Las necesidades del hombre a lo largo de los siglos no han cambiado.
Creemos que la prosperidad y lo material va a traer paz, va a suplir la necesidad de amor que tenemos.
De hecho mencionando un hecho del siglo pasado como: "la gran crisis del 30", deja al descubierto que lo material y el dinero (en el que mucha gente descansa) puede desaparecer como el agua en las manos.
Me pregunto si no nos damos cuenta que aquí en la tierra todo tiene fecha de vencimiento. La ropa que vestiste ayer, en unos años ya no tendrá importancia, tu celular quedará obsoleto o se rompera, el auto solo tiene unos diez a quince años de vida útil.
¿Tenemos algo que permanezca en el tiempo?
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Jn. 6:68 Rv60
La Biblia, el libro más vendido de la historia, contiene la Palabra de Dios, que después de haber pasado más de 2000 años hoy sigue vigente. Sigue vigente su poder, continua enseñándonos lo que es verdad, haciéndonos ver lo que esta mal, corrigiendo y enseñándonos, transformando vidas, nuestras vidas; porque lo que la Palabra de Dios nos trae (paz, consuelo, fuerzas, ánimo, felicidad, arrepentimiento) permanece para siempre.
Cuando nos toca en lo más profundo y nos hace más como Jesús, produce cambios verdaderos y duraderos, que son los que nos ayudan en las situaciones dificiles, nos enseñana a bendecir y amar a otros.
La Palabra de Dios "no se mancha", porque tiene poder en si misma, es viva y eficaz, y contiene las buenas nuevas de salvación y esperanza para nuestra vida.
El desafio para hoy es a invertir en la Palabra de Dios, la que permanece para siempre.
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