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miércoles, 6 de abril de 2016

Abraham: Eligió confiar en lugar de cuestionar ☺

La galería de los héroes de la fe en Hebreos 11, parece una de esas historias emocionantes que escuchan los niños antes de dormir, y por las cuales no quieren dormir hasta escucharlas hasta el final. La fe de estos hombres marcó sus propias vidas, marcó la historia, y hoy puede marcar nuestras vidas también. Hoy, la fe de Abraham tiene algo que enseñarnos:

"Fue por la fe que Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba. Incluso cuando llegó a la tierra que Dios le había prometido, vivió allí por fe, pues era como un extranjero que vive en carpas. (...) Abraham confió en Dios (FE) y, por eso, aunque su esposa Sara no podía tener hijos y él era ya muy viejo (sus circunstancias), Dios le dio fuerzas para tener un hijo. Y es que Abraham confió en que Dios cumpliría su promesa. (...) Abraham confió en Dios cuando Dios quiso probar si él lo obedecería o no. Por eso Abraham tomó a su hijo Isaac para ofrecerlo como sacrificio. No le importó que fuera su único hijo, ni que Dios le hubiera prometido que por medio de Isaac tendría muchos descendientes. Abraham sabía que Dios tiene poder para hacer que los muertos vuelvan a vivir. Esa confianza hizo que Abraham no tuviera que matar a su hijo; y fue como si Isaac hubiera vuelto a vivir."

Cuántos cuestionamientos hubiese podido tener Abraham. "¿Por qué tengo que dejar mi seguridad y comodidad, para emprender un viaje cuyo destino no conozco?", "¿Será que Dios verdaderamente puede darnos un hijo, a pesar de nuestra edad?" O, "¿Por qué Dios me está pidiendo que haga un sacrificio humano, si nunca antes lo había hecho? ¿Cómo voy a tener una gran descendencia, si le quito la vida al único hijo que tengo?"
Cuando pasamos por pruebas, nuestra mente es susceptible a llenarse de dudas y cuestionamientos. Abraham no fue un hombre perfecto ni sin sufrimientos. Tuvo equivocaciones, tuvo que esperar con paciencia a que se cumpla la promesa de Dios, tuvo que enfrentar circunstancias adversas. Pero hay algo de su vida que debe quedar grabado a fuego en nuestros corazones: A pesar de sus circunstancias, Él confiaba en quién era Dios. Su fe no estaba en lo que veía o en lo que le parecía lógico, sino en lo que conocía de Dios, y en base a esa fe vivió.
Quien lo llamaba a emprender un viaje con destino desconocido, era el Dios que lo conoce todo. El que le dijo que haría algo que no era naturalmente posible, era el Dios de lo imposible. Aquel que le pidió que entregara a su amado hijo, no era nada menos que el Dios digno, poderoso, fiel y bueno.

Si durante una prueba miramos nuestras circunstancias, nuestra fe se puede esfumar de un momento a otro. Pero si en la prueba nos enfocamos en las promesas de Dios y en quién es Él, todo cambia. En las pruebas, podemos:
1. Conocer lo que hay en nuestro corazón. (Deuteronomio 8:2, 2° Crónicas 32:30)
2. Conocer más de Dios. (En el sufrimiento vas a poder conocer que Dios es tu consuelo; en la soledad vas a poder conocer que Él es la mejor compañía; en cualquier situación, vas a poder conocer que Él es fiel.) Él usa las pruebas para enseñarnos y purificarnos. (Job 23:10)

Pensemos...
- ¿Por qué pruebas pasé, o estoy pasando?
- ¿Cuestioné lo que Él hizo / hace / me pide? ¿Qué reina en mi corazón: mis dudas o Su palabra?
- ¿A qué promesas, y a qué características de Dios debo aferrarme durante las pruebas?

Cuando cambiemos los temores por la fe, cuando decidamos como Abraham creer ciegamente en Sus promesas, cuando obedezcamos aún sin entender, cuando tengamos esperanza a pesar de las circunstancias, cuando nos juguemos por Dios dejando a un lado las baratijas que este mundo nos ofrece... vamos a honrar a Dios con nuestra fe, y esa fe nos va a permitir experimentar el poder y la fidelidad de Dios de maneras que ni siquiera imaginamos. ☺




"Nunca tengas miedo de confiar un futuro desconocido a un Dios conocido."
- Corrie ten Boom

viernes, 18 de diciembre de 2015

El creyente también sufre

     Muchas veces eh oído predicar un Dios de sanidad, prosperidad económica y éxito. Lo cierto es que aquellas personas que se acercan a Dios por estas cosas no tienen más que un corazón interesado; y aunque lo hacen con FE, a la larga, abandonan la carrera ¿Porque? Porque cuando llegan los problemas reales, que la Biblia también refiere, se decepcionan de ese Dios del que les hablaron. El efecto adverso que esto produce no es a lo que quiero aludir, pero realmente es triste.
     La realidad es que Jesús nos lo deja claro en Su palabra: 

"En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." Juan 16:33

Qué fácil sería creer en Dios y mantenernos firmes en la carrera, y ¿Para qué un cielo si aquí todo fuera perfecto? 
   
   Lo distinto que tenemos de aquellos que no han creído, no es la solución a los problemas sino a nuestro corazón: ESPERANZA.
Tenemos esperanza por muchas razones:

          Propósito divino: "Puedes hacer todos los planes que quieras
pero el propósito del Señor prevalecerá." Proverbios 19:21 
          Soberanía de Dios sobre nuestra vida:  "Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos." Romanos 8:28
          Salvación y morada en el cielo: "En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar?" Juan 14:2  
          La fidelidad de Dios: Podemos sostenernos en todo lo que mencioné porque 
"Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo." 2° Timoteo 2:13

  Si aún no gozas de esta verdadera bendición ante los problemas y sólo generan en tu corazón desánimo sin permitirte un crecimiento espiritual, es tiempo de reforzar nuestra fe y aprovechar este tiempo para perfeccionarnos:


"Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;  y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no averguenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado."  Romanos 5:3-5


"Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,
sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna." Santiago 1:2-4

    Y conocer quien es Jesús, no quien prospera y sana solamente, sino quien venció al mundo y nos hace vencedores hoy por medio de Su victoria ¿Cómo? Regalándote vida eterna, la seguridad de cerrar los ojos aquí y abrirlos junto al Rey de Reyes.
   Él sufrió y padeció, incluso más de lo que podremos sufrir en toda una vida; pero continuó hacia su meta por amor, por amor al Padre, obedeció y cumplió Su voluntad, por amor a nosotros: Salvarnos del pecado y darnos esperanza. 

"Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados." Isaías 53:4-5

   Cuando la solución tarda (o nunca llega) no te olvides de que Dios sigue al control, cumpliendo el propósito para el que fuiste creado, y salvo; piensa en la recompensa de mantenerte fiel "en las malas".

"Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida." 2° Timoteo 4:8
   
  Que podamos el día de mañana decir lo que dijo el salmista: 

"Hubiera yo desmayado, si no creyese 
que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. 
Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
Sí, espera a Jehová." Salmos 27:13-14


¡Dios te bendice!