miércoles, 30 de noviembre de 2016

La vida en el Espíritu


Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana, Romanos 8:1-3 (NVI)

El Apostol Pablo describía la realidad del ser humano, "lo que no quiero hacer hago, y lo que quiero hacer no hago". A pesar de eso declara que no hay condenación para lo que estamos en Cristo.
¿Por qué? ¿Por qué no tenemos condenación si hemos reconocido a Cristo como nuestro salvador?
El escritor haciendo uso del lenguaje legal, nos explica que al estar en Cristo nos gobierna la Ley del Espíritu y no la Ley del Pecado y la Muerte.
Esto significa que antes de nuestro encuentro con el salvador, eramos controlados por la naturaleza pecaminosa que vive en nosotros.
La ley del pecado es contraria a la Ley del Espiritu, y esta es la explicación al por qué no podemos actuar como deseamos, actuar con bien. Esto es así porque la Ley dada a Moisés nos enseñaba a vivir como Dios quiere, pero no producía cambios o transformaciones en nuestra vida, es decir, el cumplir con las demandas de Dios correspondía a nuestras propias fuerzas por lo tanto estos mandamientos simplemente colaboraban en hacernos ver que no podemos satisfacer las demandas de Dios. La Ley del pecado es más fuerte que nuestra voluntad.

El dilema solo podía ser resuelto de una manera: Cristo muriendo por nuestros pecados. Dios condenando al pecado en condición humana.
En consecuencia se destaca un hecho: ya no hay condenación. La gracia en su punto máximo, no tomando como referencia merecimientos, sino la Fe.

Vivir según el Espíritu, es ahora vivir del modo que Dios quiere que vivamos, ya no bajo el poder del pecado sino bajo el poder del Espíritu Santo de Dios, el mismo que obro en Jesús para resucitarlo de los muertos. 
La fuerza proviene ahora de comprender el amor que Dios nos tiene al quitar el castigo que nosotros merecíamos y echarlo sobre Jesús.

Ya no caminamos sobre cristal, donde un error lo "destruía" y nos condenaba, sino que caminamos sobre la roca firme, siguendo las pisadas del Mesías.

¿Cómo decidís vivir?

martes, 29 de noviembre de 2016

Conociendo a Dios

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Si alguien nos preguntara que conocemos acerca de Dios… ¿qué respuesta tendríamos para esa persona?, ¿podríamos hablarle de la relación personal que tenemos con Él?, o sólo diríamos que hay un Dios que existe y vive en el cielo, que resucitó y quiere salvarnos?
Hay demasiada gente que tiene un conocimiento de Dios superficial. Conocen algo de Él, pero no a Él.

Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Mateo 16:13-17

Hice énfasis en los versículos del evangelio de Mateo 16, porque Jesús les estaba preguntando a sus discípulos que decía la gente acerca de él, pero luego se viene una respuesta más personal y Jesús más a fondo les pregunta y ustedes quien dicen que soy yo? Y Pedro respondió bien, pero porque? , porque él pasaba tiempo con Jesús.
Jesús había estado ya hace un tiempo con ellos instruyéndolos, pasando tiempo, llevando el evangelio juntos y llegando al final de sus días él les hace esa pregunta, si realmente estaban seguros de quién era el.

El propósito de Dios desde él génesis fue tener una relación con el hombre, pero por causa de la desobediencia de Adán y Eva ellos fueron echados del huerto del Edén, sin embargo Dios no los desamparó y su amor siguió latente.

Como hijos de Dios debemos como desafió conocer mas a Dios, como en una relación de amistad que tendríamos con nuestros pares.
Tenemos la oportunidad de conocerlo de manera íntima y personal, Él nos ama tanto que quiere pasar tiempo con nosotros, pero eso depende de nosotros, si lo hacemos a él una necesidad, una prioridad en nuestra vida. 

Lo que nos debe hacer reflexionar queridos lectores, que podemos decir cosas acerca de Jesús que otros dicen, o porque las escuchamos en alguna predicación, pero muy distinto es conocer a Cristo personalmente.

Cuanto mas nos acerquemos a Él, mas experimentaremos su amor, plan y deseo para nuestra vida, y no solo eso, sino también como enfrentar situaciones que muchas veces escapan de nuestras manos.

Una manera de poder comenzar a experimentar una relación mas profunda con el Señor es aprendiendo a desear las mismas cosas que el desea para nuestra vida.

sábado, 26 de noviembre de 2016

¡Dios nos conoce!

"Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre." Juan 2:23-25

En esta ocasión, el pasaje nos cuenta que muchas personas creían en Jesús, por las señales que el hacía. Me imagino milagros que maravillaban, sorprendían y desafiaban a tomar una postura: creer o no en Jesús!

Lo que a mi me sorprende fue lo que Jesús pensó: "... Pero Jesús no se fiaba de ellos porque conocía a todos."
Se supone que lo que estaba pasando era algo bueno, muy bueno. Pero el no confiaba, porque los conocía... a TODOS.

Y no solo que no confiaba, sino que no necesitaba que NADIE fuese testigo del hombre (para defenderlo o acusarlo), y su explicación es esta: porque el sabia lo que había en el (interior del) hombre.

Saben... Jesús, nuestro Salvador; el Padre, nuestro Creador; el Espíritu Santo, nuestro Consolador, es decir, Dios, nos conoce a TODOS, y sabe lo que hay en nosotros.

Conoce todos los detalles de nuestras vidas: día de nacimiento y día de muerte, color de pelo, cantidad de cabellos en nuestra cabeza, nuestra rutina diaria, cuanto medimos y cuanto calzamos. 

Pero también sabe lo que hay en nosotros: lo que nos gusta, lo que nos hace bien, lo que detestamos, lo que necesitamos, lo que deseamos, lo que sentimos, lo que pensamos, lo que creemos!

Dios no necesita que nadie testifique a favor o en contra de alguna persona... porque él nos conoce mejor que cualquiera y que nosotros mismos.

El no se fía ingenuamente lo que le decimos a prometemos... porque el ve nuestras intenciones mas profundas.

Pero conociéndolo todo el quiere ser tu Papa, tu Salvador y tu Consolador. Porque conociéndolo todo te ama profundamente y desea que te acerques y confíes en su amor, el amor mas real y verdadero que alguien que te conoce completamente te puede dar.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Cuando Él nos dice que no

“Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo cual no me escuchó; y me dijo Jehová: Basta, no me hables más de este asunto.” Deuteronomio 3:26
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En la facultad nos hicieron hacer un ejercicio muy extraño: nos agrupábamos de a dos y cada uno escribía lo que quiere por ejemplo “quiero un auto” “quiero tener amigos”, luego teníamos que decir cada uno de nuestros “quieros”  a nuestro compañero a la vez que el otro nos respondía en un tono de voz firme y fuerte un “¡No!” rotundo. La situación fue bastante estresante y no muy lindo que digamos. Cuento esta anécdota para ejemplificar como nos sentimos cuando alguien nos dice que no a lo que queremos, en especial cuando ese alguien es Dios. Es una situación angustiante porque quizás tenemos una lista de razones por la cual consideramos que ese “quiero” sea factible que Dios lo haga por nosotros y llega un punto que nos encaprichamos con la idea y no entendemos porque Dios nos hace esto. Sabemos que sus propósitos son buenos pero al fin y al cabo en ese momento solo quisiéramos que Dios nos dijera por qué tomó esa decisión, algo así como que exponga cuáles son sus razones de no hacer lo que deseábamos que haga. Pero Dios no tiene por qué dar cuenta de nada ni a nadie de lo que hace. 
No piense que es la única persona que le pasa eso, gracias a Dios que tenemos un montón de ejemplos en la Biblia que nos demuestran y de alguna forma nos preparan sobre cosas que a menudo nos van a pasar. 
Como vemos en el versículo citado anteriormente Moisés, un gran hombre, el que por mano poderosa de Dios liberó a todo un pueblo de la esclavitud, recibió un NO de parte de Dios ¿Qué le pidió Moisés a Dios que recibió esta respuesta? Lo vemos en el versículo 24 y 25: “Oh Señor Soberano, a mí, tu siervo, recién has comenzado a mostrar tu grandeza y la fuerza de tu mano. ¿Acaso hay otro dios en el cielo o en la tierra que pueda hacer cosas tan grandes y poderosas como las que haces tú? Te pido, por favor, que me permitas cruzar el Jordán para ver esa tierra maravillosa que hay del otro lado, la bella zona montañosa y los montes del Líbano” ¿Parece razonable verdad? Después de haber aguantado y guiado a un pueblo rebelde durante cuarenta años por el desierto ¿no era justificable que Dios le diera algo que para él era realmente importante, algo por lo cual había esperado tantos años? ¿No se parece algo a la forma que oramos cuando le pedimos a Dios algo que es importante para nosotros? ¿Puede identificarse con Moisés en esta ocasión? Esta situación me hace acordar a lo que vivió Pablo, su “aguijón en la carne”, el cual nos dice “tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” (2 Corintios 12:8y9). Al comparar esta dos peticiones de estos grandes hombres de Dios puedo ver que ese "¡No!” de Dios es una muestra de su enorme e infinita gracia y misericordia. Él nos lleva a callar ante su presencia y conformarnos con su voluntad.
¿Qué cosa mejor que se haga su voluntad en nuestra vida y que Él no sea un juguete de nuestros caprichosos designios? Pero aunque lo que pidamos sea algo bueno, Dios siempre tiene la mejor respuesta. Es bueno que pidamos pero el hecho de que a veces Él no nos conceda eso que deseamos no significa que no haya aceptado nuestras oraciones. Eso lo vemos en el mayor ejemplo, Cristo; que “ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.” (Hebreos 5:7). Aunque no fue librado de la muerte por amor a nosotros, sí paso, en gran parte, como dice un comentarista; la amargura de la copa al ser oído por su temor reverente, por su deseo de que se haga la voluntad de su Padre. Ojalá tomemos este hermoso ejemplo de someternos a la voluntad de Dios cuando las cosas no se hacen como queremos y simplemente ver su respuesta como muestra de su amor y  misericordia.

martes, 22 de noviembre de 2016

Amar es más que palabras


Cuando escuchamos la palabra "Amar" solemos asociarla con el noviazgo o el matrimonio, y es correcto pero no solo de eso se trata. En la Biblia encontramos que el primer mandamiento es amar a Jehová con todo el corazón, alma, mente y fuerzas (Marcos 12:30). Además, como cristianos debemos amar a nuestros hermanos en Cristo.

Dios en su palabra nos enseña que debemos amar a nuestro prójimo (1 Tesalonicenses 4:9). Amar no se trata solo de un sentimiento, sino también de acciones. 
En la Biblia podemos encontrar varias formas de como Dios quiere que le amemos a él y nuestro prójimo.

1) ESCUCHAR SIN INTERRUMPIR:

"Precipitarse a responder antes de escuchar los hechos
    
es a la vez necio y vergonzoso" Proverbios 18:13(NTV)

2) HABLAR SIN ACUSAR:

 "Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse" Santiago 1:19(NTV)

3) DAR SIN ESCATIMAR:

"Hay quien todo el día codicia; Pero el justo da sin escatimar" Proverbios 21:26

4) ORAR SIN CESAR:

"Así que, desde que supimos de ustedes, no dejamos de tenerlos presentes en nuestras oraciones. Le pedimos a Dios que les dé pleno conocimiento de su voluntad y que les conceda sabiduría y comprensión espiritual" Colosenses 1:9(NTV)

5) RESPONDER SIN PELEAR:

      "Es mejor comer pan duro, pero vivir en paz, que hacer muchas fiestas en la casa,   pero vivir peleando"  Proverbios 17:1(PDT)

6) COMPARTIR SIN PRESUMIR:

        "Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad,       porque Dios ama al dador alegre." 2 Corintios 9:7

7) DISFRUTAR SIN QUEJARSE:

"Hagan todo sin quejarse y sin discutir" Filipenses 2:14(PDT) 
8) CONFIAR SIN TITUBEAR:

           "El amor acepta todo con paciencia; Siempre confía. Nunca pierde la esperanza;  Todo lo soporta" 1 Corintios 13:7(PDT)
9) PERDONAR SIN CASTIGAR:

"Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda.  Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros"   Colosenses 3:13(NTV)

10) PROMETER SIN OLVIDAR:

"Cuando se pierde la esperanza, se debilita el corazón,
    
pero un deseo alcanzado es un árbol de vida" Proverbios 13:12(PDT)

Esta es la clase de amor que como cristianos deberíamos tener, pues Jesús dijo: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:35)


¡BENDICIONES!

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Como vasijas de barro



“Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano.” Jeremías 18:1-6 (RVR 1960)

Dios nos usa. Él utiliza cada aspecto de nuestra vida -hasta los que parecen más insignificantes- para hacer su obra  y llevar a cabo su plan perfecto. Como expresa el pasaje de Jeremías, somos barro en sus manos. Él puede hacer de algo tan simple y despreciable, una pieza útil. 

Cuando estamos dispuestos y tomamos una actitud abierta a la voluntad de Dios, Él nos transforma. Si venimos al Alfarero, tenemos que entregar TODO -hasta lo más pequeño y escondido de nuestro ser- y dejar que Él sea nuestro Maestro. Y para que Él nos moldee en la clase de persona que quiere que seamos, debemos dedicar tiempo en su Palabra y en oración,  de modo que nos hagamos flexibles y fáciles de trabajar. Porque Dios no puede moldear el barro seco. 

Al dejarnos gobernar por el Alfarero nos convertimos en sus instrumentos, herramientas para llevar su Palabra y mostrar a través de nuestra vida SU poder, y no el nuestro...

“Ahora tenemos esta luz que brilla en nuestro corazón, pero nosotros mismos somos como frágiles vasijas de barro que contienen este gran tesoro. Esto deja bien claro que nuestro gran poder proviene de Dios, no de nosotros mismos.” 2 Corintios 4:7 (NTV)

Todo tiene que ver con ese gran tesoro.  El centro de atención no es ni la vasija ni el barro, es Dios y su poder para cambiar.

¡Dejemos el control de toda nuestra vida en sus manos y seamos sus vasijas útiles para dar a conocer ese tesoro! 

lunes, 14 de noviembre de 2016

Viendo a tu lado..


31  Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. 32  Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
Lucas 24:31 - 32 [RV60]

En este capítulo de el Evangelio de Lucas podemos ver uno de los encuentros de Jesús con sus discípulos luego de su resurrección. Pero son los tres caminos transitados en estos versículos los que mueven a está reflexión. Si leemos desde el verso 13 podemos ver primero el camino de estos dos seguidores de Cristo los cuales yendo a Emaùs hablaban de los hechos acontecidos; hablaban de Jesús, de su sentencia de muerte, de la Cruz.. hablaban de quien fue y lo que hizo, hablaban de lo que le hicieron. Por otro lado el relato nos cuenta como el Señor se suma y camina con ellos, pero su camino no es a la aldea vecina sino que es a lo largo de la historia y desde el principio mismo; Cristo les abrió las escrituras y les mostró como desde Moisés el caminaba paso a paso la historia que lo llevaría al calvario. El del Señor es desde antes de la creación cuando el junto con el Padre creaba la tierra para ser habitada, creaba al hombre y dio cada paso con el, vio como se desvió y lo dejó atrás, aún así decidió caminar un poco más y hacerse carne para darla en sacrificio por nosotros, por vos! Así es! Ahí se encuentra el tercero de los caminos, el nuestro! El que a su vez está trazado junto con los otros dos. El nuestro también es desde el principio, antes de la Fundación del universo el Señor nos tenía en sus planes, creo todo pensando en nosotros y también nos vio desviando nuestros pasos. Vio nuestro pecado, vio que cada uno de nosotros necesitaba de El y junto con El nosotros caminamos hacia el calvario, condenando cada uno de los paso que dio. El fue directo a la muerte por nosotros pero ni vos ni yo le ayudamos a cargar con esa cruz. Cristo lo dijo así: ¿No era necesario que el Cristo pareciera estas cosas, y que entrará en su gloria?.

Al comenzar citamos dos versículos.. muchas veces escuchamos y leemos de Jesús, no sólo eso, también nos encontramos como estos dos discípulos caminando y hablando de este Jesús y lo que hizo y le sucedió. Pero se ha cruzado tu camino y el suyo? Le has encontrado? Cuando el habla a tu corazón y seguro como a mi lo ha hecho. No ardió tu corazón? Cristo caminó y camina a nuestro lado, nos cuida, nos habla y todo buscando una sola cosa. Que podamos reconocerlo antes de llegar al final de nuestro andar. No esperes que el vuelva para responder su llamado por en aquel día recordarás cuántas veces ardiendo tu corazón le ignoraste y al mirar ya se habrá ido. Abre tus ojos, mira a tu lado y ve quien camina siempre contigo pero esta vez velo con el mismo amor con el que El te ha estado mirando cada segundo de tu vida.

Grandemente incomprensible


Hoy temprano leí este comentario y sin duda fue un resumen de lo que hace rato ronda en mi cabeza: “El que se autojustifica no puede salvarse porque el primer paso para seguir a Jesús es reconocer nuestra necesidad y aceptar que no tenemos todas las respuestas” (comentario de Biblia del Diario Vivir)

Seguí buscando en Las Escrituras y también encontré estas palabras:
 Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante.  Como resultado, nadie puede jamás jactarse en presencia de Dios. Dios los ha unido a ustedes con Cristo Jesús. Dios hizo que él fuera la sabiduría misma para nuestro beneficio. Cristo nos hizo justos ante Dios; nos hizo puros y santos y nos liberó del pecado. Por lo tanto, como dicen las Escrituras: «Si alguien quiere jactarse, que se jacte solamente del Señor»” 1 Corintios 1:28-31 (NTV)

A diario atravesamos situaciones en las que no sabemos hacia dónde dirigirnos y es justamente en esa desorientación en donde Dios se gloría. Se complace cuando sus hijos dicen “no sé cómo seguir sin vos”, “no sé cómo afrontar ésto sin vos”, “Señor, tomá el timón de mi vida y direccionala hacia donde sea de tu agrado”; cuando reconocen que su condición pecaminosa no les permite ver los propósitos eternos y necesitan de la intervención del Espíritu Santo.

“El viento sopla hacia donde quiere. De la misma manera que oyes el viento pero no sabes de dónde viene ni adónde va, tampoco puedes explicar cómo las personas nacen del Espíritu.” Juan 3:8 (NTV)

Jesús nos enseñó que no podemos controlar la obra del Espíritu Santo. Él actúa de maneras incomprensibles. Pero es justamente en la grandeza inexplicable de su accionar en la que podemos descansar durante nuestros agobios.

¡Y gracias al Señor que Él se regocija en nuestra simpleza!


Los invito hoy a  escuchar al Espíritu Santo que está dentro de nosotros y dejar de lado nuestra necedad humana. 

jueves, 10 de noviembre de 2016

Un Lenguaje con Sujeto

El Verbo se hizo hombre: En el principio ya existía el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. (Juan 1:1)

Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre lleno de gracia y de verdad.(vers. 14)


Nuestros actos pertenecen a la obra de Dios la cual conocemos por las obras de Jesús escritas en la biblia. En el libro de Juan se describe que al principio fue el verbo el cual era Dios y que se hizo hombre para poder relacionarse a imagen con nosotros, de esta forma escueta pero en un intento de hacerla simple quiero decir que, Dios es descrito por Juan como Verbo, Vida, Luz, Amor... y el que no conoce a Dios no conoce el sentido de estas palabras. Es por eso que el que nace en Cristo nace en su discurso. Según J. Lacan (Autor francés entre otras cosas) entiende a lo que llamamos discurso a aquello que puede determinar a un sujeto, producirlo, causarlo, o sea, su historia, y, más precisamente, la historia de un decir, el que estaba ya antes incluso de su nacimiento en el discurso de sus padres, el que desde su nacimiento no deja de acompañarlo y de orientar su vida en un <tú eres eso>. Entonces, después de toda esta compleja definición decimos que el discurso que nos define como hijos de Dios, define nuestro propio discurso, y nuestros actos. En Juan 3:16 leemos: De tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Si recortamos el versículo y leemos: De tal manera amó Dios al mundo, que DIO, podemos distinguir que, si lo leemos un par de veces, tiene un enfoque distinto pero que la idea está en el verbo DAR, y se nos presenta un cuadro más claro en tanto el acto de amor es el acto de dar, sin esperar. Tener iniciativa para con uno y para con los demás. Entonces, en el acto que como cristianos vivimos ya sumergidos en el amor de Dios ponemos el cuerpo o ponemos nuestra voz (ya que el hablar también es acción) dejando que Dios haga por medio de nosotros sin que muchas veces nos demos cuenta. Como desafío propongo que tengamos en mente que, en este hacer, establecemos lazo, relación y bendición. Que somos hijos de Dios sujetos a un lenguaje especial, a la palabra de Dios y su decir. Un lenguaje sanador y de amor; no un lenguaje sin sujeto como lo es el de la ciencia, reprochado esto por Lacan quien en contra del concepto que el ideal del lenguaje de la ciencia sea uno en cual sería mejor si habría un sujeto sin (por así decir) espíritu y que por ello describe que el sujeto para él es un sujeto que se toma de un otro para ganar significado a sus actos, es decir, sentido. Y es en ese otro en donde el sujeto se pierde, muere para dar paso al sentido. Este otro es Dios, y necesitamos de su palabra para hablar, de sus actos para hacer, morir para que nazca. Escrito está: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4)

domingo, 6 de noviembre de 2016

Vivir mas cerca de Dios.


Hoy es un día muy especial, porque es Lunes, y los lunes muchas veces no son queridos, pero para un Cristiano un día mas, es un privilegio y una manera de aprender más cosas, que más lindo que comenzar la semana aprendiendo 8 características para estar mas cerca de Dios, que lo veremos en es este capitulo de Salmos 15: 1-5, leamos atentamente:


SEÑOR, ¿quién puede vivir en tu templo?
¿Quién puede subir a tu monte santo?
Sólo el que vive con integridad y hace lo justo,
pensando y diciendo la verdad;
el que no calumnie a nadie,
el que no le haga mal a sus semejantes,
ni insulte a sus vecinos;
sólo el que se aparte de los que Dios desprecia,
y el que respete al que teme al SEÑOR;
el que cumpla lo que promete,
aunque tenga que sacrificarse para hacerlo;
el que no cobre intereses por un préstamo,
y no se deje sobornar para causar daño a gente inocente.
Sólo el que lleve una vida así podrá estar siempre cerca de Dios”



Aquí se observan dos preguntas que al igual que el salmista, cada uno de los creyentes deberíamos preocupamos por hacemos estas preguntas en nuestra vida y buscar las respuestas en Su palabra.
nos habla de aquellos que entrarán al Reino. Nos describe a los que van a estar en la presencia del Señor.

Quisiera destacar 8 características para un Cristiano, estar mas cerca de Dios pero sobre todas las cosas, marcar la diferencia en todo lugar en donde estemos y poder llevar Su luz a todo lugar.

1. El que vive con Integridad: “Quiere decir honradez y rectitud” Quizás hoy en día observemos en la sociedad que no se anda con rectitud, con verdad o sinceridad y eso nos lleva a marcar la diferencia como Cristianos, de ser sinceros con nosotros mismos en la intimidad y sinceros con nuestros compañeros, familia, trabajo, facultad, escuela. Y sinceros sobre todas las cosas a Dios.

2. El que hace lo Justo: y siguiendo leyendo el versículo, me pongo a pensar que escucho tantas veces, INJUSTICIA, que INJUSTICIA QUE HAY, y hasta uno mismo dice QUE INJUSTICIA HAY EN TALES COSAS. Pero no somos llamados a ser jueces, sino a ser justos, rectos y honrados. Tenemos que vivir nuestra vida con la mayor justicia posible con los demás, en nuestras acciones y en nuestras decisiones, buscando con esmero en la Palabra de nuestro Dios, como actuar frente a cada situación. Y ser Justos delante de Dios

Entonces como sabemos ¿Quién morará junto a Dios? El que anda en Integridad y hace Justicia.

3. Pensando y diciendo la Verdad: el creyente debe, ante todo, ser conocido por su sinceridad y por su verdad. debemos de sembrar en todo momento y a lo largo de toda la vida palabras y comportamientos de verdad. Sabemos que el Único que es Camino, Verdad y Vida es Cristo(Juan 14:6) El único ejemplo que debemos seguir. En todo momento podemos escuchar, chusmerios, o mentir para “zafar de algo” pero aquí nos dice PENSANDO Y DICIENDO LA VERDAD en todo momento, en todo lugar, con todos los que esté.


Entonces como sabemos ¿Quién morará junto a Dios? El que Piensa y dice la Verdad.

4. El que no Calumnie a nadie: El diccionario nos define calumniar como "atribuir falsamente y con el fin de perjudicar palabras, actos o malas intenciones", o sea, cuando decimos que otros han dicho o han hecho cosas que no son verdad con el fin de perjudicarles.

Cuantas vidas y relaciones rompen las calumnias y las murmuraciones! Este versículo va en relación al anterior. Debemos de tener mucho cuidado con nuestro pensamiento, con nuestras palabras.
Lea y medite el Santiago capitulo 3 se resume lo importante que es callar, antes de hablar
.
¿Quién morará junto al Santo?" El que no calumnia con su boca.

5. El que no le haga Mal a sus semejantes: Debemos esforzamos en todo momento y en todo lo posible en hacer el bien a todos. Debemos de ser conocidos por nuestra bondad y por nuestras buenas acciones.

1 Tesalonicenses 5:15
Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos.”

1 Pedro 3:9
No devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición.”

6. Ni Insulte a sus vecinos: Va en la misma línea de lo anterior. Pero, ¿Por qué dirá nuestro vecino? Creo que todas estas características que estamos viendo y que Dios quiere de cada uno de nosotros han de comenzar por los más cercanos a nosotros, con los que vivimos y convivimos habitualmente.

7. El que Cumpla lo que Promete: Tenemos un Dios recto, sabio, y CUMPLIDOR, Su palabra está llena de sus promesas, que más lindo es creerle y con fe saber que ÉL las cumple a Su tiempo y a Su manera. Y que lindo poder copiar eso de Él, como Él es un Dios que cumple, debemos reflejar que cuando Prometemos hacer algo o dar algo, lo debemos cumplir, porque cuando prometemos, la otra persona cree y espera que lo cumplamos. Los invito a leer en Eclesiastes 5 “Hay que cumplir lo que se promete”

8. El que no cobre intereses por un préstamo: Esto significa el que no cobra un interés mucho mas alto que el legalmente establecido en los prestamos que hace.


El que hace estas cosas, no resbalara jamás". Esto es una garantía que da Dios a todos los justos. Por haber confiado en Cristo como nuestro Salvador y por haber sido revestidos de la justicia de Cristo, estamos ya morando en el Tabernáculo con Dios y de allí nadie nos puede sacar. No resbalaremos jamás. ¡Que lindo poder decir esto, no?! Los invito a poder poner en práctica todas estas cosas, que quizás ya la estamos aplicando pero es bueno recordar que estas cosas son TAN importantes para Dios y como para marcar la diferencia en cada lugar y con quienes estemos.

¿Ha confiado Usted en Cristo como su Salvador?. Si no lo ha hecho no podrá jamás habitar con Jehová en su Tabernáculo.

¿Estamos poniendo en práctica todas estas características que nos llevan a estar más cerca de Dios?

Iniciemos esta semana aplicando Su palabra y viviendo en Integridad, en Justicia, en Verdad, NO hablando mal, NO haciendo el Mal, Cumpliendo con las promesas y no cobrando intereses de más.



Todo sea para la Gloria de Dios!

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Después de la aflicción hay un pero

“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33
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Hace poco leía en un libro de Ray Comfort sobre la gran mentira del falso evangelio moderno: “Dios tiene un plan maravilloso para tu vida”, “Dios te promete felicidad si te haces cristiano”, “Jesús resuelve tus problemas” y muchas frases así que suelen confundir a los oyentes con cristianismo igual a felicidad segura en la vida presente. Lo cierto es que este “evangelio moderno” está muy lejos de ser cierto y muchos han quedado desilusionados por no encontrar en este “cristianismo” la felicidad que le prometieron hasta el punto de negar profundamente la existencia de Dios y negarse a escuchar el verdadero y único evangelio. Jesús mismo advirtió que íbamos a pasar por aflicciones (Mateo 10:16-25) para prepararnos frente a estas.

Cualquiera pensaría que para convencer a alguien que haga tal o cual cosa le diríamos que la va a pasar bien y endulzaríamos sus oídos con palabras que le dejarían satisfecho de tomar esa decisión sin calcular el costo sino que en base a  nuestra propia experiencia decida hacerlo. Sin embargo Cristo no fue así, él nos dijo que como cristianos íbamos a padecer persecución y muchos cristianos, hasta los mismos discípulos, a lo largo de la historia de la humanidad; han pasado por persecución. La verdad es que la aflicción es la porción de muchos cristianos hasta el día de hoy. Sin embargo ¿Qué mueve a los verdaderos cristianos a seguir a Cristo a pesar de las muchas aflicciones que pasan? La respuesta está en la cruz, en la muerte de Cristo y en su gran victoria sobre el pecado y la muerte mediante su resurrección ¿Por qué? Porque esa fue la mayor muestra de amor por nosotros y eso es a lo que Jesús quiere dirigir nuestra mirada en el versículo 33 de Juan 16: su victoria suprema en la cruz. Entonces, cuando nos sentimos agobiados pensamos en la cruz y el agobiante asenso de Cristo al Gólgota y tenemos paz. Cuando las lágrimas recorren nuestras mejillas, recordamos las lágrimas de Jesús en Getsemaní y tenemos paz. Cuando se burlan de nosotros por hablar de Dios recordamos como Cristo fue burlado por los soldados romanos y tenemos paz. Cuando se alejan de nosotros las personas que queremos, recordamos como Jesús fue abandonado por sus discípulos y tenemos paz. Cuando nos persiguen, se nos viene a la memoria como Jesús fue condenado a muerte injustamente y tenemos paz. Tenemos paz interior porque por medio de Cristo y su muerte fuimos reconciliados con el Dios Creador de cielo y de la tierra. Eso es lo que importa, no la felicidad; y solo Jesús es el único que nos puede entender cuando pasamos por aflicciones. Jesús no nos prometió felicidad pero nos prometió algo que verdaderamente importa: vivir para siempre con él en el cielo, porque sabía muy bien que el tiempo vivido en la tierra no se compara en nada con el vivido en la eternidad. Eso es lo que nos hace estar firmes a pesar de las pruebas y las aflicciones ¡Cómo no agradecer por ello!