lunes, 27 de junio de 2016

¿Justo o malvado?


La Biblia compara muchísimo como es la vida del justo y del malvado, y cuál es el fin de cada uno.
Un ejemplo muy claro es el Salmo 1, quizás lo conoces de memoria, pero vamos a analizarlo un poco.

1Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en la senda de los pecadores
ni cultiva la amistad de los blasfemos,
2sino que en la ley del Señor se deleita,
y día y noche medita en ella.

La definición de dichoso es felicidad, pero una felicidad mayor. ¡Cuantos problemas nos ahorraríamos si tendríamos en cuenta estos versículos!
Esto quiere decir que vas a ser más feliz si no haces caso a lo que dicen estas personas. No se trata de solamente juntarnos con “cristianitos”, eso no tendría sentido, y Jesús, nuestro mayor ejemplo, tampoco lo hizo. Se trata de no llegar a una relación tan íntima que nuestras conductas, pensamientos, hechos, palabras, empiecen a parecerse a la de estas personas.
No creas que porque eres cristiano estas “vacunado” en contra de esto; mira lo que nos dice 1 Corintios 15.33:

No se dejen engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.»

Sino que pasas más tiempo invirtiendo en la ley de Dios. ¿Qué es esta ley? Por ley entendemos una regla establecida por alguien con mayor autoridad, cuyo incumplimiento conlleva una sanción. Esto no quiere decir que hacemos lo que “Dios nos manda” por miedo al castigo, sino que nos gozamos, nos encanta, hacer lo que él nos pide, porque esto es bueno, es grato.

3Es como el árbol

plantado a la orilla de un río
que, cuando llega su tiempo, da fruto
y sus hojas jamás se marchitan.
¡Todo cuanto hace prospera!

Un árbol plantado junto a un río es mucho más abundante, más grande, y más fuerte. Y también da fruto. ¿Te pareces a uno? ¿Ves fruto de tus actos? “¡Todo cuanto hace prospera!" ¿Tu vida se compara a este árbol?

4En cambio, los malvados
son como paja arrastrada por el viento.

¿Es tu vida arrastrada de un lado a otro? ¿O tenés tus raíces firmes y fijadas en tierra buena?

5Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio,

ni los pecadores en la asamblea de los justos.
6Porque el Señor cuida el camino de los justos,
mas la senda de los malos lleva a la perdición.

Esta es la promesa del Señor, él cuida el camino de los justos.
¿Imaginas tu vida como la de los héroes de la fe en la Biblia, llenos de la gloria de Dios, con hazañas que no tienen comparación, con frutos indiscutibles, con conductas intachables, con errores sí, pero llenos del Espíritu Santo, y en el temor de Dios?

Dios mío,
mira en el fondo de mi corazón,
y pon a prueba mis pensamientos.
Dime si mi conducta no te agrada,
y enséñame a vivir
como quieres que yo viva.

Salmos 139:23-24

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