lunes, 8 de febrero de 2016

Reglas del juego


Hoy vamos a leer la historia del encuentro de Jesús con la samaritana y en esa época los judíos con los samaritanos no eran amigos, y directamente ver un hombre judío hablando con una mujer samaritana en público constituía una completa violación de la costumbre social rigurosa y enemistad que prevalecía entre los dos grupos. Además que un "Rabi" lider religioso no sostenía conversaciones con mujeres de mala reputación.
Comenzamos a leer en Juan 4:7-9⤵
"Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.  Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.  La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí".
Al meternos en la historia podemos leer el pedido de Jesús a la samaritana "dame de beber" y ella respondió "¿Cómo tu, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana?"
Vamos a detenernos por un instante en este primer intercambio que tuvieron.
No hay nada que produzca mayor inseguridad que aquellas situaciones en las que uno desconoce por completo las reglas del juego. Cuándo estamos en ámbitos conocidos nos movemos con total libertad y sin problemas,  sabiendo como pueden llegar a reaccionar los demás.
La mujer samaritana sorprendida no estaba en sus planes y ni esperaba que el Cristo le hablase, menos siendo judío. El odio y desprecio entre las dos etnias llevaba cientos de años.
Ella entendía el idioma del desprecio, y de ser ignorada.
Pero vemos que Jesús no mira para otro lado cuando ella se acerca a sacar agua, al contrario, se dirige a ella y le pide agua.
Que sorprendente y gran ejemplo nos deja Jesús en ésta primer "movida" . Es especialista en romper esquemas y seguir nuestras "reglas de juego"
La manera mas sencilla de llegar a una persona es salir de nuestro molde, salir de nuestras propias reglas de juego. "Cuándo una persona espera desprecio, nos acercamos a ella. Cuando está esperando condenación, extendemos gracia. Cuando se ha preparado para la confrontación ponemos la otra mejilla" . Este quiebre de estructuras produce la mejor oportunidad para tocar sus corazones.
Así nos sorprende Dios y siendo nuestro mayor ejemplo a seguir.
No sigamos nuestras propias reglas de juego, salgamos del molde que los demás esperan de nosotros. Sigamos las reglas de Dios y seamos ejemplos para aquél que no conoce a Jesús.

Dios los bendiga.

Escrito por: Guillermina Pizarra.

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