viernes, 30 de septiembre de 2016

Desafíos Nuevos


Pasaje clave: Génesis 17.

Entre capítulo y capítulo fueron pasando muchos años. Para que no te pierdas, te lo sintetizo brevemente:

Capítulos 12 a 14. Abram tenía 75 años.
Capítulo 15. Abram tenía 76 años.
Capítulo 16. Abram tenía 86 años.
Y ahora, en el capítulo 17, Abram tiene ¡99 años! (13 años después de aquellos problemas de los que nadie salió bien, 13 años de un completo silencio de Dios). Y ahora, a los 99 años, Dios vuelve a revelarse a su vida presentándose a sí mismo como el Señor Todopoderoso.

Dios le plantea un alto desafío a Abram, ¿cuál es? (vs.1)
¡Es el mismo desafío que te hace a ti! Anda delante de Él, sin nada que esconder, y sé perfecto.
Perfecto no se refiere a “no cometer errores”, “hacer siempre todo bien”, “ser obsesivo y perfeccionista” o “tirárselas de tipo superior”, ¡no!
Perfecto significa que agrades a Dios siempre en todo lo que eres y haces.
Perfecto es aquel que elige la santidad como estilo de vida.

Y luego de esto, Dios reafirma su PACTO con Abram y se lo detalla aún más. Mira el siguiente cuadro para que entiendas a qué se compromete Dios y cuál es el compromiso que tiene que asumir Abram:

DIOS:

1. Sería padre de una gran descendencia (vs.4-5).
2. Lo multiplicaría y naciones y reyes saldrían de él (vs.6)
3. Sería el Dios de su descendencia para siempre (vs.7).
4. Les daría toda la tierra en la que habitaban (v.8)
5. Bendeciría a Sara y ella sería madre (vs.15-16, 19).

ABRAM:

1. Se circuncidarían todos los varones a partir de los 8 días de vida (vs.10-14).
(Circuncidar es cortar el extremo de la piel que cubre el pene, llamada prepucio). ¡Aaaaaayyyyy!
La circuncisión era obligatoria para todos los hombres (vs.22-27).

¿Sabías que Dios también hizo un pacto con nosotros por medio de Jesús?
Él se compromete a salvarnos, perdonarnos, darnos una nueva identidad, amarnos incondicionalmente, guiarnos y darnos su Espíritu, pero a cambio, nuestro compromiso es creerle, recibirlo en nuestra vida y estar determinados a vivir como Él quiere en santidad. ¿Estás dispuesto?

UNA NUEVA IDENTIDAD
Dios pacta con Abram, y lo primero que hace es darle una “nueva identidad” (vs.5). Y también a Sarai (vs.15).
Abram significa “Padre exaltado”, pero ahora Dios le cambia su identidad y lo llama Abraham que significa: “Padre de multitudes”.
Sarai y Sara significan lo mismo: “Princesa”.
Cuando crees y recibes a Jesús en tu vida, junto con la salvación, el perdón de pecados y la vida eterna, recibes también una nueva identidad. En otras palabras: Dios te ve como alguien nuevo.
Escúchame atentamente: Si tienes una relación personal con Jesús eres alguien nuevo. Antes eras el pecador, el rebelde, el desobediente, el condenado, el inútil, el  abandonado, el feo, el tonto o el enfermo. ¡Eso ya pasó! Ahora, en Cristo, eres alguien nuevo. Eres perdonado, amado, aceptado, adoptado como hijo. Eres capaz, útil, santo, justo, redimido y glorificado. Eres capaz, exitoso, sano y prosperado. ¡Y esto no lo dicen las personas, esto lo dice Dios! ¡Y Dios nunca miente! Por lo tanto, créelo, agradécelo y disfruta al máximo tu nueva identidad. Es un regalo de Papá.
Promesa, fe, paciencia, tiempos de Dios, pacto, bendiciones, ¡cuántos desafíos!

SÉ PACIENTE
Sí, otra vez. No te apresures a tomar decisiones, ni te apresures a vivir. Hay un tiempo para disfrutar de los amigos y ser amigo, y hay un tiempo para el noviazgo. Un tiempo para casarse y un tiempo para tener bebés. ¡No te adelantes! ¿Quién te corre?
Los que viven corriendo nunca disfrutan nada. Cuando son adolescentes están desesperados por ponerse de novios. Cuando son novios están desesperados por casarse. Cuando se casan están desesperados para que nos les falte nada (o para tener hijos). Y cuando se quieren acordar se les fueron los años y no disfrutaron casi nada. No seas terco en tu propia opinión. ¡Aprende a disfrutar tus años!… Paso a paso… Lo mejor viene…

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