jueves, 23 de febrero de 2017

¿Qué cuesta?

¿Qué cuesta?
Lo que cuesta seguir a Jesús...
Muchos dicen que es fácil ser cristiano (seguir a Cristo), otros que es difícil,
¿Qué pensas? Lo cierto es que tiene un costo, pero, ¿Qué cuesta seguirlo?

Lucas 9:57-62 (NTV)
Mientras caminaban, alguien le dijo a Jesús:
—Te seguiré a cualquier lugar que vayas.
Jesús le respondió:
—Los zorros tienen cuevas donde vivir y los pájaros tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene ni siquiera un lugar donde recostar la cabeza.
Dijo a otro:
—Ven, sígueme.
El hombre aceptó, pero le dijo:
—Señor, deja que primero regrese a casa y entierre a mi padre.
Jesús le dijo:
—¡Deja que los muertos espirituales entierren a sus propios muertos!Tu deber es ir y predicar acerca del reino de Dios.
Otro dijo:
—Sí, Señor, te seguiré, pero primero deja que me despida de mi familia.
Jesús le dijo:
—El que pone la mano en el arado y luego mira atrás no es apto para el reino de Dios.

Encontramos a 3 hombres que se acercaron a Jesús, ansiosos de seguirlo. Sin embargo, Jesús
intenta convencerlos para que cambien su manera de actuar o pensar.

>Al primer hombre le respondió en simples palabras que no esperara tener un hogar en la decisión
de seguirlo. No hay garantía de ningún bien, refugio, etc.
>Al segundo hombre le dijo que deje a los muertos enterrarse a ellos mismos, separando la
situación de que "está vivo" y que tendría que proclamar el Reino y no desperdiciar el tiempo
con los muertos espirituales.
>Al tercer hombre le dijo que, una relación con él, un verdadero seguidor requiere una devoción
total, superior. Recuerda que Dios no te pide mucho, sino Todo.
Entonces, ¿Podemos ante este intento de disuasión por parte de Jesús seguir decidiendo lo mismo?
Y perder:
-Un hogar
-La despedida de la familia
-La despedida de un padre muerto...?

El plan de disuadirlos tuvo éxito ya que tocó en lo profundo de ellos y de nuestra
vida, de lo que deseamos y apreciamos. 
¿Qué implica seguir a Jesús? volviendo a la primer pregunta, ¿Qué cuesta?

Cuesta nuestra vida, la entrega de nuestro corazón y lo que en consecuencia es para nosotros
esta renuncia. Es necesaria para que vaciemos espacio y lo llenemos del Espíritu. 
Más adelante en el relato que aparece en el libro de Lucas, Jesús vuelve a decir lo que leímos más arriba en otras palabras: 
Si quieres ser mi discípulo, debes aborrecer a los demás —a tu padre y madre, esposa e hijos, hermanos y hermanas— sí, hasta tu propia vida. De lo contrario, no puedes ser mi discípulo. 
Lucas 9:24
¿Y vos en qué proceso estás?
¿Qué te parece que tenes que dejar, que perder para llenar ese espacio con el Espíritu Santo?


Jesús te llama a abandonar tu comodidad, todo lo conocido y natural, por algo nuevo que conocer.
Dios, gracias por amarnos
Dios, te necesitamos
Jesús, te entregamos nuestras vidas
Jesús, confiamos en tí...

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