lunes, 17 de agosto de 2015

¡Clave incorrecta!


Una de las cosas que más nos cuesta en nuestro vivir diario es, tal vez, hacer las cosas. Es decir, hacer las cosas que te piden que hagas y que tal vez no son de tu agrado.
Te voy a contar un secreto que dijo Pablo es su carta a Colosas (3:23): Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente.

Me hago la pregunta de porque pongo las caras que pongo muchas veces cuando tengo que hacer algo que no es de mi gusto total. La respuesta es simple, el problema es la motivación, la razón, el por qué. Todo sería muy diferente si pensáramos que servimos a Dios ayudando a cualquiera que nos pide algo.

El versículo que sigue (24) dice: Porque ya saben que Dios les dará, en recompensa, parte de la herencia que ha prometido a su pueblo. Recuerden que sirven a Cristo, que es su verdadero dueño.
Este pasaje tiene una palabra, una palabra tal vez clave: “Sirven”, estamos hablando de servicio, servicio a Cristo, al Padre, al Rey.

Seguro conoces el pasaje que habla de dar un vaso de agua a cualquiera de los más pequeños, Mateo 10:42: Y si le dan siquiera un vaso de agua fresca a uno de mis seguidores más insignificantes, les aseguro que recibirán una recompensa (NTV). Tan solo un simple vaso de agua, aunque sea a la más humilde persona, es vista por el Padre y va a tener recompensa. 
Es maravilloso ver la gracia de Dios, su grandeza sin límites, y que no se le escapa ningún detalle de nuestras vidas (Mateo 10:30, algo que parece tan irrelevante; ¿cuánto más si hablamos de cosas por amor al prójimo?)

El libro de Mateo en el capítulo 5 versículo 41, te presenta un desafío, ¿te animas? 
Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos.
¿De verdad estas dispuesto a caminar una milla extra solo por amor? No, no es fácil, posiblemente no tengas ganas. Pero porque no sacarle una sonrisa a la otra persona, mostrándole que su vida es importante, solo por ser persona, para mí.  Tal vez la recompensa que obtengas en el momento sea solo un gracias, un abrazo, una sonrisa, pero no tenes idea de cómo eso te llenará el corazón. No, si nunca lo hiciste con un corazón sincero no tenes idea.

Quejarte es fácil, dar el ejemplo es lo difícil. ¡Animate a hacer lo difícil!

Quiero que te propongas esta semana poder caminar la milla extra con amor, como para el Señor, tu Rey, y después nos cuentes esas experiencias hermosas en nuestro face de YoSigoaJesús (https://www.facebook.com/pages/Yo-sigo-a-Jes%C3%BAs/336520203106783?ref=hl) así podemos conocer a más Valientes que se animan a marcar una diferencia verdadera.
¡Buena semana a vos! Dios está con vos, ¡anímate!

No hay comentarios:

Publicar un comentario