miércoles, 27 de noviembre de 2013

Deposita tu carga en el Señor



“Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti;
                                             no permitirá que los justos tropiecen y caigan.”                                          Salmos 55:22
En la antigüedad, había una tortura muy cruel que se aplicaba a los presos que no querían confesar. Se les acostaba y se le ponía una tabla sobre el cuerpo y se le agregaba peso hasta matar al preso si no confesaba. Era una muerte muy lenta y dolorosa, no podían respirar, hasta que el peso rompía las costillas y morían aplastados.
Quizás hoy te sientas así, con un problema que no te deja respirar, que te ahoga, sentís que no hay salida, no hay solución. Ésa era la experiencia del salmista, estaba perseguido, lo querían matar, se sentía solo y abandonado. Quizás estás enfermo, o triste, o deprimido, o sin trabajo.
David te propone hacer lo que él hizo, la idea es, literalmente, sacarte la mochila de piedras de tu espalda y dársela al Señor. Jesucristo mismo nos invita a ir a Él, si estamos con trabajos o cansados. No importa cuan grande sea tu carga, nada es demasiado grande para Dios. Él es todopoderoso y Todo Amor, esta siempre atento y cuidando de nosotros y espera que le pidamos, para darnos Su Ayuda.
Pero Dios no promete sacarnos el problema, no promete una solución inmediata. Él promete que no nos va a dejar tirados en el piso; nos va a dar ánimo, fuerza para soportar el mal momento, y paz que solo él puede dar. Quizás, si estas sufriendo, estas palabras te suenen a consejo hueco, de alguien que nunca sufrió y no le pasa nada malo. Pero la paz que Dios pone en el alma, cuando estamos sufriendo, es una realidad que solo aquel que la experimento puede contarla, y no alcanzan las palabras para explicar como es. Simplemente, estas tranquilo.
Dios puede hacer cualquier cosa, nada es imposible para Él. Pero tiene un plan. Y su plan es siempre para nuestro bien (aunque hoy no podamos verlo ni creerlo)
Quizás haga desaparecer tu problema. O quizás tengas que vivir con el toda tu vida. Lo que es seguro, es que si estas cerca de Dios, no importan las circunstancias que te rodean, no importa lo terrible de la tormenta, no importa lo triste que te sientas, Dios va a estar contigo, y el te va a sustentar. ACERCATE CONFIADO AL TRONO DE DIOS!
Dios te Bendiga ricamente. 

Escrito por: Natanael Peralta

viernes, 22 de noviembre de 2013


"Sea bueno, sea malo, a la voz de Jehová nuestro Dios al cual te enviamos, obedeceremos, para que obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios nos vaya bien." Jeremías 42. 6 
 "Mis ovejas oyen mis voz, y yo las conozco, y me siguen(...)"; así inicia el conocido pasaje, Juan 10.27. 

Más allá de las aplicaciones visibles que podamos extraer del versículo total, este extracto tiene algo muy peculiar: la expresión "mis ovejas oyen mi voz".
 No es necesario profundizar cómo uno puede escuchar la voz de Dios, sino basta con decir que estar cerca de Jesús es una pauta principal para escucharlo. Es curioso que cuando Marcos relata el llamamiento de los doce discípulos dice "llamó a doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar(...)" Primero, que estén con él. Luego, eviarlos a predicar. Claro, ¿como irían a predicar, si antes no estaban cerca de él para escuchar lo que tenía para decirles, para oír su voz? El pasaje en Jeremías propone un desafío respecto lo que hemos oído de Dios. ¿Cuán seguro estás de que si fuera algo que no te conviene, obedecerías igual? Sea de tu agrado o no lo que Dios te habla, ¿como actuarías? Es fácil decir sí cuando tienes el viento a favor, pero ¿si lo tuvieras en contra? A lo largo de toda la historia del cristianismo, hubo hombres y mujeres que a pesar que obedecer la voz de Dios, entregaron todo para alcanzar aquello por lo cual fueron alcanzado por Cristo. Seguro conocerás alguno. Pero quizá ya es tiempo que dejemos sólo de escuchar esas historias, y comenzar a contarlas nosotros. Que podamos afirmar, con toda certeza, a la voz de Jehova obedeceremos, sea de nuestro agrado o no; despues de todo, el fin del versículo es una esperanza: para que obedeciendo la voz de Jehová nuestro Dios, NOS VAYA BIEN. ¡Ánimo y bendiciones!

Escrito por: Lucas Bonet

lunes, 18 de noviembre de 2013

La Autoridad que no es "Autoridad"


¿Qué pasa, o qué debemos hacer cuando tenemos autoridades a las que no podemos ver como Autoridades? Es decir, no se han ganado el respeto o el derecho de ser nuestra autoridad, solamente ocupan esa posición.

Suelo ver a diario estas situaciones, e incluso en las películas son siempre el objeto del problema, las personas que tienen cargos que no merecen.


En primer lugar debemos saber que toda autoridad es dada por Dios:
Entonces Jesús le dijo: —No tendrías ningún poder sobre mí si no te lo hubieran dado desde lo alto.ª Jn 19:11 (NTV)
¿Por qué Dios nos pondrá bajo tales autoridades? La respuesta a el gran "por qué" solo lo sabe Dios, lo que sí nos dice es que el tiene el control de todas las cosas, y quiere moldear nuestra vida y caracter, por tal motivo todo lo que nos rodea y sucede es para nuestro bien aunque no lo veamos así.

 Pero cierto día, cuando Saúl estaba sentado en su casa con una lanza en la mano, de repente el espíritu atormentador de parte del SEÑOR vino sobre él como antes. Mientras David tocaba el arpa, Saúl le arrojó su lanza, pero David la esquivó y, dejando la lanza clavada en la pared, huyó y escapó en medio de la noche.1 Samuel 19: 9-10

Situaciones como estas David vivió muchas, fue perseguido muchisimas veces, y no por cualquier autoridad; era su REY, aquel que Dios había puesto. Sin embargo David nunca olvido que Dios lo había puesto.
En una ocasión, David se encontraba escondido en una cueva, justo cuando Saúl entro para hacer sus necesidades; tuvo la  oportunidad de matarlo y de una vez por todas desacerse del problema, dejar de andar escapando y ser por fin Rey de Israel ya que Samuel lo había ungido tiempo atrás. Pero David opto por cortar un pedasito del manto de Saúl, y después se arrepintió y dijo lo siguiente:
«El SEÑOR sabe que no debería haberle hecho esto a mi señor y rey —dijo a sus hombres—. Que el SEÑOR me libre de hacerle tal cosa a mi señor el rey y atacar al ungido del SEÑOR, porque el SEÑOR mismo lo ha elegido». 1 Samuel 24:6
Pues el SEÑOR lo puso a mi merced allí en la cueva, y algunos de mis hombres me dijeron que lo matara, pero yo le perdoné la vida. Pues dije: “Nunca le haré daño al rey; él es el ungido del SEÑOR”. Mire, padre mío, lo que tengo en mi mano. ¡Es un pedazo del borde de su manto! Yo lo corté, pero no lo maté. Esto prueba que no intento hacerle daño y que no he pecado contra usted, aun cuando usted me ha estado persiguiendo para matarme. Que el SEÑOR juzgue entre nosotros. Tal vez el SEÑOR lo castigue por lo que intenta hacer, pero yo nunca le haré daño.
Como dice el antiguo proverbio: “De la gente malvada, provienen las malas acciones”. Así que puede estar seguro de que nunca le haré daño. 1Sa 24:10-13 


El joven pastor de ovejas no solo le preservo la vida, sino que lo respeto y honro, nunca hablo mal de él, recordando siempre que más allá de todo era su autoridad. Devolvió bien por mal.


Pablo tambien nos aconseja que oremos por nuestras autoridades:
En primer lugar, te ruego que ores por todos los seres humanos. Pídele a Dios que los ayude; intercede en su favor, y da gracias por ellos. Ora de ese modo por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos tener una vida pacífica y tranquila, caracterizada por la devoción a Dios y la dignidad. 1 Tim. 2:1-2 (NTV)

Siempre respeta, honra, cuida y ora por tus autoridades, sean del trabajo, la iglesia, la escuela, etc.
Dios las puso y tiene propósitos con ellas, no nos interesa lo que nos hagan, a nosotros nos toca cumplir con nuestras responsabilidades.

Dios los bendice.



viernes, 15 de noviembre de 2013

Un gran detalle de Amor


“Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros, como yo os he amado.” Juan 15:12

Dios sí que tuvo un lindo detalle para demostrarnos otra vez que nos ama! ¿Cuál? La familia de la fe. Si hay algo que me enseño Dios, es a valorar y apreciar a mis hermanos en Cristo.

Hay una cosa que deberías saber y tener muy en cuenta: tenemos más en común con un cristiano que no conocemos, que con un amigo que no conoce del amor de Dios.
Aquel que tiene todo minuciosamente planeado se ocupó de unir a su pueblo: tenemos un mismo Padre, Salvador y Espíritu; tenemos la misma fe y esperanza de que Él va a volver; pasamos por tentaciones, pruebas, y problemas que nos hacen crecer… todos somos pecadores, salvados por la misma Gracia.

¿Todo esto no es suficiente para amarnos? Deja a un lado la crítica, y no te atrevas a ocupar el lugar del Creador. “El Dios de todo saber es Jehová, y a él toca pesar las acciones.” 1 Samuel 2:3 Cada hijo de Dios necesita la misma sangre que VOS necesitas, asique no estás en condiciones de juzgar a nadie.

Hay que reconocer que a veces se vuelve difícil amar a ciertas personas, y Él te entiende; pero te pido en el nombre de Dios que lo intentes una y otra vez, porque el sacrificio de Jesús en la cruz lo vale!
 Si decís ser creyente y no tenés  intenciones de amar a las personas, sin importar quien sea… asegúrate de que realmente seas salvo. (1 Juan 4:7,8,20)

A nuestro Dios no le bastan palabras lindas, Él quiere una vida de obediencia. Por eso… te desafío a que tus hechos reflejen que realmente amas a Dios, de una manera muy práctica: amando a las personas sin distinciones (Él no las hace con nosotros).
Aprovecha cada oportunidad para bendecir, aconsejar, ayudar, escuchar a otros creyentes, orar por ellos, reír y consolarlos, advertirles cuando se equivoquen, animarlos en su servicio y crecimiento; si es necesario, arreglar cualquier diferencia y perdonarlos.

Si hasta ahora no lo hiciste, no olvides que tenemos un Dios de eterna misericordia, pedile perdón y decile que te enseñe a AMAR a los demás; y a APRECIAR y DISFRUTAR de su gran regalo :D

Autor: Anónimo

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Pedid y se os dará...

Jesucristo siempre fue autor de las oraciones mas largas y fervientes debido a las limitaciones que tenía por poseer un cuerpo humano. Imaginate cuanto mas nosotros necesitamos orar. No por nada la Biblia repite muchas veces que debemos orar. Ej: ("orar sin cesar", "orad para que no entréis en tentación", "ora a tu padre en lo secreto") etc. Pero no solamente la Biblia misma nos incita a orar, sino la cantidad de circunstancias que atravesamos. Cuando tenemos que tomar una decisión, el orar antes para que Dios confirme su voluntad es lo mejor que podemos hacer, ¿sabemos nosotros que es lo mejor para nuestra vida? Es importante el hablar con Dios, preguntarle, adorarle y saber escucharle.
   En primer lugar toda necesidad es un llamamiento a orar: "El librará al nesesitado" (Salmos 72:12) Y estoy hablando de cualquier tipo de necesidad, hasta la emocional. Dios suple cuando pedimos. No importa la circunstancia. No trates de remarla sin Dios. Al todopoderoso le encanta satisfacer las necesidades de sus hijos siempre que esté en su voluntad, y Él lo hace para que veas lo grande que es.
   En segundo lugar, toda ansiedad es un llamamiento a orar: "Echando toda ansiedad sobre el porque el tiene cuidado de vosotros" (1 Pedro 5:7) Es interesante como muchas veces usamos este pasaje, consolamos gente y lo repetimos tan fervientemente que a veces olvidamos la gran promesa que esconde. Yo soy una persona ansiosa, pienso en el porvenir, en la iglesia, en el trabajo, en el estudio, en qué será de esto o aquello. Y eso es algo mezquino, porque Dios es es el encargado de sustentar el mundo y nuestra misma vida. Debemos orar para estar tranquilos esperando en El. Dios es el que diseñó y construyó la grandeza de los cielos y de la tierra, imaginá lo que puede hacer con tu vida.
   Por último, toda tentación es un llamamiento a orar: "Velad y orad para que no entréis en tentación" (Marcos 14:38) La vida de Job es un ejemplo de oración. Parece irónico, pero él siempre estuvo dispuesto a hablar con Dios, ya sea su situación, y eso era lo que sostenía su integridad y evitaba que maldiciera a Dios por su condición. No te olvides que cuando hay ausencia de oración hay ausencia de poder. Y esto es confirmado por la biblia y por miles de testimonios. La palabra de Dios dice: "Clama a mí y yo te responderé y te enseñare y te enseñare cosas grandes y ocultas que tu no conoces." Jeremias 33:3
 Dios te bendiga ricamente. :)

Escrito por: Joel Martinelli

lunes, 11 de noviembre de 2013

El Poder en su Creación


Últimamente tuvimos bastantes días lluviosos, pero no me canso de ellos, disfruto del sonido de las gotitas al caer cuando garúa, de los grandes truenos durante las tormentas, del aire fresco que suele acompañar a las mismas, del olor a tierra mojada, y  de los arcoíris que finalizan el show de la manera más extraordinaria.
Sin duda, cuando veo, escucho, huelo y siento a la naturaleza, no puedo imaginarme otra cosa que a Dios abrazándome y diciéndome, "Esto es para vos".
La Biblia dice:
"Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien"
Salmo 139:14
Gracias, gracias y gracias. Es todo lo que puedo decirle al Dios que a pesar de ser el creador de un mundo enorme,  se preocupa por mí que soy tan insignificante, por mi bienestar y disfrute.  
Me consuela en gran manera, saber que aunque no puedo ver a mi Dios, puedo sentirlo a través de su poder manifestado en la naturaleza. 
"Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas…"
Romanos 1:20
Los amaneceres, los atardeceres, el cielo estrellado, las diferentes lunas, los árboles de cientos de años, las flores exóticas, la grandeza del mar y de las montañas e incluso las demás personas, todo fue hecho para que nosotros lo disfrutemos, pero muchas veces nos perdemos de esa bendición, al no asombrarnos ante su creación, al permitir que se torne algo corriente.
Recuerdo a mi mamá una vez decirme: "¿No te parece que Dios es el mayor artista que existe? No hay un solo día en el que pinte un mismo cielo, y todos son hermosos".

Te invito en esta semana a adorar al Señor por su gran poder.  Cada día es una nueva aventura con él, déjate sorprender. 

Escrito por: Yazmín Florit

sábado, 9 de noviembre de 2013

"Señor, ENSEÑANOS A ORAR"




Si buscamos un EJEMPLO de oración en la Biblia, mirándolo de donde lo queramos mirar… siempre recaeremos en la persona de JESÚS.

Paul Washer dijo: “La mayor demostración del poder divino no fue vista cuando Jesús resucitó a los muertos, tampoco cuando caminó por el mar… sino cuando Jesús ORÓ.”
Su ejemplo de oración era notorio, apasionante y contagioso. Si vemos en los evangelios, los discípulos no le pidieron a Jesús que les enseñe a sacar demonios, ni a resucitar muertos… los discípulos le pidieron: “Señor, enséñanos a orar…” (Lucas 11:1)

Los momentos más significativos del ministerio de Jesús en la tierra, fueron marcados a fuego por la oración. Veamos algunos:
- Jesús, siendo el mismo Dios encarnado, pasó toda la noche orando a su Padre antes de elegir a sus discípulos (Lc 6:12)
- Siendo que tenía miles y miles de seguidores que lo buscaban por sanidad y para escucharlo, el se apartaba a lugar desiertos para estar a solas con su Padre (Lc 5:15-16)
- Estando desconsolado y agonizando en Getsemaní, se apartó de sus discípulos para orar y recibir fortaleza (Lc 22:39-44)
- Y no bastando con todo esto, estando ya clavado en la cruz, dando su vida por vos y por mí… podría haber lanzado palabras al aire de consuelo a su familia o mandatos para los discípulos. ¡Pero no! lo último que hizo fue ORAR (Lc 23:46)

La vida de Jesús NO PODÍA haber sido tan perfecta, pura y extraordinaria como la fue si no hubiese dedicado tiempo a la oración.
En Juan 4:34 Jesús le dice a sus discípulos que su alimento era HACER LA VOLUNTAD DE DIOS… y parecería sencillo pensando que él era Dios… ¡pero él también era 100% hombre! ¡Necesitaba conocer la voluntad de su Padre para así obedecerle, y esto no lo iba a lograr si no tenía tiempo de comunión a solas con Él!

¿Llegas a dimensionar lo importante que fue la oración para Jesús?
¡CUÁNTO MÁS IMPORTANTE, AMIGO, ES LA ORACIÓN PARA NOSOTROS!
Dejáme recalcar algo que dijo Mattew Poole “Jesús no tenía pecados que confesar, tampoco que pedir perdón, no tenía necesidad de pedir que algún hábito de su vida sea santificado por la Gracia” ¡pero su vida y ministerio estaban SOSTENIDOS POR LA ORACIÓN! ¡Cuanto más debemos nosotros orar, si continuamente hacemos lo que no queremos hacer!

Martin Luther King: “Tengo tanto trabajo, tanta actividad que hacer hoy que tendré que orar por lo menos tres horas o nunca la terminaré.”
La oración es el más admirable poder delegado al Creyente. Con la oración se nos da la posibilidad de hablar con el mismo creador del Universo para exponerle nuestros problemas y quejas (Salmo 142:2); para deleitarnos en Su Presencia y ser restaurados (Salmo 138:3); para alabarlo y agradecerle por sus bondades diarias y por la obra que hizo en la Cruz (Salmo 141:2)

Una canción que amo dice:
“Tiembla el cielo al ver tu Grandeza,
reinas y reyes se asombran de ti.
En tu Presencia, nos consumes,
En tu Presencia, el cielo y la tierra uno son,
En tu Presencia renuevas todo,
En tu Presencia, todos se postra ante tí.
Nos postramos ante tu Presencia,
ante tu poder, ante tu belleza,
ante tu majestad, no hay nadie como Tu.”

Tu tiempo diario de oración puede cambiar tu vida por completo. La biblia está llena de principios sobre la oración y habría mucho más para hablar de esto, pero por lo menos quiero que entiendas que la oración es FUNDAMENTAL para tu vida espiritual y tu vida diaria. La oración da vida, afirma, renueva, endereza, llena, consuela, abraza y nos enamora cada vez más de Dios.
La oración eficaz del justo puede mucho (Santiago 5:16) y repetidas veces en la Biblia se nos habla de que lo que pidamos conforme a la Voluntad de Dios el nos lo dará… busquemos su Voluntad. Pasemos tanto tiempo a solas con Dios que, como Moisés, nuestro rostro brille de haber estado tanto en Su presencia.

Y sabé que cuando la vida te golpea hasta el punto de tumbarte y caer de rodillas… estás en la posición correcta para librar la batalla de la Fe.
YO SIGO A JESÚS! =D

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Reconocer


Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos.” Deuteronomio 7:9 (NVI)

Tenemos la mala costumbre de emitir juicios generalizados a partir de hechos puntuales. Si alguna chica nos fue infiel, solemos decir: “todas las mujeres son iguales, siempre son infieles.” Lo mismo sucede con las mujeres. Padecemos del mal de generalizar y en la mayoría de las ocasiones, generalizamos lo malo. Hace mucho tiempo que no escucho una generalización positiva. Siempre tiene una connotación negativa, de problemas o faltas. Esta actitud es típica de las personas que tienen el hábito de quejarse.
Los argentinos somos expertos en quejas, no hay día en que no nos quejemos de algo. Siempre encontraremos una excusa para expresar nuestro malestar. El pueblo de Israel no era muy distinto que nosotros. Era una multitud que fácilmente iniciaba su conversación con una queja. Y esa queja lo hacía generalizar teorías absolutamente negativas.
En el desierto no tuvieron agua y la queja apareció como un torbellino. Dios intervino e hizo brotar agua de una piedra. Tuvieron hambre y Dios ofreció el maná. Se cansaron del pan y Dios envió codornices. Vez tras vez, ante el reclamo y la queja de este pueblo inconforme, Dios tuvo que  demostrar que su poder no tiene límites y puede solucionar cualquier inconveniente.

Frente a esta realidad, el pueblo generalizaba las malas situaciones por las que tuvo que pasar, pero se olvidaba puntualmente de las soluciones que Dios les había dado. Al igual que ellos, somos rápidos para olvidar los favores, y rencorosos para recordar las ofensas o problemas.
Por eso Moisés les alienta a reconocer que Dios es fiel, y que su fidelidad no depende de su estado de ánimo o de nuestra respuesta. ES siempre igual. Y si analizamos objetivamente las respuestas de Dios, vamos a encontrar como el pueblo de Israel, que Dios es siempre fiel, y que Él bendice y ayuda a los que le obedecen.

¿Te estás quejando por lo que estás viviendo? ¿Solo recordás malos momentos y problemas? ¿Estás cuestionado a Dios porque no te dio lo que querías, cuando querías y como querías?
Moisés te alienta hoy a recordar que, más allá de tus faltas, fracasos o ausencias, Dios es siempre fiel.
Reconócelo, eso te va a cambiar tus generalizaciones.

Escrito por: Natanael Peralta

lunes, 4 de noviembre de 2013

¡No somos cirujanos!

Imaginemos esta situación:
Dos personas sufren problemas del corazón, y en una charla una a la otra se cuentan que deberían ser operadas. Un mes después una de ellas es operada por un cirujano de los mejores; la operación sale excelente y ésta persona después de la operación se siente muchísimo mejor. Entonces, esa persona le dice a la otra: “–¡Después de la operación me siento mucho mejor! ¡Deberías operarte! Si venís a mi casa creo que yo podría operarte así como lo hicieron conmigo, y solucionaría tus problemas.”- ¡Sería una locura, ¿no?! Ninguno de los dos es cirujano. Sería un paciente queriendo operar a otro paciente… No podría hacerlo.
Ahora pensemos en esto:
Nosotros, viviendo en el pecado, sufríamos un gran problema en nuestro corazón. Pero, si hoy somos seguidores de Jesús, sabemos que cada uno de nosotros en un momento de nuestra vida conoció el amor de Dios demostrado a través de su Hijo en la cruz, supo que era pecador, se arrepintió, se convirtió, y decidió empezar a vivir una vida como Dios quiere. En ese proceso, ¡Dios cambió nuestro corazón! Nuestras creencias, intereses, sentimientos, valores, conductas y más, comenzaron a cambiar. Dios obró en nuestra vida, y la alegría de saber y experimentar esto muchas veces nos lleva a querer compartírselo a los demás, para que lo sepan y para que Dios obre en sus vidas también.
El problema es que muchas veces pensamos de una manera similar a esa persona que se sometió a la operación. Pensamos que así como sucedió un cambio en nuestro corazón, puede suceder en el de los demás, y que somos enteramente responsables de que eso pase. Pero la Biblia nos muestra que quien realmente puede cambiar el corazón, que quien es el verdadero “cirujano” es DIOS:
“Instruye con ternura a los que se oponen a la verdad. Tal vez DIOS les cambie el corazón, y aprendan la verdad.” 2º Timoteo 2:25 (NTV)
¿Qué tenemos que hacer entonces?
1.   Reconozcamos que Dios es quien puede obrar en el corazón de las demás personas, no precisamente nosotros.
2.   Rindamos a Él nuestras preocupaciones en cuanto a la vida de los demás, depositando nuestra confianza en el único que puede cambiar esa situación.
3.   Recurramos a Él en oración, pidiendo que su Espíritu toque el corazón de la otra persona y lo convenza (Juan 16:8), y nos guíe a nosotros (Filipenses 2:13) para hacer lo que debemos hacer como debemos hacerlo, que nos utilice para influenciar positivamente a la persona (por ejemplo, presentándole el evangelio, mostrando a Dios en nuestro diario vivir e instruyéndola humildemente, con ternura, como dice el versículo). Por algún motivo Él la puso a nuestro lado y puso en nosotros el deseo de ayudarla a llegar a Él.
4.   Recordemos que Dios es Todopoderoso, pero también es “Todo un caballero”. ¿Por qué? Porque a cada uno nos da la libertad de poder elegirlo a Él; no obliga a nadie a cambiar su corazón, y por lo tanto, la persona es quien elige.

Te animo a que no desgastes todas tus fuerzas intentando de mil formas cambiar el corazón de las otras personas. ¡No somos cirujanos! El único que puede lograrlo es Dios, ¡recurramos a Él!