lunes, 31 de marzo de 2014

¿Suplirá mis necedades?

        Seguro estás de acuerdo conmigo si te digo que en la mayoría de nuestras oraciones no falta un  "te pido que/por...". Hacemos bien en presentarle a Dios nuestras necesidades en oración y ruego, como la Biblia nos dice hacerlo en Filipenses 4:6. ¿No es precioso que el Rey del universo escuche cada una de nuestras oraciones y se preocupe en atender a cada necesidad? ¡Le doy infinitas gracias por eso! Poder acudir a Él ante cada necesidad es un enorme privilegio que tenemos. Pero como amados hijos de Dios que somos, muchas veces cometemos el error de no sólo pedir que Dios se ocupe de nuestras necesidades... sino que pretendemos que responda a nuestras necedades. ¿Lo pensaste alguna vez? ¿Te escuchaste a vos mismo al orar? ¿Qué cosas soles pedirle a Dios? ¿Cosas que son valiosas ante tus ojos, o ante los Suyos? ¿Cosas que son para tu propio bienestar, o para el bien de los demás? ¿Cosas conforme a tu voluntad, o a la Suya? (mirá Santiago 4:3)
        Debemos cuidarnos de no estar pidiendo por necedades... pero, ¿cómo?
        CUIDATE de los caprichos... de pedirle a Dios insistentemente cosas que vos querés tener o deseas que pasen, en un tiempo determinado, que sean cosas conforme a tu voluntad y quizás contrarias a la Suya; (¿cuántas veces hasta pedimos cosas que son menos de lo que Dios quiere para nosotros?) Que nuestra oración siempre sea como la de Jesús: "Padre [...] que no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres Tú." (Mateo 26:39)
        CUIDATE del orgullo... que te lleva a pensar que tus planes son mejores que los Suyos.
        En Mateo 7:11 vemos que Jesús nos dice:
“Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas BUENAS a los que le pidan!".
        Dios muchas veces no nos da esas cosas que le pedimos porque justamente no son buenas para nosotros. Sólo DIOS sabe qué es lo mejor para mí y para vos.
        No te desamines si Dios no responde a tus necedades... ¡menos mal que no lo hace! Una gran frase escrita por un hombre de Dios que leí una vez decía: "Si Dios estuviera obligado a darnos todo lo que le pedimos en oración, yo, por mi parte, nunca más oraría…". Quien escribió esta frase tenía algo claro: que no tenía la sabiduría suficiente para pedir lo mejor para él. Lo importante es tener la humildad suficiente para rendirse a los planes de Aquel que responde y obra para nuestro bien.
        Además… El Espíritu Santo es quien "nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos…” (Ro. 8:26). Oremos siendo dirigidos el Él! (Ef. 6:18).
        Y no te estoy diciendo que no le insistas más a Dios. Jesús nos enseña que debemos orar siempre y no desmayar (Lucas 18:1...). Ésta es una invitación a revisar aquellas cosas que estás pidiendo. ¿Son necesidades o necedades? Que así como perseveramos orando por algunas cosas, perseveremos también en la búsqueda de Su voluntad, porque…
“Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.”
1º Juan 5:14-15


        Recurramos a Dios sabiendo que Él va a suplir nuestras necesidades, y que Él nos ayude a no pedir por necedades :)

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