"El Señor omnipotente es mi fuerza, da a mis pies la
ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas"
Habacuc 3.19
Dos águilas, una novicia y una veterana, se proponían a realizar un vuelo de esparcimiento cerca de la llanura de un campo de cazadores. El águila veterana volaba lo más alto posible frente al peligro, el águila joven muy bajo, aunque a gran velocidad, confiando en su agilidad y destreza.
De
pronto, la habilidad de un cazador pudo más que la agilidad novicia, siendo
alcanzada por una bala mortal que puso fin a su vuelo. En campo de cazadores no
se puede volar bajo!
Muchos
cristianos se conforman viviendo la vida espiritual en la parte más baja de la montaña.
Allí en el valle llevan una vida llena de frustraciones, tentaciones debilidades
quebrantos. Los dardos del enemigo a menudo hacen blanco en su vida robándoles
el gozo y la paz. Olvidan que nuestro Padre Dios nos colocó por la fe en una posición
de altura, de privilegio, en los lugares celestiales
juntamente con Cristo.
Amigos
lectores, viviendo en las alturas podemos disfrutar de muchas bendiciones
- Protegernos contra los dardos del enemigo
- Ver pequeñas las circunstancias adversas
- Mirar con otra óptica la realidad de la vida
- Respirar aire puro las bendiciones de Dios
- Contemplar mejor las grandezas de Dios
¿Como
vivir en las alturas espirituales? Dependiendo por completo de Dios y orando en
todo tiempo.
Los que viven en las alturas y no confían en sus habilidades para jugar con el peligro terminan con éxito su jornada espiritual
Dios los abrace con sus Bendiciones.
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