En primer lugar toda necesidad es un llamamiento a orar: "El librará al nesesitado" (Salmos 72:12) Y estoy hablando de cualquier tipo de necesidad, hasta la emocional. Dios suple cuando pedimos. No importa la circunstancia. No trates de remarla sin Dios. Al todopoderoso le encanta satisfacer las necesidades de sus hijos siempre que esté en su voluntad, y Él lo hace para que veas lo grande que es.
En segundo lugar, toda ansiedad es un llamamiento a orar: "Echando toda ansiedad sobre el porque el tiene cuidado de vosotros" (1 Pedro 5:7) Es interesante como muchas veces usamos este pasaje, consolamos gente y lo repetimos tan fervientemente que a veces olvidamos la gran promesa que esconde. Yo soy una persona ansiosa, pienso en el porvenir, en la iglesia, en el trabajo, en el estudio, en qué será de esto o aquello. Y eso es algo mezquino, porque Dios es es el encargado de sustentar el mundo y nuestra misma vida. Debemos orar para estar tranquilos esperando en El. Dios es el que diseñó y construyó la grandeza de los cielos y de la tierra, imaginá lo que puede hacer con tu vida.
Por último, toda tentación es un llamamiento a orar: "Velad y orad para que no entréis en tentación" (Marcos 14:38) La vida de Job es un ejemplo de oración. Parece irónico, pero él siempre estuvo dispuesto a hablar con Dios, ya sea su situación, y eso era lo que sostenía su integridad y evitaba que maldiciera a Dios por su condición. No te olvides que cuando hay ausencia de oración hay ausencia de poder. Y esto es confirmado por la biblia y por miles de testimonios. La palabra de Dios dice: "Clama a mí y yo te responderé y te enseñare y te enseñare cosas grandes y ocultas que tu no conoces." Jeremias 33:3
Dios te bendiga ricamente. :)
Escrito por: Joel Martinelli
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