Guillermo Carey es conocido dentro del ámbito de las misiones como "el padre de las misiones"; y no es un nombre que le quede grande.
Zapatero, de familia con bajo poder adquisitivo y con pocos
estudios. Nació en 1761 en Inglaterra. Un joven curioso, extrovertido y amante
de los idiomas. A los 18 años conoció a Cristo y su pasión empezó a crecer.
Sin embargo, con menos de 30 años se “metió en problemas”.
Leyendo su Biblia entendió que el evangelio era para que todos lo escucharan,
lo cual significaba que, los que tenían el precioso evangelio, debían llevárselo
a los que no lo tenían para que así lo escuchasen. Decidió compartir esto con
los líderes de su iglesia, los cuales no entendían la necesidad de llevar el
evangelio más allá de Inglaterra, así que la respuesta que le dieron fue
tajante: “Siéntate jovencito. ¡Cuando Dios decida salvar a los paganos, lo hará
sin tu ayuda ni la nuestra!”. Esto, al contrario de desalentarle, fue la base
de su persistencia y confianza en que Dios tenía un plan misionero para la
Iglesia.
Aunque lo intentaron frenar en esa oportunidad, Carey
persistió, y desde su lugar escribió un pequeño librito que sería de inmenso
impacto para la iglesia y las misiones. Este libro retaba a los cristianos a
establecer estructuras organizadas de misiones para alcanzar a los perdidos. Sin
que pase mucho tiempo su pequeño pero poderoso libro (que por cierto lleva un
título largísimo) empezó a tocar vidas, y después de un tiempo Carey estaba
haciendo misiones en la India. A partir de esto se fundaron agencias misioneras
y los cristianos comenzaron a salir al campo misionero en diferentes partes del
mundo, siendo este el comienzo de un movimiento misionero global y organizado
que ha hecho un eco increíble hasta el día de la fecha.
Una de las frases que más disfruto de él es:
“Espera grandes
cosas de Dios, emprende grandes cosas para Dios.”
CAREY SABÍA QUE DIOS TENÍA,
¡CAREY REALMENTE
CONOCÍA AL OMNIPOTENTE!
En nuestra meditación de estos días acerca de la fe, entendemos
que el objeto de nuestra fe es Dios… es la confianza en la obra completa y
redentora de Cristo en la cruz. Podríamos decir con el salmista “Mas yo en ti
confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios.” (Sal 31.14)
Ahora, quiero que entiendas algo: si tu Dios no hace
milagros, si no está moldeando tu vida, si no quiebra con tu pecado, si no te
lleva al gozo continuo (a pesar de los problemas), si no cambia tu entorno y si
no te desafía a grandes cosas para Su gloria… tengo que decirte que el dios que
adoras, es una composición de lo que vos pensás que tiene que ser Dios. Ese
dios nunca va a hacer nada, nunca va a hacer que tu vida sea aceptable ante el Dios
verdadero y te va a llevar al contentamiento con tu forma de vida. Es igual que los dioses que tenían los paganos, tenían boca pero no
hablaban, oídos pero no oían (Sal 115.4-8).
El único Dios omnipotente se ha revelado en la Biblia. Por
eso Romanos dice que la FE viene por oír la palabra de Dios. La palabra de Dios
es la única que puede revelarnos a su Autor.
¿Querés que su Espíritu te guíe sin fronteras más allá de
las barreras? ¿Querés que tu FE crezca? Leé tu Biblia, no hay otra fórmula.
Carey fue un hombre de FE que marcó la historia de la iglesia porque conocía al
Omnipotente y sus planes le eran claros a través de la Biblia.
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