PREPARADOS PARA TODA CIRCUNSTANCIA
Marcos 9:29:"Esta clase de demonios sólo puede ser expulsada a fuerza de oración" (NVI)
"Y les dijo: este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno " (RVR1960).
Es rara la sensación que tenemos cuando ante una situación de aprieto o de
decisión tenemos que actuar, afrontar, saber qué hacer en esos momentos que nos
sobreviene y nos pasa que:
-Evitamos actuar por miedo (no hacemos nada)
-Actuamos con los “ojos cerrados” como se dice, sin lograr algo
bueno (ya que no hay seguridad)
-Actuamos con seguridad y decisión
¿Cómo obtenemos está confianza o predisposición a la hora de
encontrarnos con ciertas circunstancias inesperadas?
Siempre tenemos la respuesta de alguien que nos dice que
tenemos que orar, que la fe puesta en ese momento de encuentro con Dios es
suficiente para pelear en el campo de batalla; ¿Pero qué pasa cuando ese día o
hace rato no oramos y estamos desesperados cuando tenemos que responder? ¿Cómo es
eso de solo orar cuando ya tenemos encima el imprevisto?
Los discípulos en Marcos 9:14 llegaron a discutir con los maestros de la ley
por no saber cómo actuar, no habían podido curar a un joven endemoniado y no
pudieron encontrar una salida a la situación. Jesús lo sanó con sencillez y
autoridad, y nos deja a vista el contraste entre él y la inseguridad de los
discípulos. Cuando fueron a preguntarle por qué ellos no habían podido éste les
explico que esa clase de demonios sólo puede expulsarse con la oración. Con
esto Jesús quería decirles que la oración debe ser una parte fundamental del
armamento que el siervo de Dios utiliza para enfrentar al enemigo.
En esta ocasión, Jesús venía del monte de la transfiguración
donde había participado de una experiencia con el Padre. Sus sentidos
espirituales estaban agudizados, en un sentido podemos decir que él ya venía “orando”
de modo que cuando se presentó la oportunidad de ministrar, pudo intervenir de
forma decisiva.
Un amigo me enseño que nunca tendríamos que desconectarnos
de Dios, como una red de Internet conectada a Wi-Fi sin la que nada puede
hacer. No está errada la respuesta de la oración pero pienso que es preferible
una oración diaria, y no sólo en el momento de no saber qué hacer, aquella que
hace que nos prepara, que hace que estemos siempre listos y con la espada
afilada cuando tenemos que responder, resolver aquello que vemos que nos va a
aplastar. Es la oración constante, diaria la que nos brinda una paz continua,
fe y seguridad. Entonces, ¡Qué bueno es recordar lo importante que es estar llenos
de espíritu, de “señal de Wi-Fi”, energía para estar confiados cuando el
enemigo nos abre batalla!
Aprovechemos los espacios cotidianos de quietud y soledad,
de silencio y calma para charlar con el Señor, llenarnos más del, que crezca
más en nosotros :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario