miércoles, 6 de noviembre de 2013

Reconocer


Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos.” Deuteronomio 7:9 (NVI)

Tenemos la mala costumbre de emitir juicios generalizados a partir de hechos puntuales. Si alguna chica nos fue infiel, solemos decir: “todas las mujeres son iguales, siempre son infieles.” Lo mismo sucede con las mujeres. Padecemos del mal de generalizar y en la mayoría de las ocasiones, generalizamos lo malo. Hace mucho tiempo que no escucho una generalización positiva. Siempre tiene una connotación negativa, de problemas o faltas. Esta actitud es típica de las personas que tienen el hábito de quejarse.
Los argentinos somos expertos en quejas, no hay día en que no nos quejemos de algo. Siempre encontraremos una excusa para expresar nuestro malestar. El pueblo de Israel no era muy distinto que nosotros. Era una multitud que fácilmente iniciaba su conversación con una queja. Y esa queja lo hacía generalizar teorías absolutamente negativas.
En el desierto no tuvieron agua y la queja apareció como un torbellino. Dios intervino e hizo brotar agua de una piedra. Tuvieron hambre y Dios ofreció el maná. Se cansaron del pan y Dios envió codornices. Vez tras vez, ante el reclamo y la queja de este pueblo inconforme, Dios tuvo que  demostrar que su poder no tiene límites y puede solucionar cualquier inconveniente.

Frente a esta realidad, el pueblo generalizaba las malas situaciones por las que tuvo que pasar, pero se olvidaba puntualmente de las soluciones que Dios les había dado. Al igual que ellos, somos rápidos para olvidar los favores, y rencorosos para recordar las ofensas o problemas.
Por eso Moisés les alienta a reconocer que Dios es fiel, y que su fidelidad no depende de su estado de ánimo o de nuestra respuesta. ES siempre igual. Y si analizamos objetivamente las respuestas de Dios, vamos a encontrar como el pueblo de Israel, que Dios es siempre fiel, y que Él bendice y ayuda a los que le obedecen.

¿Te estás quejando por lo que estás viviendo? ¿Solo recordás malos momentos y problemas? ¿Estás cuestionado a Dios porque no te dio lo que querías, cuando querías y como querías?
Moisés te alienta hoy a recordar que, más allá de tus faltas, fracasos o ausencias, Dios es siempre fiel.
Reconócelo, eso te va a cambiar tus generalizaciones.

Escrito por: Natanael Peralta

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