenación, para aquellos que están en Cristo Jesús, cuando con corazón arrepentido piden perdón por sus pecados."
"Y para todas estas cosas tenemos "el escudo de la fe" el cual podemos levantar y hacer que esos dardos caigan inofensivamente en el suelo 
Aquí, la fees la firme confianza en el Señor y en Su palabra. Cuando 
las tentaciones queman, cuando las circunstancias son adversas, cuando asaltan las dudas, 
la fe mira arriba y dice: «Creo a Dios»." William MacDonald


miércoles, 20 de abril de 2016

Una FE que vence al mundo

 


“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.” 1 Juan 5:4


     Para comprender un poco mejor a lo que se refiere este versículo debemos hacer una mirada a lo que Juan quería poner en énfasis en los versículos anteriores: “En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.” (1 Juan 5:2-3)

     ¿Amar a Dios y guardar sus mandamientos tiene algo que ver con la fe? Cuando el autor de este pasaje nos habla de “vencer al mundo”, hace referencia a la obediencia y de cómo ganar nuestra lucha contra el pecado. Muchas veces se nos hace un poco difícil obedecer los mandamientos, pero estos no son “gravosos”. En otras palabras significa que no son imposibles, porque Dios no nos pide cosas de las que no somos capaces de cumplir. Para Dios, nuestra obediencia es una demostración de amor hacia Él, porque si lo amamos, tendremos el deseo de agradarle con nuestras acciones. Pero es necesario un condimento especial para obedecer y tener el anhelo de hacerlo: la FE. 

     Y no habla de cualquier fe. No es la fe que podamos tener en nosotros mismos o en lo que podamos hacer, sino que nos habla de una fe que nos hace nacer de nuevo. Como dice el primer versículo de este pasaje, “todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios” (1 Juan 5:1).  Esto es lo que nos lleva a aquella victoria que nos salva de la muerte eterna, el creer que el Señor Jesús es el hijo Dios. Y de la misma forma, de esto depende que venzamos al pecado día a día y que obedezcamos. 

     En nuestra vida diaria estamos expuestos a un mundo que no posee esta fe, que no ama a Dios y que no tiene el deseo que seguirle. Pero si nuestra fe está arraigada en Cristo, nuestras convicciones serán más fuertes que las tentaciones que se nos puedan presentar. 

“¿Y quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” 
1 Juan 5:5

lunes, 18 de abril de 2016

Puestos los ojos en la eternidad



“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” Mateo 24:35 (RVR1960)

Estas palabras acompañaban a la fotografía de un cuadro en la sala de estudio de una amiga muy querida.
Cuando le hice un comentario respecto al mismo ella me respondió: “Lo tengo ahí porque cuando no tengo ganas de estudiar lo leo y me consuela saber que ese momento también va a pasar”.
Su respuesta me dejó pensando hasta el día de hoy.
Infinitudes de preocupaciones invaden mi cabeza diariamente, sin embargo, a través de este versículo;  puedo escuchar a Dios diciéndome “tranquila, dejalo en mis manos. Ésto va a pasar. Ocupate de invertir en lo eterno y yo voy a acomodar el resto”
Otra porción de su palabra nos lo recuerda así:
“Bien sabemos que en este mundo vivimos como en una tienda de campaña, que un día será destruida. Pero en el cielo tenemos una casa permanente, construida por Dios y no por seres humanos” 2 Corintios 5:1 (TLA)
Pienso que de eso se trata la vida de un hijo de Dios. De que a pesar de las diferentes circunstancias podamos descansar en sus brazos. De que “(…)Aunque no lo podamos ver, confiamos en él” (2 Corintios 5:7 TLA)
 Nunca vamos a caminar por “la cuerda floja”, vamos a caminar por fe.
Quisiera terminar esta meditación con otra frase del repertorio que guardo en mi corazón. En uno de esos momentos en los que me olvidé de levantar la vista y mirar a nuestro Padre Eterno mi mamá me dijo: “Dios no nos direcciona hacia panoramas confusos”. 

Los invito a confiar en el Señor en cada paso que den en su vida, sin importar de que a nuestros ojos estemos totalmente perdidos.

Escrito y publicado por: Yazmin Florit

viernes, 15 de abril de 2016

Vivimos por fe


“El insolente no tiene el alma recta, pero el justo vivirá por su fe.”

Habacuc 2:4

Nueva Versión Internacional (NVI)

Estoy seguro que al igual que yo, alguien se ha preguntado alguna vez acerca del significado de este Versículo: “El justo por su fe vivirá” y que al igual que yo me pregunto, otros se  deben preguntar, ¿Que es vivir por la fe? O vivir por la fe, se limita a simplemente tener fe y aprender a esperar lo que no podemos ver todavía? O andar haciendo declaraciones absurdas muchas veces, esperando que las cosas nos caigan del cielo,  sin conocer el trasfondo y valor de la fe?

Tácitamente, desde la creación, pasando por el Patriarca Abraham, conocido como el Padre de la fe, los profetas, el Nuevo Testamento y Jesucristo, hasta Apocalipsis, en La Biblia, no se habla de otra cosa que no sea FE.

Y  el Apóstol Pablo en Gálatas, prácticamente dedica todo este libro a la diferencia entre vivir en la Ley y/o vivir en  La Gracia de Dios por medio de la fe; ahora bien, si vivir, viene de vida y vida es respirar, estar vivo, vivir en la fe, o por la fe, significa que no es algo que hagamos un día si, un día no, un rato si, al otro rato, no, algunas veces, los Domingos, cuando nos acordamos de Dios o cuando vamos a tomar los alimentos;  es algo que debe hacerse siempre, todos los días, 24 horas al día, los 365 días al año, pues así como no podemos dejar de respirar para vivir, porque nos morimos por falta de oxígeno, tampoco podemos dejar de tener fe, ni un día, ni una hora, ni un mes, ni siquiera unos pocos segundos.

La fe, creer, es el oxígeno de la vida espiritual, lo que nos mantiene vivos y conectados con Jesús, con El Padre y con El Espíritu Santo, en perfecta paz y armonía, con El, consigo mismo, con el prójimo, y con el mundo y debe ser tan natural como respirar, como caminar, como hacer planes, como despertarse cada mañana, como dormirse cada noche.

Como les decía anteriormente, toda La Biblia, tiene un mensaje implícito, tácito o sobreentendido, que se basa en la fe, en creer, creer en Jesús como dice La Escritura (no como yo quiera creer)  en lo que dice La Palabra, en la naturaleza de Dios, en las promesas, en las bendiciones y maldiciones,  en los acontecimientos pasados, presentes y futuros y si aprendemos a confiar en ese libro y lo que dice Dios a través de Él, vamos a poder descansar en Jesús, porque ciertamente como Él lo dijo en otras palabras, todo lo tiene bajo control, lo bueno,  lo malo y lo regular, lo  que pasa a nivel personal, municipal, de gobiernos o naciones, todo, sucede porque es Su voluntad.

Aprender a vivir por la fe, es como aprender a navegar en la red, es aprender a navegar en otra dimensión, mantenernos conectados e informados, es  cien por ciento espiritual, en una corriente de aguas puras y santas, es saber y tener la certeza de que Cristo, vive en mí y yo en El;  que yo estoy muerta para el pecado y que el pecado no tiene poder sobre mí; es saber que así como uno no tiene que preocuparse por respirar, o  como respirar, tampoco tengo que preocuparme de otra cosa que no sea  permanecer  en Jesús y El, hará que demos fruto, que prosperemos, que nos sanemos, que oremos, que leamos La Biblia y la pongamos por obra y aun que crezcamos cada día en la fe, la esperanza y el amor. Si por alguna razón no puedes estudiar o leer La Palabra, entonces simplemente escucha, porque la fe viene por escuchar y escuchar las cosas de Dios.

Vivir por fe, es estar confiado y saber esperar en Dios; es saber que eres un hijo, una hija de Dios y comportarte como tal; es ser íntegro y congruente con todas tus acciones, pensamientos y sentimientos; es saber que tienes un Dios con  quien puedes contar, pero también saber ser apoyo y soporte, para que otros puedan confiar y contar contigo; es amar a Dios con toda tu mente y tu corazón y también sentirte amado o amada por El; vivir por fe, es amarlo, adorarlo y servirlo, amando y sirviendo a tu prójimo; vivir por fe, es caminar con El, y El contigo, como esposo y esposa, como amigos inseparables, como una gota de agua que hace parte del gran océano; es ser justo y saber siempre que es lo correcto, lo bueno y lo malo; es tener un amigo que te ofrece su hombro para los momentos de angustia; vivir por fe es estar gozosos y confiados en el Dios de nuestra salvación, en Jesús, el autor y consumador de la fe.

Y finalmente, así como toda organización, trabajo o proyecto, tiene un propósito, unos objetivos que alcanzar, así también, el objetivo y la meta de todo cristiano, es vivir por fe, al menos ese es mi propósito de ahora en adelante y mi meta, espero también sea la tuya. Me despido con este hermoso versículo:

«Ningún ojo ha visto,
ningún oído ha escuchado,
ninguna mente humana ha concebido
lo que Dios ha preparado para quienes lo aman.»
1 Corintios 2:9 (NVI)

jueves, 14 de abril de 2016

¡Desafío de FE!




“Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.
Hebreos 11:31

Rahab vivía en el muro de Jericó y era, al parecer, muy conocida por su “trabajo”. Era una prostituta.

Pero Dios no resaltó de ella su mala profesión, sino su FE. Era tan significante su FE, que es nombrada en Hebreos 11, capítulo del que estamos aprendiendo este mes.

¿Cómo podemos saber que Rahab tenía fe? Por sus obras… dijo Santiago:

 “Como pueden ver, la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está muerta y es inútil.
 Rahab, la prostituta, es otro ejemplo. Fue declarada justa ante Dios por sus acciones cuando ella escondió a los mensajeros y los ayudó a regresar sin riesgo alguno por otro camino.  Así como el cuerpo sin aliento está muerto, así también la fe sin buenas acciones está muerta.
Santiago 2:17;25-26

¡Rahab tenía una FE VIVA! Ella tenía temor de Dios, y podemos verlo por como actuó.

Los espías israelitas iban a ver como se encontraba la ciudad que iban a poseer, entonces Rahab, que vivía en el muro de esa ciudad, los hospedó y los actualizó en cuanto a lo que estaban viviendo los habitantes de Jericó. Les da la noticia de que todos están muy asustados, y que saben lo que ellos hicieron con otros pueblos.

Cuando vinieron a buscar a los espías para matarlos, Rahab los escondió y guardó sus vidas.

Ella hizo todo esto porque sabía sin ninguna duda que Israel conquistaría su ciudad, y en ellos encontró la esperanza de salvar su vida y la de su familia.

Fue así como pactaron que a cambio de ese favor, ella y los suyos iban a ser guardados de los peligros de la conquista. Y lo cumplieron!

Rahab había escuchado de Dios y sus grandes obras, y creyó en ese Dios, y no sólo creyó sino que también depositó su FE en ese Dios.

Me gustaría que medites si, como dice Santiago, tu fe puede verse a través de tus acciones, como en el ejemplo de Rahab.

También me gustaría hablarle a algunos, que como yo, pueden identificarse con esta gran mujer.

Rahab no pertenecía al pueblo elegido por Dios. Pero por su fe, ella entro en ese pueblo. Y no solo entró, sino que su nombre está en la genealogía de Jesús (Mateo 1:5).

¿A qué quiero llegar con esto? No sé si naciste en una familia cristiana, pero si se algo… que si depositas tu fe incondicionalmente en Dios, tu descendencia va a conocer Su camino, y si ellos lo deciden, van a formar parte de la familia de Dios.

De Rahab nacieron personas como David y Jesús… de vos pueden descender personas que amen y confíen en el Señor, como ellos.


Hoy te dejo un desafío de fe: No importa lo difícil que pueda ser, pero intenta que tu FE este VIVA, y hable no por tu boca, sino por tus acciones. Quizás Dios te conceda ser el antecesor de personas que le amen y confíen en él. 

miércoles, 13 de abril de 2016

Transmitir Fe

Para seguir reflexionando sobre la fe tomo un hilo de la gran historia de Moisés… :)




Éxodo 14

Los rasgos de la fe de Moisés, llamado a colaborar con Dios en la liberación de su pueblo nos enseñan modos que nosotros podemos tomar  a la hora de compartir nuestra Fe también. La fe introduce a Moisés en un rudo combate, a fin de colaborar en la obra de Dios. Combate con los opresores del pueblo escogido y combate con el mismo pueblo, proclive siempre a la infidelidad, pues prefiere las pequeñas seguridades al camino arriesgado de la fe, aunque Moisés prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los placeres momentáneos del pecado Hebreos 11:25. Los escritos muestran a Moisés como un hombre honesto,  valiente, paciente, perseverante, humilde. No confiaba en sus propias aptitudes ni propia experiencia, sino que en que conocía la manera de pensar de Dios. Un hombre obediente, siguiendo los mandamientos, un Hombre de Amor, y  el amor de Dios significa: guardar y observar sus mandamientos.
 Amar a Dios significa obedecer sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga difícil de llevar. Pues todo hijo de Dios vence a este mundo de maldad, y logramos esa victoria por medio de nuestra fe  1 Juan 5:3-4 y Moisés sin importar el mandamiento siempre lo hacía. (Éxodo 40:16)

Pero destaco que, Moisés se esforzó por fortalecer la fe de quienes lo rodeaban.
 Tomemos por ejemplo lo que sucedió cuando los israelitas parecían acorralados entre el ejército del faraón y el mar Rojo. Al verse en esa crítica situación, clamaron aterrorizados a Jehová y a Moisés. ¿Qué hizo Moisés ante eso?  Él estaba convencido de que Dios no los desampararía en esa situación y quería transmitirles  esa convicción a los demás, así vemos que bien sabido tenía lo que significaba tener Fe… certeza de lo que no se ve. En Éxodo 14:13-14  leemos: “Moisés dijo al pueblo: ‘No tengan miedo. Estén firmes y vean la salvación de Jehová, que él ejecutará para ustedes hoy’. Ustedes quédense quietos, que el SEÑOR presentará batalla por ustedes”.  El Señor salvó a Israel del poder de Egipto. “Y al ver los israelitas el gran poder que el Señor había desplegado en contra de los egipcios, temieron al Señor y creyeron en Él y en su siervo Moisés.” Éxodo 14:31

Moisés apoyo su Fe en la fidelidad de Dios, a su alianza a la palabra que empleó con Abraham y su descendencia. Moisés me llena de aliento cada vez que releo su historia, nos enseña como ejemplo de Fe que tenemos que confiar en las promesas de Dios, y que esta bueno que pensemos a modo de decisión el poder trasmitir a los demás así como Moisés, la tranquilidad confianza y por sobre todo claro, la Fe a los que nos rodean.


Intentemos querer ser mas como él, agradar mas a Dios y así crecer más en él!!  Él nos promete: “De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé”  Hebreos 13:5. Por eso pienso, ¿Qué nos detiene? A nuestra familia, amigos, que quizás no conocen a Dios por ejemplo, estaría genial que reconozcan la gran oportunidad que tienen con él, de conocerlo verdaderamente. ¡Cuánto bien les haríamos cuando ayudamos a tener fe en que Dios “existe y que premia a los que sinceramente le buscan”! Hebreos 11:6

Bendiciones!! :)

lunes, 11 de abril de 2016

Escogidos por Dios


Siguiendo con la impresionante "Campaña de Fe" hoy nos tocará hablar acerca de la Fe de Jacob, hijo de Isaac y Rebeca que tuvieron gemelos, los cuales llamaron Esaú y Jacob. De estos dos, Esaú era el mayor, pero Dios escogió a Jacob como el heredero de la promesa de Dios (Romanos 9: 12-13).


"Por la fe jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón" hebreos 11:21



Por un lado, entonces, Isaac y Jacob continuaban la promesa dada por Dios a Abraham en Génesis 12: 3, a través de Judá. Pero, ¿Porqué bendijo Jacob a los hijos de José? Si vemos en Génesis 48, José lleva a sus hijos Manasés y Efraín a casa de Jacob, pues éste ya esta viejo, enfermo y pronto a morir. Como podemos leer en genesis 48:21 "Y los bendijo aquel día, diciendo: Por ti bendecirá Israel, diciendo: Que Dios te haga como Efraín y Manasés. Así puso a Efraín antes de Manasés."


Al parecer la promesa hecha a José era una expresión de la fe de Jacob, en la que se profetizaba la futura conquista de Canaán a manos de sus descendientes.

Otra de las cosas que tienen en común estos tres hombres, es que al final de sus vidas, profetizaron eventos futuros para el pueblo de Israel. Isaac por un lado profetiza una bendición para Israel (Génesis 27: 27-29); Jacob, al darle la bendición a los hijos de José profetiza como Efraín, siendo menor que Manasés, iba a ser mucho más grande nación. Esto lo vemos cuando leemos que históricamente, el reino del norte de Israel, que estaba formado por 10 de las tribus, iba a ser gobernado enteramente por Efraín, y cuando se separaron las 10 tribus del norte de las 2 tribus del sur, a las tribus del norte se les llamaba colectivamente Efraín. Ahí vemos que la bendición de Jacob se cumplió (Génesis 48: 19). José, por otro lado profetizó la salida de Israel, como pueblo, de Egipto, hacia la tierra prometida en Canaan.

Pero, que tiene que ver esto con fe? Vayamos de nuevo a Hebreos 11: 6

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan“

Es decir, podemos ver que tanto a Isaac, Jacob como José les fue dado por Dios el regalo de la fe (Efesios 2: 8) porque creyeron que existía un Dios soberano, Todopoderoso, que reina sobre toda la creación, y que los escogió a cada uno de ellos para desarrollar el plan que tuvo desde antes de la fundación del mundo (Voluntad de Dios), y que ese mismo Dios les premiaría con darles la promesa de la salvación a cada uno de ellos. A pesar de que ninguno de ellos vio la tierra prometida de Canaan, tenía la certeza, por la fe que les fue otorgada, de que verían la gloria de Dios algún día. Eso es exactamente lo que dice Hebreos 11: 1
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se vé"

Espero que, cada uno de nosotros ore porque Dios nos de las fuerzas para continuar en este camino, que recorremos por la fe que Dios nos ha dado como regalo, para que se cumpla la voluntad de Dios en nosotros y en los que Dios ponga en nuestro camino.





Dios los bendiga 

domingo, 10 de abril de 2016

Los preparativos



Lectura: Lucas 22:7-13

Esa noche Jesús junto con sus discípulos debían de participar de una fiesta a la que habían sido invitados cientos de años antes. Desde que Israel fue liberado de Egipto es que celebraban esta fiesta cada año, y en la misma fecha, debían tener todo preparado para que cuando llegue la hora solo haya que sentarse a la mesa. Pedro y Juan son los encargados de preparar las cosas para esa noche, para lo cual fue necesaria mucha FE.
¿FE? Sí. Es que una cosa hubiese sido que el Señor les haya dado la comida, el dinero para el alquiler, y todos los elementos necesarios para prepararla, sin embargo Jesús solo les dio instrucciones sobre sitios y personas desconocidas. → FE PARA CREER
No solo creyeron, sino que luego de escuchar atentamente las instrucciones de Jesús, los discípulos fueron al lugar y hallaron tal cual les había indicado. → FE PARA IR
Reitero esto que me parece importante: Un lugar desconocido, encontrarse con personas desconocidas y hablarles de una forma ilógica a mi parecer.
Finalmente una vez que vieron a Jesús hacer su parte (proveerles lugar y los elementos necesarios) los discípulos PREPARARON LA PASCUA. Erróneamente podríamos pensar que para esto no fue necesaria ninguna fe, sin embargo la Biblia en su definición de la fe NO sólo nos dice que ella es la "Convicción de lo que no se ve" sino que además agrega que la fe es la "Certeza de lo que se espera"→ FE PARA PREPARAR

Esperaban aquella cena de pascuas, tenían el deseo de sentarse a la mesa con su Señor, "lo esperaban" y creían con todo su ser que compartirían juntos aquella noche, es que cada vez que lo hacían algo fuera de lo común ocurría, de echo siempre que Jesús estaba presente ocurría algo fuera de lo común.
Cuando perdemos de vista el papel fundamental que juega la Fe en la adoración (tanto personal como la que hacemos en comunidad) ésta se torna un ritual descerebrado y sin corazón.
Hoy nosotros tenemos como necesidad básica adorar a Jesús (Aquel que nos amó y salvó por medio de su sangre), pero para eso tenemos que poner a andar la FE:
1) Fe para Creer: ...Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe.. Hebreos 11:6
2) Fe para  Ir: ...dirigid vuestro corazón al SEÑOR... 1 Samuel 7:3;
 Dame, hijo mío, tu corazón, y que tus ojos se deleiten en mis caminos. Proverbios 23:26 
3) Fe para preparar: ...prepárate para encontrarte con tu Dios... Amós 4:12 

La adoración hacia Jesús cobra sentido (deja de ser descerebrada y sin corazón) cuando la Fe actúa en toda su dimensión, Creemos en el Dios que adoramos y Esperamos ansiosos encontrarnos con Él.

Escrito por: Ale Barolin

viernes, 8 de abril de 2016

Carey conocía al OMNIPOTENTE



Guillermo Carey es conocido dentro del ámbito de las misiones como "el padre de las misiones"; y no es un nombre que le quede grande.  
Zapatero, de familia con bajo poder adquisitivo y con pocos estudios. Nació en 1761 en Inglaterra. Un joven curioso, extrovertido y amante de los idiomas. A los 18 años conoció a Cristo y su pasión empezó a crecer.

Sin embargo, con menos de 30 años se “metió en problemas”. Leyendo su Biblia entendió que el evangelio era para que todos lo escucharan, lo cual significaba que, los que tenían el precioso evangelio, debían llevárselo a los que no lo tenían para que así lo escuchasen. Decidió compartir esto con los líderes de su iglesia, los cuales no entendían la necesidad de llevar el evangelio más allá de Inglaterra, así que la respuesta que le dieron fue tajante: “Siéntate jovencito. ¡Cuando Dios decida salvar a los paganos, lo hará sin tu ayuda ni la nuestra!”. Esto, al contrario de desalentarle, fue la base de su persistencia y confianza en que Dios tenía un plan misionero para la Iglesia.

Aunque lo intentaron frenar en esa oportunidad, Carey persistió, y desde su lugar escribió un pequeño librito que sería de inmenso impacto para la iglesia y las misiones. Este libro retaba a los cristianos a establecer estructuras organizadas de misiones para alcanzar a los perdidos. Sin que pase mucho tiempo su pequeño pero poderoso libro (que por cierto lleva un título largísimo) empezó a tocar vidas, y después de un tiempo Carey estaba haciendo misiones en la India. A partir de esto se fundaron agencias misioneras y los cristianos comenzaron a salir al campo misionero en diferentes partes del mundo, siendo este el comienzo de un movimiento misionero global y organizado que ha hecho un eco increíble hasta el día de la fecha.

Una de las frases que más disfruto de él es:
“Espera grandes cosas de Dios, emprende grandes cosas para Dios.”  

CAREY SABÍA QUE DIOS TENÍA, 
¡CAREY REALMENTE CONOCÍA AL OMNIPOTENTE!

En nuestra meditación de estos días acerca de la fe, entendemos que el objeto de nuestra fe es Dios… es la confianza en la obra completa y redentora de Cristo en la cruz. Podríamos decir con el salmista “Mas yo en ti confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios.” (Sal 31.14)

Ahora, quiero que entiendas algo: si tu Dios no hace milagros, si no está moldeando tu vida, si no quiebra con tu pecado, si no te lleva al gozo continuo (a pesar de los problemas), si no cambia tu entorno y si no te desafía a grandes cosas para Su gloria… tengo que decirte que el dios que adoras, es una composición de lo que vos pensás que tiene que ser Dios. Ese dios nunca va a hacer nada, nunca va a hacer que tu vida sea aceptable ante el Dios verdadero y te va a llevar al contentamiento con tu forma de vida. Es igual que los dioses que tenían los paganos, tenían boca pero no hablaban, oídos pero no oían (Sal 115.4-8).

El único Dios omnipotente se ha revelado en la Biblia. Por eso Romanos dice que la FE viene por oír la palabra de Dios. La palabra de Dios es la única que puede revelarnos a su Autor.


¿Querés que su Espíritu te guíe sin fronteras más allá de las barreras? ¿Querés que tu FE crezca? Leé tu Biblia, no hay otra fórmula. Carey fue un hombre de FE que marcó la historia de la iglesia porque conocía al Omnipotente y sus planes le eran claros a través de la Biblia.

¿Qué comunican nuestras obras respecto a nuestra FE?


La Fe transforma, hace posible lo imposible para los que en ella viven. Pero nos resulta tan difícil volver todos los días a ella, es una lucha cotidiana y nuestras obras reflejan su estado.
Quiero con este escrito que pensemos y no nos cansemos de replantearnos en que estado de lucha estamos; está bueno que como soldados peleemos la buena batalla (1Timoteo 6:12) y nos la juguemos por Dios. No es de un día a otro que se gana la Fe, pero cuando la recibimos es un DON (regalo) de Dios, escuchando y haciendo su voluntad ganamos con ella convicción y certeza. ("La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" Hebreos 11 RVR1960).  Estamos más armados a la hora de luchar por aquello que anhelamos. Lo conseguimos por medio de ella. La batalla general entre el bien y el mal se toma de formas que (en el mejor de casos) nos preparan, entrenan, nos aferran a Dios y entonces la batallas más conocidas de nuestro día a día entre, la esperanza y la desesperación, entre el estrés y la confianza, entre la Fe y el temor las vemos de distinta forma, tenemos el arma defensiva de la Fe... ("Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos encendidos del maligno" Efesios 6:16 RVR1960). Las obras que realizamos dicen mucho de esto, Pablo nos habla de la actitud que debemos tomar al luchar por una meta, o a donde queremos llegar porque se lucha por una meta, peleando para ganar, no como un juego, no golpeando el aire...  ( "Así que yo coro y lucho, pero no sin una meta definida; no lo hago como si estuviera golpeando el viento" 1Corintios 9:26 RVC ).
Me pregunto y les pregunto ¿Qué hay de mis/tus obras?¿Qué hay de mi/tu Fe? ¿Van en conjunto y se justifican una a la otra?. Entonces intentemos ponernos en claro lo que hacemos, pensemos qué bueno sería perfeccionarnos cada vez más, y esto significa, "ser llevado a la meta". Así las obras de Abraham maduraron su Fe hasta cumplir la meta de la Fe, una obediencia incondicional a Dios. 
Animémonos, luchar no está mal, pelear por lo que vale cuesta pero nos eleva hacia lo más alto después de habernos llevado a lo mas profundo. Tomemos esto como un desafío, ya que, actos guiados por una Fe puesta en Dios es un gran acto de amor hacia EL.
Para terminar, les comparto el versículo de más arriba,pero con otra versión "Mantener la Fe es como una competencia. Haz todo lo posible para ganar la carrera y obtener la vida eterna. Dios te llamó para tener esa vida cuando declaraste la gran verdad de tu Fe ante mucha gente" 1Timoteo 6:12, PDT (Palabra de Dios para todos)

miércoles, 6 de abril de 2016

Abraham: Eligió confiar en lugar de cuestionar ☺

La galería de los héroes de la fe en Hebreos 11, parece una de esas historias emocionantes que escuchan los niños antes de dormir, y por las cuales no quieren dormir hasta escucharlas hasta el final. La fe de estos hombres marcó sus propias vidas, marcó la historia, y hoy puede marcar nuestras vidas también. Hoy, la fe de Abraham tiene algo que enseñarnos:

"Fue por la fe que Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba. Incluso cuando llegó a la tierra que Dios le había prometido, vivió allí por fe, pues era como un extranjero que vive en carpas. (...) Abraham confió en Dios (FE) y, por eso, aunque su esposa Sara no podía tener hijos y él era ya muy viejo (sus circunstancias), Dios le dio fuerzas para tener un hijo. Y es que Abraham confió en que Dios cumpliría su promesa. (...) Abraham confió en Dios cuando Dios quiso probar si él lo obedecería o no. Por eso Abraham tomó a su hijo Isaac para ofrecerlo como sacrificio. No le importó que fuera su único hijo, ni que Dios le hubiera prometido que por medio de Isaac tendría muchos descendientes. Abraham sabía que Dios tiene poder para hacer que los muertos vuelvan a vivir. Esa confianza hizo que Abraham no tuviera que matar a su hijo; y fue como si Isaac hubiera vuelto a vivir."

Cuántos cuestionamientos hubiese podido tener Abraham. "¿Por qué tengo que dejar mi seguridad y comodidad, para emprender un viaje cuyo destino no conozco?", "¿Será que Dios verdaderamente puede darnos un hijo, a pesar de nuestra edad?" O, "¿Por qué Dios me está pidiendo que haga un sacrificio humano, si nunca antes lo había hecho? ¿Cómo voy a tener una gran descendencia, si le quito la vida al único hijo que tengo?"
Cuando pasamos por pruebas, nuestra mente es susceptible a llenarse de dudas y cuestionamientos. Abraham no fue un hombre perfecto ni sin sufrimientos. Tuvo equivocaciones, tuvo que esperar con paciencia a que se cumpla la promesa de Dios, tuvo que enfrentar circunstancias adversas. Pero hay algo de su vida que debe quedar grabado a fuego en nuestros corazones: A pesar de sus circunstancias, Él confiaba en quién era Dios. Su fe no estaba en lo que veía o en lo que le parecía lógico, sino en lo que conocía de Dios, y en base a esa fe vivió.
Quien lo llamaba a emprender un viaje con destino desconocido, era el Dios que lo conoce todo. El que le dijo que haría algo que no era naturalmente posible, era el Dios de lo imposible. Aquel que le pidió que entregara a su amado hijo, no era nada menos que el Dios digno, poderoso, fiel y bueno.

Si durante una prueba miramos nuestras circunstancias, nuestra fe se puede esfumar de un momento a otro. Pero si en la prueba nos enfocamos en las promesas de Dios y en quién es Él, todo cambia. En las pruebas, podemos:
1. Conocer lo que hay en nuestro corazón. (Deuteronomio 8:2, 2° Crónicas 32:30)
2. Conocer más de Dios. (En el sufrimiento vas a poder conocer que Dios es tu consuelo; en la soledad vas a poder conocer que Él es la mejor compañía; en cualquier situación, vas a poder conocer que Él es fiel.) Él usa las pruebas para enseñarnos y purificarnos. (Job 23:10)

Pensemos...
- ¿Por qué pruebas pasé, o estoy pasando?
- ¿Cuestioné lo que Él hizo / hace / me pide? ¿Qué reina en mi corazón: mis dudas o Su palabra?
- ¿A qué promesas, y a qué características de Dios debo aferrarme durante las pruebas?

Cuando cambiemos los temores por la fe, cuando decidamos como Abraham creer ciegamente en Sus promesas, cuando obedezcamos aún sin entender, cuando tengamos esperanza a pesar de las circunstancias, cuando nos juguemos por Dios dejando a un lado las baratijas que este mundo nos ofrece... vamos a honrar a Dios con nuestra fe, y esa fe nos va a permitir experimentar el poder y la fidelidad de Dios de maneras que ni siquiera imaginamos. ☺




"Nunca tengas miedo de confiar un futuro desconocido a un Dios conocido."
- Corrie ten Boom