"El que escucha
lo que yo enseño y hace lo que yo digo, es como una persona precavida que
construyó su casa sobre piedra firme.
Vino la lluvia, y el
agua de los ríos subió mucho, y el viento sopló con fuerza contra la casa. Pero
la casa no se cayó, porque estaba construida sobre piedra firme.
Pero el que escucha lo
que yo enseño y no hace lo que yo digo es como una persona tonta que construyó
su casa sobre la arena. Vino la lluvia, y el agua de los ríos subió mucho,
y el viento sopló con fuerza contra la casa. Y la casa se cayó y quedó
totalmente destruida." Mateo 7:24-27 (TLA)
Sin duda, para que una
estructura funcione bien son indispensables unos buenos cimientos.
Los cimientos por lo general
están enterrados, no se ven. Pero cualquier deficiencia en su cálculo o
construcción causara importantes daños
en el edificio. Aunque no los veamos, los cimientos constituyen una parte
fundamental en la construcción de una vivienda para que sea fuerte y
resistente. A veces sucede que como no son una parte
visible, no les prestamos la atención que realmente requieren.
Los cimientos son los que le
dan fuerza a un edifico, y hacen que la misma tenga una buena
estructura que pueda soportar vientos, tormentas fuertes, sin ningún tipo
de problemas.
Pero, qué pasa si aplicamos
esto a nuestra vida, ¿Sabes que tan
importante es que tu vida cuente con un buen fundamento?
Desde el momento que decidimos
seguir a Cristo, se transforma en nuestro fundamento. Todas las instrucciones
para construir bases solidas en nuestra vida se encuentran en la Biblia.
"Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios
sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." 2 Timoteo
3:16-17
Pero en este gran
manual también encontramos promesas. Dios nos promete que si escuchamos su voz,
le obedecemos y construimos fundamentos sólidos en El nada nos podrá derribar. Vendrán
pruebas, dificultades, momentos difíciles pero nuestra roca firme nos sostendrá
.
Nosotros, ¿Qué importancia
le damos a nuestro fundamento?
Anteriormente leímos
que por lo general los cimientos no se ven, y por eso mismo la gente no le da importancia
debida. Que no lo veamos no significa que no estén.
Lo mismo pasa con
Dios, no podemos verlo pero el siempre está con nosotros. No podemos descuidar
la parte más importante de nuestra vida solo por el hecho de no verlo. En Juan
1:11 dice que Jesús vino a buscar a los suyos pero ellos lo rechazaron y en
Juan 3:19 vemos que El era la luz del mundo pero los hombres eligieron las
tinieblas porque sus fundamentos eran malos.
"Conforme a la gracia de
Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro
edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica." 1Co.3:10
Dependiendo el fundamento que
tenemos en el corazón, así actuamos. Para tener una vida solida tenemos que
afirmarnos en Cristo.
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