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miércoles, 25 de mayo de 2016

¿Qué hacía a Jesús diferente?


Tenemos tal vez y sin mucho detalle, naturalizada la idea de que Jesús cambio la historia.
La reflexión de hoy nos lleva a buscar en que se basó, o cuál fue la clave de su gran trascendencia.

Dejemos de ver, y observemos.

El evangelio según Mateo, pasa rápidamente de la gloria de su nacimiento a la adultez, en donde se enfrenta sin mucho preámbulo con el rival "de toda la vida".

"Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación. Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. El tentador se le acercó y le propuso:
—Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan. Mateo 4:1-3 NVI

Primera observación: "El Espíritu llevó a Jesús al desierto"
Su relación con el Padre eran tan íntima, tan cercana y estrecha, que con mucha claridad y sin lugar a  dudas Jesús fue conducido por el Espíritu hasta el desierto.
¿Cuántas cuestiones de la vida no podemos resolver o decidir por la falta de  comunión y relación cercana con nuestro Dios? Si buscáramos insaciablemente la dirección divina, aprenderíamos tal vez no instantáneamente pero si en el tiempo, a escuchar con mayor claridad al Espíritu Santo de Dios.
Escuchar al Espíritu de verdad habla de un nivel espiritual muy superior pero no difícil de alcanzar, pues Dios desea que sus hijos le busquen con todo el corazón, con todas sus fuerzas y en todos sus razonamientos.
Segunda observación: "Después de ayunar 40 días y 40 noches"
Para quienes realizan esta práctica a menudo, deben saber que el límite máximo que soporta nuestro cuerpo sin alimento ni agua, es nada más y nada menos que 40 días.
¿Puedo arrancar esta disciplina espiritual, ayunando 40 días? No. Jesús tampoco arrancó ayunando 40 días, pero si el apóstol aquí describe que ayuno tal cantidad de días, nos esta diciendo que Jesús fue progresivamente ayunando un día o dos, hasta que poder lograr un ayuno de 40 días.
No podemos dejar de decir que Jesús no se saciaba fácilmente de buscar a nuestro padre celestial, su deseo y pasión por Él lo llevaban ir a su encuentro cada día y aun dejar de comer con tal de estar en sintonía con Dios. ¿Realizamos disciplinas espirituales a diario y con regularidad?
¿Qué hacemos para estar más cerca de Dios?
Tercera observación: La primer tentación: "si eres hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan".
Por dos cuestiones Jesús no iba a realizar este milagro, aunque después sí multiplicaría los panes y los peces. En este momento estaba enfocado no en comer, sino en buscar a Dios, y no se menciona que el Espíritu le ordenara que realice el milagro, por lo tanto Cristo no iba a hacer nada que estuviera fuera de la voluntad de su padre.
Jesús tampoco iba a utilizar su poder en beneficio propio, jamás lo hizo, aun sobrando oportunidades para hacerlo. Por esta razón no me extraña, que los dones y talentos concedidos por Dios sean para la edificación de su Iglesia. 
Jesús tenia hambre, lo dice claramente Mateo, pero aun así estaba dispuesto a hacer la voluntad de Dios. Él estaba en el desierto y con hambre por ordenanza del Espíritu Santo, había sido llevado por Él. ¿Estamos dispuestos a hacer toda la voluntad del Padre?

Jesús cita un pasaje y supera la primer tentación del enemigo de forma natural, dejándonos una enseñanza que nos ayudará a marcar la diferencia.
Jesús le contestó:
—La Biblia dice:
“No sólo de pan vive la gente;
también necesita obedecer
todo lo que Dios manda.” Mateo 4:4 TLA
La enseñanza del Mesías es clara, el hombre más que comer NECESITA OBEDECER todo lo que Dios manda.
Si queremos ser influyentes, si deseamos que nuestra vida trascienda, no por fama espiritual, sino para glorificar al Rey de Reyes, debemos someter nuestra propia voluntad a la de Dios.
La clave se encuentra en reconocer la necesidad que tenemos de obedecerlo en TODO. 
No te resistas más y confía en su voluntad y soberanía.

miércoles, 9 de marzo de 2016

¡Huye!




"Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor." 2 Timoteo 2:22

     "Solo se vive una vez" "disfruta mientras seas joven" "viví el momento". La sociedad nos habla, y eso es lo que tiene para decirnos, "disfruta de tu juventud, libérate, no le hagas caso a las reglas; toma tus propias decisiones, es tu cuerpo; tu vida es solo tuya, tienes derecho a hacer lo que quieras con ella; haz lo que quieras mientras te haga feliz...". 

     Cada día de nuestra vida debemos estar atentos a esto que el mundo nos quiere ofrecer. Muchas veces no somos concientes y hacemos pasar por normal cosas que realmente no lo son para nosotros los cristianos: "¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! " Isaías 5:20  

     Por eso, debemos tener cuidado con el "¿qué tiene de malo...?", porque sin darnos cuenta nos dejamos llevar por la corriente y por nuestros deseos. Puede ser difícil, porque a pesar de que pertenecemos a la familia de Cristo vivimos en un mundo pecador, rodeados de gente que no desea hacer su voluntad. 

     Pero tenemos un ejemplo perfecto, que sufrió toda tentación, que fue rechazado por ser diferente, un joven que desde niño desafió los parámetros del mundo, que fue más allá de estas filosofías que el sistema intenta inculcarnos: Este es nuestro Señor Jesús.  

     Satanás nunca pondrá en nuestro camino cosas que no nos  gusten, él es astuto y sabe como hacernos caer. Nos muestra que el pecado es lindo y satisfactorio, que es inofensivo, que no nos destruirá. Pero él es el príncipe de la mentira y no hace acepciones, todos estamos expuestos a ser tentados, como lo fue Jesús: 

"1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 Respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará cerca de ti, y en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. 7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían." Mateo 4:1-11 

     Como vimos en este pasaje, el diablo no tentó a Jesús con cualquier baratija, le ofreció reinos y le desafió a demostrar su poder. Pero Él no se dejó engañar, sino que a cambio utilizó la Palabra de Dios como fundamento para vencer a Satanás.  De igual forma debemos hacer nosotros,  la Palabra de Dios debe ser nuestra espada contra los ataques del enemigo. Dios nos dice que no existe tentación que nos sea imposible de superar y que Él nos dará una salida (1 Corintios 10:13), por lo tanto, si mantenemos una relación firme en el Señor, leemos su Palabra y oramos diariamente, saldremos victoriosos de esta lucha contra el pecado. 

"Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman."  Santiago 1:12 

¿Estás dejando tus deseos atrás para hacer la voluntad de Dios? ¿O te dejas llevar por las pasiones que nos ofrecen en este mundo? 

viernes, 6 de febrero de 2015

¿Cómo resistir?



Todo empieza por nuestra mente, cada decisión que tomamos y la acción seguida de cumplirla. La tentación no es la excepción: Antes de pecar, en nuestra mente existen los pensamientos tentadores, los cuales son los que nos llevan a decidir que hacer, y normalmente, si regamos esos pensamientos, esa decisión es PECAR. Pero hay una forma de no hacerlo...
Como dice un famoso dicho: "No puedes evitar que vuelen pájaros sobre tu cabeza, pero si puedes impedir que hagan nido sobre ella!
Hebreos 4:15-16 NVI:
"Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos."
Ese sumo sacerdote que padeció tentación ¡de la mano del mismísimo enemigo! Y no cayó fue Jesús, el cual entiende cada momento en el que nos sentimos tentados. Ser tentados no es pecado, pecado es CEDER A LA TENTACIÓN y eso es lo que hay que EVITAR. Y ¿Como no acudir a aquel que nunca pecó? Él es nuestro máximo ayudador, no solo en momentos de angustia, de prueba, sino también cuando somos tentados, y nos ayuda a traves de Su palabra.
¿Como?
· Desviando los pensamientos tentadores (no darnos manija), haciéndolos rebotar cuando nos atacan.
¿En qué pensar?
Filipenses 4:8 RVR1960
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad."
Una buena forma es memorizando versículos que nos ayuden a recordar que quiere Dios de nosotros.
· Manteniendonos alejados de las cosas que sabemos nos traen malos pensamientos, y no ayudan en nada a evitarnos la situación de pecado, me gusta la versión en la NTV de 2 Timoteo 2:22 porque menciona algo MUY importante:
"Huye de todo LO QUE ESTIMULE las pasiones juveniles."
¡Es posible no dejarnos hacer la cabeza!
Como hizo Jesús:
Lucas 4:8
"Respondiendo Jesús le dijo: Vete de mí Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adoraras y a Él solo servirás."
Esa es nuestra meta también: Adorar a Dios con todo, nuestros pensamientos, nuestros actos y sólo a Él servirle. No permitamos que la tentación se transforme en servir al enemigo: pecado.
¡Recuerda que TODA tentación es soportable acercándonos CONFIADAMENTE a Jesús!
Dios bendiga tu vida!