"Pondré mis ojos en los fieles de la tierra, para que habiten conmigo;
sólo estarán a mi servicio los de conducta intachable". Salmos 101:6
La verdad, me asombra saber que Dios nos eligió para amarnos, alabarle y servirle. Me encanta saber que su gracia va mucho más allá de mis límites, que su amor me restaura y me hace nueva y que también perfecciona su obra en mí.
Filipenses capítulo 1 versículo 6 dice: "Dios empezó el buen trabajo en ustedes, y estoy seguro de que lo irá perfeccionando hasta el día en que Jesucristo vuelva".
En el versículo de Salmos, David dice que solo estarán a su servicio los de conducta intachable, perfectos, los que van por el buen camino (dicen otras versiones), pero apliquemos esto a nuestra vida. Tenemos un Rey que es superior a lo que fue el rey David, y con más razón debemos presentarnos perfectos para ser sus mejores siervos. Mejores en donde estemos: familia, amistades, ciudad, redes sociales, trabajo, estudio, y por sobre todo y tal vez la más difícil: en las áreas personales, esas que nadie conoce y nadie puede ver; tu Rey las ve.
Te aconsejo que busques a alguien más grande que vos, con más experiencias con Dios, que pueda escucharte, estudien la Biblia y por sobre todo puedas rendirle cuentas de las cosas que hagas. Y pasá tiempo en la presencia de Dios, vas a empezar a enamorarte de manera que nada te podrá sacar.
Esto te va a perfeccionar para poder ser ese fiel servidor perfecto que busca Dios.
“Intimidad y servicio son la recompensa de la fidelidad” C. H. Spurgeon
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