lunes, 3 de junio de 2013

Algo extraordinario


Imaginate estos titulares en los noticieros y diarios:
¡Último momento! Se dice que un ama de casa lavó los platos más de 3 veces en un día, y como si fuera poco, barrió el piso”. ¿Qué pensarías?
Un destacado futbolista logró hacer más de 10 cabezazos con la pelota. ¡Gran hazaña!”. ¿Qué pensarías?
El profesor de música de una escuela al fin pudo tocar en el piano el cumpleaños feliz. ¡Y sin equivocarse!”. ¿Qué pensarías?
Seguro se te cruza por la cabeza algo como: “¿Qué tiene de extraordinario eso? Cualquiera puede hacerlo…”
Ahora imaginate una noticia así: “Un joven le dijo a su mejor amigo que lo quería, y como si fuera poco, le dio un regalo. ¡Increíble!
¿Qué pensarías?
Yo sé lo que pensaría Jesús: "¿Qué tiene de extraordinario?”
La verdad es que nunca encontrarías algo así en un diario. No tiene nada de extraordinario que un amigo le diga su otro amigo que lo quiere, y demás, ¿no?
Algo así Jesús les planteó a sus discípulos, diciéndoles:

“Han oído la ley que dice: “Ama a tu prójimo” y odia a tu enemigo. Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen! De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual.
Si sólo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo. Si eres amable sólo con tus amigos, ¿en qué te diferencias de cualquier otro? Hasta los paganos hacen lo mismo. Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.” (Mateo 5:43-48, NTV)

Jesús hoy nos quiere enseñar esto a nosotros también. Al decir “Tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto”, nos quiere enseñar a SER COMO ÉL ES, y eso incluye AMAR COMO ÉL AMA: a buenos y a malos, amigos y enemigos, a quienes te hacen bien y a quienes te hacen mal, a quienes te alegran la vida y a aquellos que parecen molestar en tu vida también. Eso es algo extraordinario. Ese es el amor extraordinario que Jesús quiere que tengamos. Un amor extraordinario como el que Él tuvo por nosotros al amarnos a pesar de ser pecadores.

Jesús nos da su amor extraordinario para que hagamos cosas extraordinarias. El desea que tu amor hacia otros no sea ordinario como aquellas primeras "noticias".
Te desafío a que a partir de ahora empieces a hacer cosas extraordinarias: Amar a quienes no te aman, orar por quienes te maltratan, hacer bien a los que te hacen mal…(Como por ejemplo, hablando bien de alguien habla mal de vos, animando a quien te desanima, ayudando a quien nunca te ayudó...)
¿Te animás?

¡Que Dios te bendiga, y puedas ser de bendición a los demás amando con ese amor extraordinario!

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