martes, 23 de febrero de 2016

La honestidad


Procurando las cosas honestas, no sólo delante del Señor, más aun delante de los hombres. 2 Corintios 8:21

¿Qué es la honestidad?

Según el diccionario, HONESTIDAD es: honradez de una persona. Todos lo respetan por su honestidad.
Hace referencia a aquel que es decentedecorosorecatadopudorosorazonablejustoproborecto u honrado, según detalla el diccionario de la Real Academia Española (RAE).
En otras palabras, la honestidad constituye una cualidad humana que consiste en comportarse y expresarse con sinceridad y coherencia, respetando los valores de la justicia y la verdad.
La honestidad es aquella cualidad que buscamos y exigimos en las demás personas. 

¿Qué nos dice Dios acerca de la honestidad?

Dios nos recuerda siempre que debemos hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también  delante de los hombres.

Muchas veces tomamos decisiones honestas, es decir correctas; otras veces podemos tomar decisiones deshonestas (equivocadas).
Hay personas que dicen que está bien ser deshonesto, en cuanto nadie te atrape. Pero la verdad es que siempre somos “atrapados”. Dios conoce y sabe todos nuestros actos y pensamientos. El ve todo lo que hacemos.

Según el versículo, no sólo debemos ser honesto delante del Señor! sino, también delante de los hombres. Dios nos manda a hacer lo correcto ante los ojos de las personas. Siempre estamos siendo observados, somos carta leída para el mundo y las demás personas. Si llevamos una vida deshonesta, entonces cuando queramos hablar de Cristo y de su amor, difícilmente nos creerán y confiaran en nosotros.
Si llevamos una vida dentro de la iglesia y a la misma vez, otra muy diferente fuera de ella, en nuestros hogares, trabajo, escuela… el Señor lo sabe! Y no seremos bendecidos ni honraremos su nombre.

No tenemos que tener dos caras, como dicen. Seamos transparentes delante de Dios y también delante de los hombres.
Recordemos que: "No hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a la luz." (Marcos 4:22)

Si llevamos una vida dentro de la iglesia y a la misma vez, otra muy diferente fuera de ella, en nuestros hogares, trabajo, escuela… el Señor lo sabe! Y no seremos bendecidos ni honraremos su nombre.
Su palabra dice: “Por lo demás, hermanos, todo lo honesto…en esto pensad” (Filipenses 4:8). Recordemos que Dios nos mira, y que otros también están viéndonos. Pensemos y actuemos honradamente.
¿Cómo pueden saber los demás que eres una persona honrada?
Pidamos al Señor que nos ayude a pensar y a vivir honradamente, para que así nuestra vida glorifique su nombre.

Bendiciones!

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