jueves, 14 de abril de 2016

¡Desafío de FE!




“Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.
Hebreos 11:31

Rahab vivía en el muro de Jericó y era, al parecer, muy conocida por su “trabajo”. Era una prostituta.

Pero Dios no resaltó de ella su mala profesión, sino su FE. Era tan significante su FE, que es nombrada en Hebreos 11, capítulo del que estamos aprendiendo este mes.

¿Cómo podemos saber que Rahab tenía fe? Por sus obras… dijo Santiago:

 “Como pueden ver, la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está muerta y es inútil.
 Rahab, la prostituta, es otro ejemplo. Fue declarada justa ante Dios por sus acciones cuando ella escondió a los mensajeros y los ayudó a regresar sin riesgo alguno por otro camino.  Así como el cuerpo sin aliento está muerto, así también la fe sin buenas acciones está muerta.
Santiago 2:17;25-26

¡Rahab tenía una FE VIVA! Ella tenía temor de Dios, y podemos verlo por como actuó.

Los espías israelitas iban a ver como se encontraba la ciudad que iban a poseer, entonces Rahab, que vivía en el muro de esa ciudad, los hospedó y los actualizó en cuanto a lo que estaban viviendo los habitantes de Jericó. Les da la noticia de que todos están muy asustados, y que saben lo que ellos hicieron con otros pueblos.

Cuando vinieron a buscar a los espías para matarlos, Rahab los escondió y guardó sus vidas.

Ella hizo todo esto porque sabía sin ninguna duda que Israel conquistaría su ciudad, y en ellos encontró la esperanza de salvar su vida y la de su familia.

Fue así como pactaron que a cambio de ese favor, ella y los suyos iban a ser guardados de los peligros de la conquista. Y lo cumplieron!

Rahab había escuchado de Dios y sus grandes obras, y creyó en ese Dios, y no sólo creyó sino que también depositó su FE en ese Dios.

Me gustaría que medites si, como dice Santiago, tu fe puede verse a través de tus acciones, como en el ejemplo de Rahab.

También me gustaría hablarle a algunos, que como yo, pueden identificarse con esta gran mujer.

Rahab no pertenecía al pueblo elegido por Dios. Pero por su fe, ella entro en ese pueblo. Y no solo entró, sino que su nombre está en la genealogía de Jesús (Mateo 1:5).

¿A qué quiero llegar con esto? No sé si naciste en una familia cristiana, pero si se algo… que si depositas tu fe incondicionalmente en Dios, tu descendencia va a conocer Su camino, y si ellos lo deciden, van a formar parte de la familia de Dios.

De Rahab nacieron personas como David y Jesús… de vos pueden descender personas que amen y confíen en el Señor, como ellos.


Hoy te dejo un desafío de fe: No importa lo difícil que pueda ser, pero intenta que tu FE este VIVA, y hable no por tu boca, sino por tus acciones. Quizás Dios te conceda ser el antecesor de personas que le amen y confíen en él. 

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