viernes, 7 de junio de 2013

Una lástima



¿No te pasó, que habías estado esperando o preparando un evento especial y justo ese día llovió?
Tal vez en el ministerio estuviste con empeño preparando un juego extraordinario, y el día de reunión, los chicos simplemente decidieron no jugar a ese juego. Situaciones como éstas hay miles, y me pregunto cómo habrás reaccionado…

Dice Efesios 2:10 que Dios también preparó cosas para nosotros, con anticipación, para que las hagamos. Y es una realidad, y también una lástima que no las disfrutemos.
¿Por qué nos cuesta vivir y disfrutar la vida que el Creador nos preparó?
Podemos asegurar que no ponemos en práctica las obras que Dios preparó porque tomamos Decisiones equivocadas.
¿Por qué decidimos mal? Porque no tenemos convicciones firmes ni verdaderas (con verdaderas me refiero a correctas).

Voy a dar un ejemplo positivo para explicar esto. Hubo alguien que tenía convicciones firmes y siguió centímetro a centímetro lo que Dios le pidió. Éste fue Abraham.
A Abraham, Dios le prometió que de él iba a descender una gran nación (Gn. 15). Cuando Dios le prometió esto, él tenía cerca de 100 años y aún así confió en la promesa. Génesis 21 relata que nació el único hijo de Abraham y Sara (su esposa), y en el capítulo 22, el Señor le pide que de a Isaac su hijo en sacrificio. Y así fue. Abraham tomó a su hijo, lo llevó al monte y allí preparó todo para sacrificarlo, y cuando fue el momento, alzó la cuchilla para desgollarlo, y en ese mismo instante Jehová le habló y lo frenó, porque Abraham mostró TEMER a Dios (Gn. 22:12).

“El temor del SEÑOR es el principio del conocimiento…” Prov. 1:7 (RV60)
¿Qué es el temor a Dios? No es miedo, sino que nuestro amor y reverencia a Él se manifiesten en forma práctica en nuestra vida, lo que es muy similar a Sabiduría: Conocimiento Aplicado. Abraham tenía un conocimiento: “Iba a ser padre de una gran nación”, y estaba convencido y súper seguro de eso (convicción). Y esa convicción y su amor al todopoderoso (temor) lo llevaron a obedecerle y decidir sacrificar a su hijo. Él no estaba loco, y aunque la Biblia no describe nada, seguramente habrá sufrido mucho en el trayecto hasta el monte; pero sus sentimientos nunca se sobrepusieron a sus convicciones.
“Ya lo ves: Su fe y sus obras actuaban conjuntamente, y su fe llegó a la perfección por las obras que hizo”. Santiago 2:22 (NVI). Las convicciones (FE) y decisiones (obras) van de la mano. Ahí se manifiesta el Temor a Dios y la sabiduría; y si te das cuenta, nunca se mencionan las emociones, porque no podemos dirigir nuestra vida por emociones.

Sería una lástima que Dios, quien nos ama, no nos vea disfrutar de lo que con tanta dedicación preparó para nosotros.
Pidámosle sabiduría, y tengamos firmes convicciones basadas en la verdad de Dios.

Dios te bendiga, y que puedas disfrutar de todos sus planes para tu vida.

Emiliano Cevallos

No hay comentarios:

Publicar un comentario