Últimamente tuvimos bastantes días lluviosos, pero no me canso de ellos, disfruto del sonido de las gotitas al caer cuando garúa, de los grandes truenos durante las tormentas, del aire fresco que suele acompañar a las mismas, del olor a tierra mojada, y de los arcoíris que finalizan el show de la manera más extraordinaria.
Sin duda, cuando veo, escucho, huelo y siento a la naturaleza, no puedo imaginarme otra cosa que a Dios abrazándome y diciéndome, "Esto es para vos".
La Biblia dice:
"Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien"
Salmo 139:14
Gracias, gracias y gracias. Es todo lo que puedo decirle al Dios que a pesar de ser el creador de un mundo enorme, se preocupa por mí que soy tan insignificante, por mi bienestar y disfrute.
Me consuela en gran manera, saber que aunque no puedo ver a mi Dios, puedo sentirlo a través de su poder manifestado en la naturaleza.
"Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas…"
Romanos 1:20
Los amaneceres, los atardeceres, el cielo estrellado, las diferentes lunas, los árboles de cientos de años, las flores exóticas, la grandeza del mar y de las montañas e incluso las demás personas, todo fue hecho para que nosotros lo disfrutemos, pero muchas veces nos perdemos de esa bendición, al no asombrarnos ante su creación, al permitir que se torne algo corriente.
Recuerdo a mi mamá una vez decirme: "¿No te parece que Dios es el mayor artista que existe? No hay un solo día en el que pinte un mismo cielo, y todos son hermosos".
Te invito en esta semana a adorar al Señor por su gran poder. Cada día es una nueva aventura con él, déjate sorprender.
Escrito por: Yazmín Florit
Muuuuuy bueno!!!!
ResponderEliminarMuy lindo, muchas gracias por compartir esta reflexión
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