jueves, 26 de mayo de 2016

Analiza tú vida



“Sin embargo, hay algo que no me gusta de ti, y es que ya no me amas tanto como me amabas cuando te hiciste cristiano. Por eso, acuérdate de cómo eras antes, y vuelve a obedecer a Dios. Deja de hacer lo malo, y compórtate como al principio. Si no lo haces, yo iré a castigarte y quitaré tu candelabro de su lugar.” Ap. 2:4-5 (TLA)


Cuando todo se pone en tu contra, cuando ves hacia cada lado y solo se muestra un desierto amplio, examinas tu vida y te das cuenta que te sientes vacío, andando por el mundo sin un sentido, y es que todo lo que te ha sucedido a lo mejor ha cambiado tu perspectiva de la vida. De ser una persona entusiasta y motivada, espiritual y de fe, pasaste a ser una persona fría, que contempla con sus ojos como todas las cosas a su alrededor van cambiando.

Y es que a veces llegamos a pensar que todo cambio, que todo a nuestro alrededor ya no es igual, que Dios ya no velo por nosotros como “antes lo hacía”, que algo está pasando. Pero, ¿Será que Dios cambio?, ¿Será que el dejo de hacer lo que hacía en nuestra vida?, o ¿Será que nosotros cambiamos?

A veces creemos que Dios cambio con nosotros, cuando en realidad los que hemos cambiado somos nosotros. Creemos que Dios dejo de la noche a la mañana de hacer las cosas que hacía en nuestra vida, pero la realidad es que nosotros provocamos cada cambio desde que decidimos alejarnos de Él, quizá reemplazándolo por otras cosas que sin darnos cuenta se convirtieron en prioridad en nuestra vida quizá hasta antes que Dios.

Antes de pensar en que Dios cambio contigo, ¿Porque por un momento no piensas en lo que tú has cambiado?, ¿Qué dejaste de hacer que antes hacías?, ¿Qué olvidaste qué antes era tu prioridad?, ¿Qué cosas reemplazaste en tu vida que te llevaron a sentirte vacio?

Si realmente fuéramos sinceros con nosotros mismos nos daríamos cuenta que a veces nos sentimos vacios porque nosotros solos hemos provocado eso, tomando decisiones equivocadas, dejando que las personas afecten nuestra vida, descuidándonos de nuestra relación personal con Dios y poniéndole más atención a cosas vanas.

Quizá hoy te sientes vacío, quizá este día te sientas alejado de Dios, quizá pienses que nada es igual y que nada volverá a ser igual, pero antes de pensar o sentir todo eso hoy quiero invitarte a intentarlo una vez más, hoy quiero invitarte a volver al punto desde donde crees que te detuviste y comenzar a hacer las cosas correctamente cómo lo tendrías que haber hecho.

Examina tu vida, detecta que son las cosas que te están apartando de Dios, detecta que son las cosas que está obstaculizando relación con Dios y ten el valor de hacerlas a un lado.

¿Quieres dejar de sentirte solo, vacío y sin un sentido de vida?, entonces comienza por tomar decisiones valientes que como consecuencia te traerán el gozo del Señor a tu vida.

Nada en la vida tiene más valor que estar bien con Dios, nada en la vida tiene más importancia que sentirte bien delante del Señor y eso solo se logra a través de una comunión real y sincera con Dios.

¡Dios está dispuesto a encontrarse y renovar su relación contigo!
 ¿Tú lo estás?

No hay comentarios:

Publicar un comentario