"Solamente de oír mencionar el arca de Dios, Elí se fue de espaldas, cayéndose de la silla junto a la puerta. Como era viejo y pesaba mucho, se rompió la nuca y murió. Durante cuarenta años había dirigido al pueblo de Israel.
Su nuera, la esposa de Finés, estaba embarazada y próxima a dar a luz. Cuando supo que el arca de Dios había sido capturada, y que tanto su suegro como su esposo habían muerto, le vinieron los dolores de parto y tuvo un alumbramiento muy difícil. Al verla agonizante, las parteras que la atendían le dijeron: «Anímate, que has dado a luz un niño.» Ella no respondió; ni siquiera les hizo caso.
Pero por causa de la captura del arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su esposo, le puso al niño el nombre de Icabod,[a] para indicar que la gloria de Israel había sido desterrada. Exclamó: ¡Se han llevado la gloria de Israel! ¡El arca de Dios ha sido capturada!" 1 Samuel 4:18-22 (NVI)
En uno de los periodos más oscuros del pueblo de Israel, lo que no hubieran querido jamás que sucediera, sucedió. Los Filisteos derrotaron en una batalla al pueblo de Dios y fue robada el Arca del Pacto. Cuando el sacerdote escucha la noticia, muere, el pueblo sin guía estaba en la ruina, solo había caos.
El capítulo 5 se dedica a relatar lo que sucedía con el Arca en el territorio enemigo. Como una obra de teatro, acto tras acto, una manifestación del poder de Dios para el pueblo Filisteo.
"Al día siguiente, cuando los habitantes de Asdod se levantaron, vieron que la estatua de Dagón estaba tirada en el suelo, boca abajo, frente al arca del SEÑOR. Así que la levantaron y la colocaron en su sitio.
Pero al día siguiente, cuando se levantaron, volvieron a encontrar la estatua tirada en el suelo, boca abajo, frente al arca del SEÑOR. Sobre el umbral estaban su cabeza y sus dos manos, separadas del tronco." 1 Samuel 5:3-4 (NVI)
LOs Filisteos pensaron que habían dominado al pueblo de Israel, que la victoria era rotunda, pero algo sucedió. Dios no se quedo sin gloria, no se quedo sin testimonio, comenzó a manifestar su poder y la primer víctima fue la estatua del dios pagano que se vio violentada de forma contundente, pero el daño fue en aumento (Ver v.6) y como fuego que quema en las manos se sacaban de encima el Arca del Pacto, de ciudad en ciudad la pasaban.
Dios permite que sus hijos enfrenten dificultades y problemas, o tal vez como en este caso las consecuencias de su pecado, pero el sigue obrando, sigue luchando por nosotros , y aun cuando le damos la espalda, le desobedecemos y pecamos, Él no queda sin gloria, sigue levantando su nombre y sigue peleando por los suyos. Algo sucede. Sigue siendo Fiel.
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