“Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes
cuando te reprenda, porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el
que recibe como hijo. Lo que soportan es para su disciplina, pues Dios lo está
tratando como a hijos. ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina? Si a
ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos
y no hijos legítimos. Después de todo, aunque nuestros padres humanos nos
disciplinaban, los respetábamos. ¿No hemos de someternos, con mayor razón, al
Padre de los espíritus, para que vivamos? En efecto, nuestros padres nos
disciplinaban por un breve tiempo, como mejor les parecía; pero Dios lo hace
para nuestro bien, a fin de que participemos de su santidad. Ciertamente,
ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien
de tristeza; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para
quienes han sido entrenados por ella.” Hebreos 12: 5-11
Que hermosas palabras, pero también fuertes sabiendo que
TODOS sus hijos seremos disciplinados, probados, pero no para mal, no porque
Dios es “malo”, tantas veces confundimos las dificultades metiendo a Dios.
Un verdadero hijo de Dios será puesto a prueba, será puesto
en disciplina, Dios es perfecto y por eso su disciplina es perfecta, siempre
obra para el bien espiritual de sus hijos, al principio es tan difícil de
entender esto, nos preguntamos, si Dios es amor ¿ Por qué quiere disciplinarnos
con situaciones que nos traen tristeza, o
nos hacen mal?
“Hijo mío, no
desprecies la disciplina del Señor, ni te ofendas por sus reprensiones. Porque
el Señor DISCIPLINA a los que ama, como corrige un padre a su hijo” Prov
3:11-12
Creo que está muy entendible él porque, si somos hijos de Dios,
Dios por su amor va a querer siempre lo mejor para cada uno ya que somos sus hijos y Él nuestro Padre y va cambiar
actitudes, pensamientos, o situaciones que estemos pasando porque es necesario
cambiarlas, y es para acercarnos más a Dios.
Me quiero basar en el versículo. Ciertamente, ninguna
disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien de
tristeza; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para
quienes han sido entrenados por ella.”(11)
En mi experiencia puedo decir que este versículo es pura
verdad como toda su palabra, Situaciones en mi vida llegaron a que Dios me
discipline, no creo que una situación difícil me haya llevado a estar con alegría
plena, (tengo el gozo del Señor por eso no he decaído), pero sí, tuve tristeza
en mi corazón. Pero días, días orando a Él, días confiando en Él, años
restaurando mi fe, puedo decir que coseche muchas cosas que necesitaba para cambiar mi vida y reflejar a Dios. siempre
obrando para el bien de mi espiritualidad, Él es quien te marca y cambia todo de ti porque se necesita para
demostrar su GLORIA, pero Dios fué, es y será el que me a ayudado a salir, él
es quien me disciplinó. Cada uno tiene situaciones diferentes que lo llevan a
cambiar su interior, el carácter, las actitudes, su relación con Dios, si uno
no depende 100% de Dios, decae, no sabe a dónde ir, por eso Dios pone
circunstancias para ver si estamos dependiendo totalmente de ÉL. Las pruebas y los sufrimientos en la vida del
cristiano vienen de Dios, quien los usa para educar y disciplinar a los
creyentes con esas experiencias. Ese trato es evidencia del amor de Dios por
sus hijos. Ya que todos somos imperfectos y necesitamos disciplina.
“Fijemos la mirada en Jesús,
el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba,
soporto la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está
sentado a la derecha del trono de Dios” Hebreos 12: 2
Recuerda que si está pasando por momentos difíciles o
circunstancias inmanejables fijemos la mirada en Cristo.
Dios como dice que nos
disciplina, nos prueba, también nos ayuda, nos transforma.
Veamos las
circunstancias y las disciplinas de Dios en nuestra vida positivamente, porque son de Dios para nuestro
bien y nuestro crecimiento espiritual, obedeciendo su palabra y vivir sus
verdades, Dios pone su mano fuerte sobre ti y sobre mí una y otra vez hasta hacer
relucir nuestras vidas , para reflejar su Gloria.
Dios los bendiga
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