viernes, 8 de abril de 2016

Carey conocía al OMNIPOTENTE



Guillermo Carey es conocido dentro del ámbito de las misiones como "el padre de las misiones"; y no es un nombre que le quede grande.  
Zapatero, de familia con bajo poder adquisitivo y con pocos estudios. Nació en 1761 en Inglaterra. Un joven curioso, extrovertido y amante de los idiomas. A los 18 años conoció a Cristo y su pasión empezó a crecer.

Sin embargo, con menos de 30 años se “metió en problemas”. Leyendo su Biblia entendió que el evangelio era para que todos lo escucharan, lo cual significaba que, los que tenían el precioso evangelio, debían llevárselo a los que no lo tenían para que así lo escuchasen. Decidió compartir esto con los líderes de su iglesia, los cuales no entendían la necesidad de llevar el evangelio más allá de Inglaterra, así que la respuesta que le dieron fue tajante: “Siéntate jovencito. ¡Cuando Dios decida salvar a los paganos, lo hará sin tu ayuda ni la nuestra!”. Esto, al contrario de desalentarle, fue la base de su persistencia y confianza en que Dios tenía un plan misionero para la Iglesia.

Aunque lo intentaron frenar en esa oportunidad, Carey persistió, y desde su lugar escribió un pequeño librito que sería de inmenso impacto para la iglesia y las misiones. Este libro retaba a los cristianos a establecer estructuras organizadas de misiones para alcanzar a los perdidos. Sin que pase mucho tiempo su pequeño pero poderoso libro (que por cierto lleva un título largísimo) empezó a tocar vidas, y después de un tiempo Carey estaba haciendo misiones en la India. A partir de esto se fundaron agencias misioneras y los cristianos comenzaron a salir al campo misionero en diferentes partes del mundo, siendo este el comienzo de un movimiento misionero global y organizado que ha hecho un eco increíble hasta el día de la fecha.

Una de las frases que más disfruto de él es:
“Espera grandes cosas de Dios, emprende grandes cosas para Dios.”  

CAREY SABÍA QUE DIOS TENÍA, 
¡CAREY REALMENTE CONOCÍA AL OMNIPOTENTE!

En nuestra meditación de estos días acerca de la fe, entendemos que el objeto de nuestra fe es Dios… es la confianza en la obra completa y redentora de Cristo en la cruz. Podríamos decir con el salmista “Mas yo en ti confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios.” (Sal 31.14)

Ahora, quiero que entiendas algo: si tu Dios no hace milagros, si no está moldeando tu vida, si no quiebra con tu pecado, si no te lleva al gozo continuo (a pesar de los problemas), si no cambia tu entorno y si no te desafía a grandes cosas para Su gloria… tengo que decirte que el dios que adoras, es una composición de lo que vos pensás que tiene que ser Dios. Ese dios nunca va a hacer nada, nunca va a hacer que tu vida sea aceptable ante el Dios verdadero y te va a llevar al contentamiento con tu forma de vida. Es igual que los dioses que tenían los paganos, tenían boca pero no hablaban, oídos pero no oían (Sal 115.4-8).

El único Dios omnipotente se ha revelado en la Biblia. Por eso Romanos dice que la FE viene por oír la palabra de Dios. La palabra de Dios es la única que puede revelarnos a su Autor.


¿Querés que su Espíritu te guíe sin fronteras más allá de las barreras? ¿Querés que tu FE crezca? Leé tu Biblia, no hay otra fórmula. Carey fue un hombre de FE que marcó la historia de la iglesia porque conocía al Omnipotente y sus planes le eran claros a través de la Biblia.

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