jueves, 1 de diciembre de 2016

Disfrutar de la juventud

Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. 
Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estímulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. 
Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es un absurdo.
Eclesiastés 11:9-10  (NVI)




Buena oportunidad es conocer a Dios en nuestra juventud. Cuando lo reconocemos como salvador reconocemos también lo lindo que es disfrutar de la vida siguiendo los pasos de nuestro papá celestial y los beneficios por ser hijos y así una seguridad inquebrantable en él, que nos hace libres e independientes del mundo.

Pero es importante saber que la comprensión de quién es Dios y quién sos en relación a él es el fundamento más importante para tu estructura de creencias y así para tu comportamiento como cristiano.
Si nuestra relación con Dios es la llave para la propia aceptación, y por lo tanto nuestra forma de comportarnos y disfrutar nuestra vida ¿Por qué tantos creyentes luchan contra su propia identidad, seguridad, significado, sentido de lo que vale la pena y madurez espiritual? 
¿Será la ignorancia de lo que lleguemos a conocer de él? 
¿Te preguntaste cómo es que estas viviendo tu juventud, cómo disfrutas tus ratos libres, tus obligaciones, qué cara pones ante los problemas cotidianos y si valen éstos de nuestra preocupación para robar espacio a momentos que te llenaran de paz, que te ayuden a crecer y profundizar tu relación con Dios?
Muchos jóvenes pasamos por momentos de influencia en donde el diablo aprovecha nuestra humanidad para hacernos gustar de situaciones que no edifican ni bendicen, pasar por momentos innecesarios que sólo nos agotan y con los cuales vienen remordimientos y lamentos por no haber ordenado correctamente las prioridades en la etapa de la juventud. Para muchos, será demasiado tarde para cambiar las cosas.
El autor de Eclesiastés te invita a que reflexiones sobre las decisiones que tomas hoy las cuales formaran tu futuro, es decir, consecuencias. 
Hermosa etapa es, cosas grandes por vivir y aprender; amigos por conocer, elecciones y decisiones que tomar, y me imagino y te invito a que lo hagas, cuando veas al Señor y te pregunte cómo gozaste de tus días de juventud, a qué dedicaste tiempo o espacio en tu corazón y en tu espíritu. Qué bueno sería responder agradeciendo las oportunidades que nos dio en estos años de gozar y alegrarnos.
 ¿Qué le dirías vos?
Agradecidos podemos estar de conocer en intimidad al Señor, pedirle que se nos revele y ayude a vivir y disfrutar una juventud conforme a su voluntad. Acordate del Señor y no seas derrotado por disfrutes momentáneos, pasajeros, que hacen a la ignorancia de la verdad. 
La razón quizás por las que a pesar de que hayan muchos creyentes que luchen y busquen apariencias sobre apariencias para hallar su identidad sea porque falta arrepentimiento y fe en Dios, quizás es porque gana más la carne y se dejen engañar así por mentiras no dejando disfrutar de la verdadera vida.

¿Cómo estás disfrutando tu juventud? ¿Te animas a conocer en profundidad a Dios y así disfrutar de los beneficios de ser Hijo de Dios?

Eclesiastés 12:13, dice: 
 El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre. 
Pues Dios juzgará toda obra, buena o mala, aun la realizada en secreto.

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