Mostrando entradas con la etiqueta firmeza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta firmeza. Mostrar todas las entradas

martes, 6 de diciembre de 2016

El abrazo que Pedro nos dejó


Llegando al final del año es cuando comenzamos a hacer un repaso de todo lo que vivimos, metas cumplidas, cosas que hicimos y dejamos de hacer, llegamos cargados de clases, horas viajando en cole de un lado a otro, exámenes, trabajo, buenos momentos pero también malos, pruebas, piedras en nuestro camino, tristezas, preocupaciones. En el mundo en que vivimos vemos agresiones, discriminación, el recurrente llamado bulling, aveces no sólo lo vemos si no que llegamos a vivirlo en carne propia, para un cristiano estas cosas son causa de desánimo y muchas veces hasta produce que quitemos los ojos del gozo que nos da el Señor. Es por eso que me vi en la necesidad de compartir el abrazo de consuelo que nos dejó un hermano, hace ya casi 2000 años.
Primero hablemos un poco de este Pedro al cual Cristo dejó la tarea de apacentar sus ovejas, aquel Pedro terco de carácter que anhelaba seguir a su Señor hasta el final, aquel que se vio quebrantado al ver que a quien seguía no amaba ni un poco comparado con el amor que recibía. Cuando Jesús le preguntó tres veces "me amas?" Cada una de ella representaba una menor muestra de amor, la tercera, puede traducirse como "me tienes al menos un poco de estima?", cuando le negó tres veces Cristo lo miró, su corazón sintió cuán poco le amó, ahí, conoció el dolor de fallar a Dios.
Nosotros le fallamos de igual manera y pudimos sentir ese dolor. Esto lo traigo a memoria por una simple razón.

Jesús dijo:
Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Lc 21:17.

Muchas veces esperamos que nos dejen de lado por ser creyentes, pero sin duda el actuar del otro es un arma del enemigo en contra de los que somos del Señor. El príncipe de este mundo quiere (más que nada) cristianos apartados, jóvenes que dejen sus Iglesias por el mundo, creyentes sin gozo.

Más adelante en Lucas 22:31-32 lo vemos así:

Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.

Sabemos que pasaremos aflicción, más aún que seremos presa del león que nos acecha, que lo malo que le pasa a otros a nosotros nos pasa por el sólo motivo de hacernos caer. Hermanitos, nosotros que debemos estar firmes, muchas veces nos descarriamos por no buscar las fuerzas en nuestro Señor, buscar ese abrazo. Recién pudimos ver quien tiene un abrazo de nuestro Jesús para animar nuestros corazones, sesenta y tantos años luego de escuchar estas palabras, Pedro escribió:

Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; por que haciendo estas cosas no caeréis jamás.
Por que de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente.
Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación;
Sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.
También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas. 2Pedro 1:10-15.

Siempre que el mundo los quiera voltear recuerden este consejo de amor, este abrazo de contención que a través de Pedro el Señor nos dejó, no se alejen de la elección que hicieron por mi nos dice, yo estoy esperando el día de abrazarlos cuando me reúna con ustedes. Mientras tanto, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Dice el Señor.
Que en este día puedas pensar en todo el año, sabiendo que todo lo vivido, malo o bueno, lo ha permitido Dios para que podamos sólo decir: "gracias Señor por haberme acompañado hasta aquí".

viernes, 20 de mayo de 2016

"El sintió el mismo celo que yo..." (Dios)



"En ese momento, mientras todos lloraban a la entrada del tabernáculo, un israelita llevó a una madianita a su carpa ante los ojos de Moisés y de todo el pueblo. Cuando Finees, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, los vio, se levantó de un salto y salió de la asamblea. Fue y tomó una lanza y corrió detrás del hombre hasta la carpa.Con la lanza, Finees atravesó el cuerpo del hombre y perforó hasta el estomago de la mujer. Entonces se detuvo la plaga contra los israelitas."
Números 25:6-8

Israel estaba avanzando hacia su conquista final: la tierra prometida, Canaán. Pero para lograrlo tenían que pasar por pueblos que no conocían ni adoraban a Dios, por lo que el Señor les advirtió claramente que no debían mezclarse con los otros pueblos.
En su avanzada el pueblo llegó a Moab.
Comenzando el capitulo 25 de Números vemos que el pueblo ya estaba haciendo oidos sordos a las palabras del Señor.
"... y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab..."
"Y el furor de Jehová se encendió contra Israel."

Para entender porque se encendió el furor de Jehová y que no lleguemos a pensar en un Dios exagerado, me gustaría que con sinceridad respondas estas preguntas:
¿Te sentiste traicionado?¿Te fueron infiel alguna vez?¿Te causó dolor esa situación?

Bueno... si te pasó entonces podes entender mejor lo que Dios sintió.
Él realmente se airó, al punto de mandar a matar a los príncipes del pueblo, para que el pecado de Israel fuera perdonado y su ira se apartara.

El pueblo estaba en un estado desagradable y corrompido, y Dios había dictado su sentencia, pero esto parecía no bastar para la maldad y desobediencia del pueblo.

Como vemos en los versículos del principio, un hombre llevo delante de los ojos de Moisés y de toda la congregación, a una madianita a su tienda, para consumar el pecado que Dios tanto aborrece: acostarse con ella y serle infiel a Dios.

Pero había al menos un hombre, Finees, que veía como Dios veía. Estaban tan limpios sus ojos como para darse cuenta de lo mal que estaba actuando este hombre, Zimri. Y no solo verlo sino, y lo mas importante, hacer algo al respecto.
Dios lo describió con estas palabras: "Pues en su celo por mi, su Dios, purifico al pueblo de Israel, y los hizo justos ante mi."

Finees tenia celo por Dios ¿Qué significa esto?
  • Que el sintió lo que Dios sentía. El sintió el dolor que Dios tenia en su corazón por ese pecado.
  • El sintió el enojo que Dios tenia.
  • El actuó como Dios quería. Arrancando el pecado de raíz.

Finalizando esta reflexión quiero que te quedes con esto: Debemos tener celo por Dios, tenemos que sentir como Dios siente respecto al pecado, y actuar frente a el como Dios espera que actuemos, sea en nuestras propias vidas o respecto a otras personas. Teniendo en cuenta siempre Su amor, pero también Su santidad.
Dios sabe que no podemos amar de todo nuestro corazón a dos cosas, al pecado y a Él. Por eso quiere que seamos celosos de las cosas que nos separan de Él. Nuestro Dios no es caprichoso, el conoce nuestras debilidades y por eso nos manda a ser obedientes y cuidadosos, en nuestras vidas y en nuestra familia de la fe.

¿Sabes que siente Dios por el pecado?¿Sabes que es lo que causa su ira?¿Sabes que es lo que el hace frente al pecado? (Si no tenes respuestas para alguna de estas preguntas, indaga en la Biblia, y se que las vas a encontrar)
¿Sentís lo mismo que ÉL? ¿Actúas como Él?...
¿Te imaginas que Dios te diga: ........(tu nombre) sintió celo por mi?

Deseo que sintamos el mismo celo que ÉL.

Escrito con la colaboración de Juan Cruz Mión.

miércoles, 27 de abril de 2016

Mi fe en el fuego


Unos amigos se encontraban en una situación difícil: estaban rodeados de personas que no compartían su fe, eran presionados a vivir como ellas vivían; se estaban dictando leyes que eran totalmente contrarias a sus creencias, y como si fuera poco, recibían amenazas si se les ocurría estar en desacuerdo con ellas. ¿Encontrás alguna semejanza con nuestra realidad?
Tener fe en Dios implica ir en contra de la corriente de este mundo. Parece muy difícil, pero vemos en la Biblia, a través de la historia de tres valientes jóvenes, que es posible mantener nuestra fe en Dios y darle la gloria a Él en medio de un mundo que lo niega.
Te invito a leer la historia de Sadrac, Mesac y Abed-nego (libro de Daniel, capítulo 3).
El rey Nabucodonosor mandó hacer una estatua de oro, diciendo que quien no se incline para adorar a la estatua, sería arrojado de inmediato a un horno encendido. Pero Sadrac, Mesac y Abed-nego, tenían fe en que obedecer a Dios es la mejor decisión. Su fe los llevó a...
- Estar firmes
Había llegado el momento de arrodillarse ante la estatua, pero ellos no cedieron. Cuando el rey lo supo, les dio otra oportunidad para que la adoraran; si lo hacían, les perdonaría la vida. Recordá esto: El mundo siempre va a darte otra oportunidad... para que niegues tu fe. Día tras día te vas a encontrar con pruebas que van a desafiar tu fe, pero no dejes que las circunstancias cambien tus principios, mantente firme.
¿Tenés claro cuáles son tus creencias? ¿Se basan en la Palabra de Dios? ¿Estás firme en ellas?

- Entregar todo
Como si ellos hubiesen leído las palabras de Pablo, en Romanos 12:1-2, las vivieron en carne propia: "preséntense ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios! Y no adopten las costumbres de este mundo...". Estuvieron dispuestos a arriesgar su vida, se entregaron por completo, decididos a hacer la voluntad de Dios y confiando en que Él es bueno y soberano. Muchas veces vamos a tener que sacrificar la aprobación de los demás, nuestro tiempo, nuestras amistades, a causa de nuestra fe. Quizás no sufrimos persecución de la misma manera que otros países la sufren, pero sí va a haber muchos en tu contra cuando te pares firme a defender las verdades de Dios. Más allá de eso, a medida que conozcamos más a Dios, más va a crecer nuestra fe, y más nos vamos a dar cuenta de que Él se merece todo de nosotros, sin importar lo que digan los demás.
¿Qué es lo que te cuesta sacrificar por Dios?

- Experimentar a Dios
Dios nunca nos deja solos en medio de las pruebas, aunque muchas veces es lo que nuestro corazón siente. En el caso de Sadrac, Mesac y Abed-nego, ellos mismos experimentaron la ayuda de Dios en medio del horno de fuego. Dios, el verdadero Dios, los protegió y los libró del fuego que los rodeaba. La fidelidad de ellos para con Dios y la fidelidad de Dios para con ellos hizo que otras personas depositaran su fe en este verdadero Dios. Por más difícil que sea la prueba que estés pasando, recordá que Dios está a tu lado para ayudarte, y lo que hoy es tu prueba, mañana puede ser un testimonio para los demás de que Dios es fiel, más allá de todo.
¿Estás viviendo esta prueba de la mano de Dios? ¿Qué le estás mostrando a los demás acerca del verdadero Dios?

 Cuando te encuentres amenazado por el fuego de la prueba de tu fe, recordá las palabras de Pedro:
"Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo." (1° Pedro 1:6-7)
Mantenernos firmes es difícil, entregar todo a Dios no es un esfuerzo menor, y experimentar a Dios en medio de la prueba no siempre es fácil, pero en oración pidámosle a Dios que nuestra fe siga firme en medio del fuego, para Su gloria. Él es fiel.