“Mira que te mando que te
esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará
contigo en dondequiera que vayas.” Josué 1:9
¿Qué representa este versículo en
tu vida? ¿Cuánto valor le das a este pedacito de la Palabra? ¿En qué
situaciones el Señor te ha pedido que seas valiente y te esfuerces? ¿Cuándo has
confiado totalmente en la voluntad de Dios y en su protección impenetrable para
con nosotros?
Quiero agregar a la lectura de
hoy, la historia de Gedeón. Es muy conocida y seguramente la has escuchado
muchas veces, pero Dios me habló mucho con ésta y puso el deseo en mi corazón
de compartirla.
Leamos Jueces 6:11-16, En estos
cinco versículos acontecen momentos importantísimos en la vida de Gedeón. Para
ponernos en contexto, el pueblo de Israel, estaba en manos del pueblo de Madián
desde hacía siete años, por la gran desobediencia a Jehová. Pero, como tenemos
un Dios tan lleno de misericordia y tardo para la ira (Éxodo 34:6), llamó a un
muchacho sumamente tímido y muy temeroso que estaba escondido zarandeando trigo
en un lagar (en donde se procesaban las uvas para obtener vino), esto está en
el versículo once, y a continuación de lo que podemos leer, encontramos que el
Ángel de Jehová, le dice a Gedeón…”Varón esforzado y valiente” (versículo
doce). A simple vista Gedeón podía ser cualquier cosa, menos valiente y
esforzado. Si seguimos leyendo la historia, vamos a poder ver que Gedeón le
cuestiona muchas situaciones a Dios, pero salteando un poco esto, quiero
quedarme con el acto en donde el mismísimo Jesús (Ángel de Jehová, es Jesús
antes de nacer de la virgen María) le dice que él no debía sentir miedo, porque
en todo momento iba a estar con la protección y la compañía del Altísimo
(versículo dieciséis).
Después de leer todo lo anterior,
me acuerdo de mi vida. De la vida de personas que conozco y aprecio mucho. Y
pienso, en todas las situaciones en donde Dios nos llama por lo que todavía no
somos. ¿Esforzado y valiente, escondido en un lagar? Sí, el mismo que liberó al
pueblo de los madianitas con sólo trescientos hombres (Jueces 7:7). Gedeón,
logró el propósito que Dios tenía para su vida, porque un día lo escuchó al y,
más allá de que le costó creer, confió plenamente en los planes que tenía
preparado. Dejó de ser una persona con miedo y lleno de inseguridades para ser
un hombre valiente y esforzado solamente por el favor de Dios.
Ahora, pensá en tu vida personal,
¿A dónde Dios te está llamando? ¿Dónde Él te necesita? ¿En qué situaciones el
Señor te pide que confíes en su promesa? ¿Cuándo le vas a creer, si te llama
valiente?
Si Dios te está pidiendo que le
sigas con más fervor, que comiences a servir en algún ministerio, si te pide
que tomes decisiones que van a revolucionar tu vida, tu forma de ver las cosas,
también te llama como lo hizo con Gedeón, porque nada va a ser sencillo, ni va
a pasar rápidamente, pero Él te pide que seas esforzado, valiente un varón de
Dios y que recuerdes todos los días de tu vida, que su misericordia, su amor,
su protección está con nosotros hasta el fin de los días. (Salmos 23 y 34:7).
Dios te bendiga
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