jueves, 11 de agosto de 2016

Gracia Divina

Lucas 15:7: “Así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.”



Es lindo cuando alguien nos sorprende con un regalo, cuando alguien nos visita, cuando sacamos una buena nota y no habíamos estudiado mucho, cuando alguien nos ama tal cual somos en la familia, en una amistad. Notamos que hay, además de lo material que pueda haber en el medio y del vínculo que nos una, algo más, un plus expresado en la sonrisa, en el cariño, en el olvido de lo malo que alguna vez haya pasado. Notamos algo similar cuando nos perdonan, hay algo de más y eso significa mucho para nosotros cuando pensamos que ni nosotros nos perdonaríamos. Y por último lo vemos en el amor romántico, alguien nos ama tal cual somos a pesar de todos los mocos que nos mandemos.

El autor Philip Yancey, de Gracia Divina vs Condena Humana narra que, “La noción de que el amor de Dios llegue hasta nosotros sin costo alguno por nuestra parte sin condiciones, parece ir contra todos los instintos de la humanidad.”

Dios nos habla de Gracia, eso que es inesperado e inmerecido muchas veces y que estamos tan acostumbrados a no brindar y a no recibir… Como si se tratara de un defecto espiritual codificado en el ADN de la familia, la falta de Gracia va pasando de una generación a otra como una cadena continua. Nos parece normal, natural la falta de ella, somos ingratos, pero Dios nos dice: Cuando el pecado abunda, sobreabunda la Gracia. Esto quiere decir que no hay nada que podamos hacer para que Dios nos ame más y nada que hagamos para Dios nos ame menos. Significa que Dios ya nos ama tanto como un Dios infinito es capaz de amar.

  Lucas 15 plantea una serie de 3 parábolas:
> La moneda oveja perdida
> La moneda perdida
> El hijo perdido
La gracia es injusta para el ojo humano, y esta es una de las cosas más difíciles con respecto a ella. Los relatos nos hablan del exorbitante amor de Dios. El que nos busca y se alegra, celebra cuando nos encuentra. 
Les comparto la Parábola de la moneda perdida: Lucas 15:8 (NTV)
"O supongamos que una mujer tiene diez monedas de plata y pierde una. ¿No encenderá una lámpara y barrerá toda la casa y buscará con cuidado hasta que la encuentre? Y, cuando la encuentre, llamará a sus amigos y vecinos y les dirá: ¡Alégrense conmigo porque encontré mi moneda perdida! De la misma manera, hay alegría en presencia de los ángeles cuando un sólo pecador se arrepiente."
No soy experta en Gracia pero es la razón que me lleva a escribir esto y a intentar practicarla, Dios nos da la oportunidad todos los días de llevarla al acto, aprovechemos y mostremos sin costo la Gracia que viene de Dios…


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