jueves, 5 de febrero de 2015

Estad quietos


Lectura: 2 crónicas 32



~Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. ~
Salmo 46:10

El pueblo de Dios estaba atravesando un tiempo muy difícil, la mayor parte de él había sido llevado cautivo y el resto que quedo del reino del sur venía de ser gobernados por reyes idolatras, que llevaban al pueblo a la bancarrota espiritual, las glorias pasadas ya eran solo un triste recuerdo, todo era gris, y nadie miraba a Dios; y encima de todo esto estaba la amenaza de los asirios que querían conquistar Jerusalén, y pedían su total rendición, y el pueblo de Dios no contaba con la fuerza, ni con los hombres suficientes para defenderse de este pueblo poderoso.
A todo esto, Ezequías, quien estaba por Rey, decidió poner su confianza en Dios, y rebelarse contra este rey asirio, y contra la opinión de su propio pueblo que estaba en contra de Dios, pero… ¿Qué es esto que estaba haciendo? Revelarse contra alguien más fuerte que todo Israel, esta situación iba más allá de lo que podía hacer el, más allá de sus fuerzas.

~Y les dijo el Rabsaces: Decid ahora a Ezequías: Así dice el gran rey de Asiria: ¿Qué confianza es esta en que te apoyas?
Dices (pero son palabras vacías): Consejo tengo y fuerzas para la guerra. Mas ¿en qué confías, que te has rebelado contra mí? ~
2 Reyes 18:19-20

Ezequías decidió confiar en Dios, y podemos ver la respuesta de lo sucedido, no tuvo que salir a pelear, la batalla la gano de rodillas, poniendo su esperanza en nuestra roca, nuestro lugar firme que es Jehová, y solo tuvo que estar quieto y observar lo que Dios hizo.

~Mas el rey Ezequías y el profeta Isaías hijo de Amoz oraron por esto, y clamaron al cielo.
Y Jehová envió un ángel, el cual destruyó a todo valiente y esforzado, y a los jefes y capitanes en el campamento del rey de Asiria. Este se volvió, por tanto, avergonzado a su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron a espada sus propios hijos.
Así salvó Jehová a Ezequías y a los moradores de Jerusalén de las manos de Senaquerib rey de Asiria, y de las manos de todos; y les dio reposo por todos lados. ~
2 crónicas 32:20-22

Nosotros también muchas veces pasamos por situaciones muy difíciles, donde pareciera que nuestras manos están atadas, cualquier cosa que hagamos no soluciona nada, todo a nuestro alrededor nos dice que nos demos por vencidos, que no sigamos adelante, que desviemos nuestra mirada de Dios, ¿Por qué.. Qué va a hacer Él?

Es en estas situaciones donde tienes que juntar tus manos, y clamar a Dios, nuestro Padre, estarte quieto para ver lo que él va a hacer.
Tienes que confiar, no dudes, solo confía, aunque la situación parezca la más difícil, Dios conoce tu situación, solo espera que le busques, él va a quitar de ti todo lugar, persona o cosa en la que puedas buscar socorro, para que confíes solo en El y va a traer una respuesta poderosa a tu vida y darte descanso que ni tú vas a poder creer del asombro.

~Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.~
Habacuc 1:5



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