lunes, 28 de octubre de 2013

Permanecer



"Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá." Juan 15:7

Wiliams MacDonald dice que: "Permanecer es el secreto de la vida de oración con éxtio"
Ahora bien, definamos que es PERMANECER.
Permanecer es estarse quieto, mantener una posición, nosotros los cristianos tenemos una posición en Cristo. Un pámpano vive gracias a la vid, y se alimenta de la vid, así, permanecemos en Cristo orando cada día, leyendo y obedeciendo su palabra, teniendo comunión con su pueblo, dependiendo al ciento por ciento de la vid, de Cristo.

El verso 5 claramente dice que separados de él nada podemos hacer.
Permanecer y depender del maestro es vital para los hijos de Dios. ¿Por qué? el creyente al igual que el pámpano debe ser limpiado, es decir, que necesita atravesar pruebas, con la particularidad de que tiene 2 formas de hacerlo: solo o unido a Cristo. Para hacerlo de la mano de nuestro salvador debemos escuchar y poner en práctica lo que nos dice su palabra, debemos buscar en oración y apoyarnos en nuestros hermanos; de esta forma estaremos obedeciendo lo que Cristo nos mando y sus palabras permanecen en nosotros. Que permanescan en nosotros hace referencia a hacer la voluntad de Dios. El que haga la voluntad de Dios, obtendra el entendimiento el discernimiento y la sabiduría necesaria para pedir lo mejor para su vida, y no caben dudas de que se le dará todo lo que pida.
Necesitamos permanecer en Cristo, dejar que el viva su vida en nosotros y así aprovechar y disfrutar del ofrecimiento más grande que se nos haya hecho.

Dios te ayuda, su Espirítu Santo te capacita para que puedas permanecer en Él.

viernes, 25 de octubre de 2013

¿Cuál es el verdadero éxito?


"Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó."

 A Jesús le seguían locos, enfermos, lunáticos, endemoniados, pobres, y gente con toda clase de enfermedades. ¿ Por qué entonces voy e esforzarme para que me siga gente que yo considero importante, intelectual, motivadora? Si Jesús eligió que lo sigan tales personas, y si yo quiero ser como Jesús, ¿como voy a seguir actuando?¿como voy a ser a partir de ahora?. 

 Por algún motivo, poco a poco hemos sido deslumbrados por las luces, y por las masas de gente. Cuanto más tenemos y cuanto más conocidos somos, es cuando más éxito logramos. Sin embargo, ese no es el tipo de cristianos que la Biblia nos enseña. ¿Dónde queda el "poner la otra mejilla", o dónde el "servir a los demás"? Como dice una vieja canción, si como cristianos no reflejamos a Jesús, perdemos nuestra meta. 

¿Cual es nuestro objetivo como cristianos? ¿Comprar y tener cosas? Porque si así fuera, entonces estamos siguiendo un mal modelo, porque no es lo que Jesús enseño. No perdamos de vista la meta, no olvidemos que todo consideramos como perdida en honor de alcanzar lo que no se corrompe, lo que no se pierde.

Escrito por: Lucas Bonet

miércoles, 23 de octubre de 2013

Camino a Emaús


“Dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. Hablaban entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. Y sucedió que, mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acerco y caminaba con ellos.” Lc 24:13-15 “y aconteció que, estando sentado con ellos a la mesa, tomo pan, lo bendijo, lo partió y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron; pero él desapareció de su vista.” Lc 24:30-31                            

Los dos discípulos que caminaban a Emaús arrastraban sus sandalias en el polvo, la tristeza se dibujaba en sus rostros mientras se preguntaban:
Qué clase de Dios es este, que nos ha dejado acá solo sin esperanza. Y estaban distraídos, desatentos en sus tristes pensamientos que no se daban cuenta que aquel que caminaba cerca de ellos era Jesús. Pero, hoy no les puedo culpar a ellos, porque muchas veces yo también he caminado rumbo a Emaús con mis pies arrastrándose y mi mirada perdiéndose en el vacío y en mi estado no me he percatado de la presencia del señor a mi lado.
En este camino me he encontrado carente de fe y carente de visión. Los discípulos de Emaús esperaban un reino terrenal y perdieron de vista el reino espiritual. Yo no quiero hoy ir rumbo a Emaús en busca de un reino terrenal, porque podría perder de vista el reino espiritual.
¿Somos diferentes a los viajeros cargados y tristes de Emaús? No, muchas veces nos hacemos la cabeza, y nos preocupamos por los problemas terrenales que no vemos que estamos bajo la misma sombra de la cruz. El problema es que dejamos de soñar y de mirar los secretos escondidos en cada detalle de Dios y circunstancias de la vida.
Hoy necesito aprender a esperar en las promesas de Dios. La esperanza no es un deseo otorgado o un favor que me llega, es mucho más que eso. La esperanza es una dependencia total de Dios quien a veces nos sorprende fuera de nuestros planes para ver nuestra reacción.
El Señor pacientemente hablo con ellos y no se les revelo sino hasta cuando llegaron a casa y allí sentado con ellos en la mesa, tomo el pan y cuando lo partió sus ojos se abrieron.
Hoy quiero quedarme a los pies del Maestro y aprender a confiar y a esperar quietamente ante su amor. Su amor todo lo llena y todo lo transforma. Este es el día para ver brillar el sol por encima de mis dudas y de mis temores y entonces levantar mi mirada al infinito mientras digo: “Gracias Señor porque eres todo para mi”


Escrito por: Natanael Peralta

viernes, 18 de octubre de 2013

Dios cuida de nosostros


“He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempo de hambre. Nuestra alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado. Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti.” Salmos 33:19 – 22

Nuestra vida, como cristianos o no, está llena de desafíos, que día a día debemos afrontar. Sin importar como estemos emocionalmente, físicamente o mentalmente. Nos pasan cosas que no son siempre fáciles de afrontar, superar, o ni siquiera transitarlas. Pero, en este momento, te quiero contar, que nada está perdido… Tenemos un Dios capaz de hacer cosas que vemos imposibles, cosas que no nos imaginamos, tenemos un Dios de mucho poder. Dios nunca cambia. Es el mismo que leemos en historias bíblicas, y del que escuchamos los milagros en las prédicas, sólo que hay que estar seguros y confiados en nuestro Dios y en su grandeza. Como dice este versículo, Dios tiene puesto sus ojos, sobre los que de Él temen, sobre los que lo siguen. Dios nunca nos abandonará, y este versículo, nos invita a alegrarlos en el amor de Dios, en su misericordia y en su poder. Aunque es una reflexión cortita, es lo que Dios puso en mi corazón al momento de escribirlo. Te invito a que si estás en algún momento duro, difícil, que te preocupa, puedas orar a Dios y estar confiado en que Su obrar, es perfecto, y que siempre tiene un propósito. 
Cualquier cosa que necesites, estamos para ayudarte y orar por vos. Dios te bendiga

Escrito por: Laura Degiorgio






miércoles, 9 de octubre de 2013

Mi historia

Me llamo Antonella Belén Goy tengo la edad de 15 años. 

Mi historia comienza más o menos así: nací y crecí en un hogar cristiano, mi madre era una fiel apasionada por Dios, mi padre amaba a Dios, mis hermanos, bueno mis hermanos solo creen en Dios. El más grande durante su adolescencia desarrollo muchos problemas de mala conducta, en repetidas ocasiones mis padres lo encontraron con posesión de mariguana. Nunca olvidare como mi madre cada día doblaba sus rodillas en su habitación y clamaba por la vida de mi hermano.

Desde mi infancia mi madre me enseñaba a amar a Dios y me enseño muchos principios bíblicos. Aunque a esa corta edad honestamente no tenía mucho interés por todo eso, detestaba tener que dejar de jugar con mis amigas/os para tener que ir a la iglesia “a escuchar las aburridas predicas” ¿Es que a que niño le gustaría eso?
Con nueve años mi vida comenzó a tener varios cambios, mamá, papá y mis dos hermanos estaban muy raros. ¿Qué pasaba?
Mamá había enfermado de lupus, mi hermano mayor había entrado a un centro de rehabilitación por su adicción, mi hermano menor sufría de bullyng, mi padre no soportaba tanta carga. 
Mi vida, mi familia, mi todo se comenzó a romper de apoco, mi hermano mayor era adicto a las drogas, mi otro hermano se auto mutilaba porque no soportaba el acoso de los compañeros por ser gordo, mamá fingía estar bien, y papá era el pilar.
Cuando mi madre se va a hacer un estudio por su enfermedad (lupus) le detectaron cáncer de útero. Recuerdo ese día, cuando su hermoso rostro se empapo de lágrimas; los médicos le habían dado un diagnóstico de 2 meses de vida, tengo palpable las palabras que pronunció en ese momento “Mi Dios, tu eres el dueño de mi vida, tu sabes lo que harás”.
Pasaban los meses, mamá cada vez más deteriorada, la enfermedad se estaba apoderando de su vida, su rostro perdió luz, su figura cada vez se asemejaba a un esqueleto,  su cabello ya no lo tenía, pero su Fe, su bondad y su amor por la vida ¡estaban intactos! 
Era algo muy desagradable, tener 11 años, llegar del colegio y ¡verla a ella muriendo en una cama! En esos momentos me preguntaba ¿Y Dios dónde está? ¿Se olvidó de nosotros?
Un 16/06/10 mamá entra a la clínica muy grave, yo sabía que ella no iba a estar bien, que ya se iba. Con la fuerza que me quedaba entré en la habitación y recuerdo como tomo mi mano y me dijo: TE AMO HIJA.  Podía sentir como mi corazón se quebrantaba, como se moría una parte de mí.
Al otro día (17 de junio de 2010), papá me levanta, lo primero que hago es preguntar: ¿Mamá como esta? Mi padre no contuvo las lágrimas, y me dijo: Se fue con el Señor…
Entre en shock. No lo podía creer. No pensaba que era cierto, es que ¿cómo explicarle a una niña de 11 años, que el Dios de amor, de bondad, de paz, de misericordia, se había llevado a su todo?, que se la llevo y que no la iba a volver a ver nunca. ¿Cómo? 
Me sentía molesta, enfadada con Dios, no quería saber nada de Él.

Cinco meses después de la muerte de mi madre, la vida me vuelve a pegar una bofetada  fallece mi abuelo de cáncer… En un mismo año lo estaba perdiendo todo.
En ese momento fue cuando se me planteo la idea de que: Si Dios existiese, no hubiese permitido la muerte de mi madre, ni que mis hermanos se drogue, ni la muerte de mi abuelo, ni la depresión de papá, ni el intento de suicidio de mi abuela.
Una amiga (Diamela) me invitaba muy seguido a una iglesia, fui una vez para cumplir con ella, más que para otra cosa, en esa iglesia me comencé a sentir muy cómoda con el grupo de jóvenes, con lo amables que son, con su didácticas y formas de marcar la diferencia. Comencé a ir más seguido y a aprender más de Dios, hasta que llegó el momento en que tuve un encuentro con él, y allí comenzó mi relación. ¡me sentía muy apasionada! 

A los 13 años, me llamaron por primera vez GORDA, y cada vez lo hacían más seguido, fue entonces donde apareció mi amiga MIA (bulimia), la palabra GORDA entro en mí como un puñal!
A los 14 años, estaba hundida en una depresión sin fin, con un intento de suicidio, me auto mutilaba, enferma de bulimia.. Estaba completamente enferma emocionalmente..
Hoy en día con 15 años, supere la depresión y día a día lucho contra la bulimia! Tengo cicatrices que me muestran errores del pasado. Me equivoco día a día.
Pero déjenme decirles algo, nada pero NADA va a poder separarlos del amor de Dios, somos seres imperfectos, todos los días le fallamos y Él nos ama sin importar nuestra maldad:

Ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor!
Romanos 8:39

Hay un Dios, que nunca se olvida de nosotros, que no nos da pruebas que nosotros no podamos soportar, que nos ama tanto que mando a su único hijo a morir por personas que todos los días le falla. La gracias y la misericordia de Dios, están con nosotros todos los días de nuestras vidas.
Con 15 años, pase por dos muertes, por soledad, tristeza, depresión, auto mutilación, bulimia, intento de suicidios. Pero ahora entendí que no importa lo que haga, ÉL me sigue amando y nunca me dejara sola.

He pasado tantas veces por el valle de la oscuridad. Y te puedo decir que es difícil estar allí. Tengo cicatrices que cuentan  historias que me han hecho crecer.
Pero ves, aún estoy aquí más fuerte que nunca. Todo esto se debe  a que he puesto mi confianza En aquel que me llamo y que su respaldo me prometió Y NUNCA HE ESTAD SOLA, DIOS NUNCA ME HA ABANDONADO, y si todavía hoy estoy aquí es porque tengo su fuerza, NO ESTOY SOLA.
 La victoria siempre ÉL me ha dado y si ves que he podido vencer, es porque lo he entregado todo, he reconocido que es ÉL quien tiene el poder 

ÉL NUNCA TE DEJARA, CONFÍA CON TU CORAZÓN. TU NO ESTAS SOLO!

lunes, 7 de octubre de 2013

Barcos limpios


      
Conozco a alguien que hace muchos años tuvo la experiencia de haber viajado en un gran barco. En una de las charlas que tuve con él me contó que durante el tiempo en que estuvo viajando, una vez el barco tuvo que parar en un lugar especial para que se le haga una limpieza de su casco. En el largo viaje por el mar, en el casco del barco se van quedando adheridas algas, mariscos y demás cosas que hacen que el barco avance más lento. Estas cosas se acumulan creando resistencia y también dañando lentamente la estructura del barco. ¡Por suerte esas cosas se pueden limpiar!

       Hebreos 12:1 dice:
“…quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante.”

      
¿No será que nosotros también necesitamos esa limpieza que los barcos necesitan?

       En nuestra vida día a día estamos propensos a que se nos adhieran aquellas cosas que nos impiden avanzar o incluso nos impiden andar de la manera en que Dios quiere. Muchas veces dentro nuestro hay cargas y culpas que nos pesan; malas conductas y hábitos que empezamos a practicar y nos hacen mal, ¡y el pecado que nos impide avanzar! ¿Qué pensará Dios de esto?

       Dios conoce nuestro interior; sabe que somos propensos a pecar y a cargar sin motivo cosas que nos hacen mal; sabe que en este ‘mar’ del mundo, muchas veces se nos adhieren esas cosas que nos pesan y nos impiden avanzar. Por esto, gracias a que Jesús recibió en la cruz ese castigo que nosotros mereceríamos por nuestro pecado, Dios nos permite acercarnos a Su presencia y confesar nuestros pecados, para que Él nos limpie. Él desea que estemos limpios. En el libro de Isaías vemos que Dios le dice a su pueblo:

“¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal! Vengan, pongamos las cosas en claro –dice el Señor-. ¿Son sus pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana!” (Isaías 1:16,18)
       Ante estas cosas, sigamos el ejemplo de David. Ese hombre ‘conforme al corazón de Dios’, que en un momento de su vida se dio cuenta de que estaba cargando con un peso y un pecado muy grande, y escribió esto:

“Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable;
a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados.
Lávame de la culpa hasta que quede limpio y purifícame de mis pecados.
Pues reconozco mis rebeliones; día y noche me persiguen.
Contra ti y sólo contra ti he pecado; he hecho lo que es malo ante tus ojos.
Quedará demostrado que tienes razón en lo que dices y que tu juicio contra mí es justo…
Purifícame de mis pecados, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
No sigas mirando mis pecados; quita la mancha de mi culpa.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí.”
(Parte del Salmo 51)

       No tiene sentido que los barcos, pudiendo limpiarse, sigan recorriendo el mar con esas cosas adheridas a ellos que sólo sirven para que no avancen como deberían avanzar. ¡No hagamos eso nosotros con nuestro corazón! No sigamos cargando ese peso… quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante.

miércoles, 2 de octubre de 2013

CONOCIENDOLO



“Y esta es la VIDA ETERNA: que te CONOZCAN a TI, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” (Juan 17.3)

En una de mis clases de inglés teníamos una actividad en la que la profesora pasaba diferentes canciones de artistas seculares y teníamos que decir quién era el artista. La verdad que de música secular, cero a la izquierda.
Entonces, viendo la profesora mi ignorancia del tema, me preguntó qué tipo de música escuchaba, y le empecé a describir los distintos artistas cristianos. Ella, un poco sorprendida y quizás molesta me dice: - A pesar de que escuches ese tipo de música, ¡tendrías que conocer de estos artistas! ¡Es cultura general! ¡SON PERSONAS RENOMBRADAS Y RECONOCIDAS POR TODO EL MUNDO QUE TUVIERON Y TIENEN MUCHA INFLUENCIA EN LA ACTUALIDAD!
La conversación siguió… pero a mí me quedó retumbando como esta profesora aludía a la necesidad de conocer de esta gente. ¡Ella estaba SEGURA que estas personas no podían pasar desapercibidas por sus cualidades artísticas!

Cuán fácil nosotros, siendo hijos de Dios, dejamos pasar desapercibida la persona de JESÚS ¡Cuán fácil negamos el conocimiento del hombre más increíble de la historia! ¡Cuán fácil anulamos Su dominio en nuestras vidas con nuestros actos!

Si te gusta la música o el arte, estoy seguro que has pasado horas buscando fechas, nombres, datos y hasta el CD más inédito de aquella persona o artista que admirás. ¿Has hecho lo mismo con Dios? ¿Pasas horas conociendo de Su esencia, para así conocer Su voluntad en tu vida?

“Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento, para que podamos CONOCER al Dios verdadero. Y ahora vivimos en comunión con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo…” (1 Juan 5.20)

Dios mismo ha insistido en relacionarse con nosotros al punto tal de dar a su Hijo para que así podamos conocerlo (Rom 1.19). Veamos 3 puntos:

- CONOCERLO ES POSIBLE! Ha creado una naturaleza perfecta y equilibrada que declara Su Gloria (Rom 1.20); ha hecho un pacto con nosotros para que sepamos que el Dios (Jeremías 31:33-34)
- CONOCERLO ES NECESARIO! Para relacionarnos con él (Jerem 24.7) y para conocer nuestra propia naturaleza de pecadores (Lucas 5.8)… y así poder llegar a la salvación (Juan 14.7)
- CONOCERLO ES URGENTE! Si no conocemos a Dios, su naturaleza y esencia, quedaremos expuestos irremediablemente a que el enemigo haga lo que se le antoje con nuestras vidas (Oseas 4.6 - muy importante)

Hermano, hermana… la Biblia es la Historia de Dios y en ella podemos ver interminables cualidades y atributos de Dios. Cuando leas capítulos (como el Salmo 62) tu vida se llenará de esperanza, de amor, de alegría y de innumerables sensaciones que produce el conocer más de tu Papá Celestial. ¡NO TE LO PIERDAS!  EL MAS DESTACADO LÍDER DE LA HISTORIA QUIERE QUE LO CONOZCAS! ¿Qué esperas?