miércoles, 27 de abril de 2016

Mi fe en el fuego


Unos amigos se encontraban en una situación difícil: estaban rodeados de personas que no compartían su fe, eran presionados a vivir como ellas vivían; se estaban dictando leyes que eran totalmente contrarias a sus creencias, y como si fuera poco, recibían amenazas si se les ocurría estar en desacuerdo con ellas. ¿Encontrás alguna semejanza con nuestra realidad?
Tener fe en Dios implica ir en contra de la corriente de este mundo. Parece muy difícil, pero vemos en la Biblia, a través de la historia de tres valientes jóvenes, que es posible mantener nuestra fe en Dios y darle la gloria a Él en medio de un mundo que lo niega.
Te invito a leer la historia de Sadrac, Mesac y Abed-nego (libro de Daniel, capítulo 3).
El rey Nabucodonosor mandó hacer una estatua de oro, diciendo que quien no se incline para adorar a la estatua, sería arrojado de inmediato a un horno encendido. Pero Sadrac, Mesac y Abed-nego, tenían fe en que obedecer a Dios es la mejor decisión. Su fe los llevó a...
- Estar firmes
Había llegado el momento de arrodillarse ante la estatua, pero ellos no cedieron. Cuando el rey lo supo, les dio otra oportunidad para que la adoraran; si lo hacían, les perdonaría la vida. Recordá esto: El mundo siempre va a darte otra oportunidad... para que niegues tu fe. Día tras día te vas a encontrar con pruebas que van a desafiar tu fe, pero no dejes que las circunstancias cambien tus principios, mantente firme.
¿Tenés claro cuáles son tus creencias? ¿Se basan en la Palabra de Dios? ¿Estás firme en ellas?

- Entregar todo
Como si ellos hubiesen leído las palabras de Pablo, en Romanos 12:1-2, las vivieron en carne propia: "preséntense ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios! Y no adopten las costumbres de este mundo...". Estuvieron dispuestos a arriesgar su vida, se entregaron por completo, decididos a hacer la voluntad de Dios y confiando en que Él es bueno y soberano. Muchas veces vamos a tener que sacrificar la aprobación de los demás, nuestro tiempo, nuestras amistades, a causa de nuestra fe. Quizás no sufrimos persecución de la misma manera que otros países la sufren, pero sí va a haber muchos en tu contra cuando te pares firme a defender las verdades de Dios. Más allá de eso, a medida que conozcamos más a Dios, más va a crecer nuestra fe, y más nos vamos a dar cuenta de que Él se merece todo de nosotros, sin importar lo que digan los demás.
¿Qué es lo que te cuesta sacrificar por Dios?

- Experimentar a Dios
Dios nunca nos deja solos en medio de las pruebas, aunque muchas veces es lo que nuestro corazón siente. En el caso de Sadrac, Mesac y Abed-nego, ellos mismos experimentaron la ayuda de Dios en medio del horno de fuego. Dios, el verdadero Dios, los protegió y los libró del fuego que los rodeaba. La fidelidad de ellos para con Dios y la fidelidad de Dios para con ellos hizo que otras personas depositaran su fe en este verdadero Dios. Por más difícil que sea la prueba que estés pasando, recordá que Dios está a tu lado para ayudarte, y lo que hoy es tu prueba, mañana puede ser un testimonio para los demás de que Dios es fiel, más allá de todo.
¿Estás viviendo esta prueba de la mano de Dios? ¿Qué le estás mostrando a los demás acerca del verdadero Dios?

 Cuando te encuentres amenazado por el fuego de la prueba de tu fe, recordá las palabras de Pedro:
"Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo." (1° Pedro 1:6-7)
Mantenernos firmes es difícil, entregar todo a Dios no es un esfuerzo menor, y experimentar a Dios en medio de la prueba no siempre es fácil, pero en oración pidámosle a Dios que nuestra fe siga firme en medio del fuego, para Su gloria. Él es fiel.

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