domingo, 4 de enero de 2015

Alabanzas de Jesús


En su paso por la tierra, Cristo dejo muchas enseñanzas, hizo milagros, y termino con su obra en la Cruz. Pero no es poca cosa que quién estuvo presente en la creación del mundo se asombre al ver nobles actitudes aquí en la tierra, tal vez destellos del cielo, pero no dejo de elogiar aquello que lo dejo asombrado.

- La Humildad de los niños:
"Él llamó a un niño y lo puso en medio de ellos. 
Entonces dijo: —Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos. Por tanto, el que se humilla como este niño será el más grande en el reino de los cielos." Mateo 18: 2-4 (NVI)

Cuando sus discípulos discutían y peleaban por quién es el mayor de ellos y en el reino de los cielos, el Maestro le pone fin a la cosa trayendo a un niño y explicando sencillamente que el que se humilla como un niño será el más grande.
Los niños reconocen la necesidad y la compania de Dios, son creíbles y sinceros, son esas las virtudes que te elevan en el reino de los cielos.

-La Confianza de la Viuda:
"También vio a una viuda pobre que echaba dos moneditas de cobre. 
—Les aseguro —dijo—que esta viuda pobre ha echado más que todos los demás. 
Todos ellos dieron sus ofrendas de lo que les sobraba; pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía para su sustento." Lucas 21: 2-4 (NVI)

En el antiguo templo había varios cofres destinados a las ofrendas, cada uno tenía un fin específico. Era mucha la gente que iba a ofrendar, pero de entre tantos, Jesús observó a una viuda que tan solo puso dos monedas, eran monedas judías y no tenían tanto valor como las romanas, pero lo que asombró a Cristo fue que era todo lo que tenía.

Esta mujer estaba siendo obediente a Dios al ofrendar, y confiaba plenamente en su creador, sabía que su vida no dependía del dinero que tuviera, sino de la misericordia que el Todopoderoso tuviera.
"Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?" Mateo 6:26 (NVI)

-El Amor de María:
"Estando Jesús en Betania, en casa de Simón llamado el Leproso, se acercó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy caro, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús mientras él estaba sentado a la mesa. Al ver esto, los discípulos se indignaron. —¿Para qué este desperdicio? —dijeron—. Podía haberse vendido este perfume por mucho dinero para darlo a los pobres. 
Consciente de ello, Jesús les dijo: —¿Por qué molestan a esta mujer? Ella ha hecho una obra hermosa conmigo. A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no me van a tener siempre. 
Al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo hizo a fin de prepararme para la sepultura. 
Les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique este evangelio, se contará también, en memoria de esta mujer, lo que ella hizo." Mateo 26:6-13 (NVI)

El amor de María obtuvo como resultado una verdadera adoración.
Derramó todo su perfume como si eso no alcanzara, no importaba el precio, era el hijo de Dios y merecía aun más que eso, esto dejo relucir cuanto lo amaba. 
Entendió que las profecías sobre la muerte del maestro eran ciertas y era el momento para ungirlo, quienes fueron al sepulcro no pudieron y por eso no dejo de elogiar esa buena actitud que hasta el día de hoy recordamos.

Pidamos a Dios tener la humildad de los niños, la confianza de la viuda y amarlo como lo hizo María.


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