miércoles, 30 de septiembre de 2015

Contraindicaciones del S 119 PDD


Llegamos al final de este tremendo salmo y no hemos dejado de ver cada día los beneficios que la palabra de Dios trae a nuestra vida cuando la leemos y aplicamos (suministramos), es como “…medicina para los huesos"  Prov.16:24. Sin embargo, como con toda medicina, al final de su prospecto médico esperaríamos encontrar las contraindicaciones de la misma. Pacientes a los cuales no aplicarlas, advertencias y precauciones a tener en cuenta, interacciones con otros medicamentos, reacciones adversas y causas negativas por sobredosificación.
Sin embargo…
Llegamos al final de nuestro prospecto del S119 PDD (Salmo 119, Palabra de Dios) y en lugar de las contraindicaciones comunes y silvestres nos encontramos con más y más beneficios para quien la consuma. Te invito a no despegarte de tu silla y que juntos terminemos de conocer los efectos que produce en nosotros la biblia.
  • ·         Produce entendimiento: ¿Qué es lo que me permite entender? Me permite entender cuál es la voluntad de Dios y como yo quepo en ella, eso hacen sus palabras. (Sal. 119:169)
  • ·         Confirma su promesa: El cumplimiento de esa voluntad revelada es la promesa que podemos esperar y reclamar. (Sal. 119:170)
  • ·         Produce alabanza en mis labios: Al ver como Dios se ocupa de que estemos bajo la cobertura del reino y no nos salgamos de ella, esto lo logra al enseñarnos las normas de su reino: “estatutos”. (Sal. 119:171-172)
  • ·         Produce seguridad: Su mano nos protege cuando decidimos por sus principios (Sal. 119:173).  “Nadie nos puede sacar de su mano” Jn. 10:28.
  • ·         Produce deseos de estar con Dios: Cuando vivimos de acuerdo a la revelación de Dios para nuestra vida (Sal. 119:174). “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes." Stg. 4:8
  • ·         Nos humilla: Para que entendamos cuál es nuestra condición (Sal. 119:176). Si bien esto aparece en último lugar, es lo primero que la palabra de Dios produce en mí. Es el objetivo primario de ella. Hacernos humildes al entender nuestra condición de pecador porque de esa manera, solo así es que recibimos y alcanzamos la gracia de Dios (Stg. 4:6) necesaria y suficiente para ser salvos.


Hay una frase que dice DEMASIADO BUENO COMO PARA SER CIERTO. Quizás por esto muchos han hecho a un lado la biblia de sus vidas, otros quizás no tan drásticos y de vez en cuando le echan una miradita (a ver si Dios tiene algo para mí). La verdad es que si decís creer en ella entonces no basta con una miradita cada tanto y menos que seas totalmente indiferente. Si pretendes que un medicamento te haga efecto y te sane de una enfermedad, no puedes tomarlo cada cuando tengas ganas ni menos tenerlo guardado en el botiquín y sin abrir. Nunca te va a afectar, lo mismo sucede con la biblia, NO puedes ser indiferente a ella y NO puedes leerla cuando tengas ganas. TENÉS que CONOCER lo que dice para que puedas saber qué APLICAR.


“Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas. Josué 1:8”

Escrito por: Alexis Barolin

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