“Entrégale
tus cargas al Señor, y él cuidará de ti;
no permitirá que los justos tropiecen y caigan.” Salmos 55:22
En la antigüedad, había una tortura muy cruel que se
aplicaba a los presos que no querían confesar. Se les acostaba y se le ponía
una tabla sobre el cuerpo y se le agregaba peso hasta matar al preso si no
confesaba. Era una muerte muy lenta y dolorosa, no podían respirar, hasta que el
peso rompía las costillas y morían aplastados.
Quizás hoy te sientas así, con un problema que no te
deja respirar, que te ahoga, sentís que no hay salida, no hay solución. Ésa era
la experiencia del salmista, estaba perseguido, lo querían matar, se sentía
solo y abandonado. Quizás estás enfermo, o triste, o deprimido, o sin trabajo.
David te propone hacer lo que él hizo, la idea es,
literalmente, sacarte la mochila de piedras de tu espalda y dársela al Señor.
Jesucristo mismo nos invita a ir a Él, si estamos con trabajos o cansados. No
importa cuan grande sea tu carga, nada es demasiado grande para Dios. Él es
todopoderoso y Todo Amor, esta siempre atento y cuidando de nosotros y espera
que le pidamos, para darnos Su Ayuda.
Pero Dios no promete sacarnos el problema, no promete
una solución inmediata. Él promete que no nos va a dejar tirados en el piso;
nos va a dar ánimo, fuerza para soportar el mal momento, y paz que solo él
puede dar. Quizás, si estas sufriendo, estas palabras te suenen a consejo
hueco, de alguien que nunca sufrió y no le pasa nada malo. Pero la paz que Dios
pone en el alma, cuando estamos sufriendo, es una realidad que solo aquel que
la experimento puede contarla, y no alcanzan las palabras para explicar como es.
Simplemente, estas tranquilo.
Dios puede hacer cualquier cosa, nada es imposible
para Él. Pero tiene un plan. Y su plan es siempre para nuestro bien (aunque hoy
no podamos verlo ni creerlo)
Quizás haga desaparecer tu problema. O quizás tengas
que vivir con el toda tu vida. Lo que es seguro, es que si estas cerca de Dios,
no importan las circunstancias que te rodean, no importa lo terrible de la
tormenta, no importa lo triste que te sientas, Dios va a estar contigo, y el te
va a sustentar. ACERCATE CONFIADO AL TRONO DE DIOS!
Dios te Bendiga ricamente.
Escrito por: Natanael Peralta
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