jueves, 21 de julio de 2016

Contar nuestros días

Los filósofos eran personas que reflexionaban muucho acerca de las cuestiones importantes (y no tan importantes) de la vida. Ellos decían que lo que nos lleva a reflexionar verdaderamente son: las dudas, el asombro, el aburrimiento y las situaciones límite (esos momentos en los que nos sentimos frágiles y desprotegidos, como por ejemplo, estar al borde de la muerte). No sé cuál es tu opinión acerca de la filosofía, pero creo que tenemos que reconocer que -sea por el motivo que sea- es bueno en algunos momentos detenerse y pensar. Dios mismo le recordó esto a su pueblo:
"Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen camino, y no se aparten de él. Así hallarán el descanso anhelado..." (Jeremías 6:16)
"Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos." (Hageo 1:5)

Leí que: "Las pruebas nos hacen pensar; pensar nos hace sabios; y la sabiduría hace que la vida sea provechosa". Quizás en esto pensaba Moisés cuando le pidió a Dios: 
"Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría." (Salmo 90:12)
Hoy sólo quiero dejarte el desafío de que no vivas sin pensar. El tiempo es muy, muy importante como para que lo dejemos pasar sin darnos cuenta. Y para eso, te dejo estas preguntas:
  1. Si en la Biblia estuviera escrita tu historia, ¿qué diría? Cuando leo la Biblia entiendo que Dios sabía las debilidades, los deseos, todas las acciones y lo más profundo del ser humano, como cuando describe a Amasías y dice: "Amasías hizo lo que agrada al Señor, aunque no de todo corazón" (2Cr. 25). Wow... ¿qué diría de mí? Diría "tenía un corazón conforme al de Dios", o "se apartó del Dios de sus padres", o "no quiso contaminar su corazón", o... ¿qué? La verdadera pregunta es: ¿Qué ve Dios en mí hoy? (Salmo 139)
  2. ¿Y si mañana despertaras teniendo sólo aquellas cosas por las que agradeciste a Dios ayer? ¿Qué tendrías? ¿Todo? ¿Nada? ¿Cuán agradecidos somos? (1 Tesalonicenses 5:18)
  3. Si supieras que Jesús viene a buscarnos mañana, ¿qué sentirías? ¿Temor, alegría, tristeza, vergüenza? Pensar en la venida de Jesús, en la esperanza eterna que tenemos, cambia nuestra manera de vivir (1 Juan 3:2-3). Qué hermoso sería que vivamos de tal manera que podamos no sentir temor por el día del juicio (1 Juan 4:17-18), no sentir vergüenza cuando nos encontremos con él (1 Juan 2:28), ni tristeza de no haber hecho lo suficiente para Su gloria, sino alegría, porque vivíamos esperándolo, pensando en lo eterno.
  4. Si supieras que te queda sólo un año de vida, ¿qué harías? No sé cuáles son tus sueños más locos o tus mejores planes, pero acá va un consejo: Hacé lo que Dios quiere que hagas, Sus planes son infinitamente mejores que los nuestros. (Proverbios 3:5-6, Salmo 37:4-5)
Si nos preguntáramos estas cosas cada día, viviríamos muy distinto. Te animo a no vivir sin pensar, sino pensando en el amor perfecto de Dios, en cuán bendecidos somos, en Su constante presencia, Su venida y en lo eterno, y tomando las decisiones que debas tomar. Nunca es tarde para empezar a vivir como Dios quiere; para él un día es como mil años, y mil años como un día (2 Pedro 3:8, Salmo 90:4), HOY todo podría cambiar.
"No cuentes los días, haz que los días cuenten." ☺

Miralo → https://www.youtube.com/watch?v=D1q79iVK1VI

No hay comentarios:

Publicar un comentario