viernes, 3 de mayo de 2013

Como un grano de mostaza


 Entonces los apóstoles le dijeron al Señor:

—¡Aumenta nuestra fe!

 —Si ustedes tuvieran una fe tan pequeña como un grano de mostaza —les respondió el Señor—, podrían decirle a este árbol: “Desarráigate y plántate en el mar”, y les obedecería.

Lucas 17: 5-6 (NVI)


Este es simplemente un pequeño fragmento de las muchas enseñanzas del Señor Jesús, pero que nunca puedo pasarlo por alto. ¿Fe como un grano de mostaza? Yo me pregunto, ¿Tan pequeña es mi fe que ni siquiera puedo igualar esta semillita? Si con tan poca confianza se puede hasta pedirle a un árbol que nos obedezca, ¿Qué pasa con las cosas tan sencillas que pido?

En una cita similar a esta encontré la respuesta (Mateo 17:20-21), y finaliza diciendo:

"Pero este género no sale sino con oración…" (RVR).

¿Y qué es orar? Desde que tengo uso de la razón que vengo repitiendo: "Orar es hablar con Dios", pero muy pocas veces me detuve a meditar en esto. Hablar con Dios, es charlar con él, contarle nuestras cosas, sincerarnos y decirle cuanto nos cuesta depositar nuestra fe sobre él.

El Señor no quiere que con palabras extravagantes clamemos a él, simplemente que con una sencillez de corazón, reconozcamos su gran poder y confiemos que puede obrar en nuestra vida. Pero esa obra no siempre va a ser nuestra voluntad, sino la suya, y es que de eso se trata tener fe en el Señor, confiar en que él sabe qué es lo mejor para nosotros.

Animémonos a confiar en Dios y veamos las maravillas que pueden ocurrir.

Escrito por: Yazmín Florit 

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