lunes, 29 de julio de 2013

Entrenar para VIVIR


Ví una vez una obra de teatro cortita, pero con un mensaje muy importante detrás.
Se trataba de dos chicos, a los que un amigo suyo les había dicho: “¡No saben la experiencia que tuve! ¡Me tiré de un avión con un paracaídas! ¡Fue algo EXAGERADO, genial, buenísimo, inolvidable, inigualableeee! :D”
Como consecuencia, a los dos amigos les dio ganas de vivir algo como lo que aquel amigo vivió. ¡Parecía algo de lo que no se tenían que perder! Así que, decididos, fueron al mismo lugar donde él fue, y averiguaron lo que tenían que hacer para poder tirarse con un paracaídas también. Les dijeron que así como era algo maravilloso, era también algo difícil; entonces, debían practicar. Una, dos, tres, cuatro, cinco días por semana debían ir al lugar donde les enseñaban; y practicar, entrenar, una y otra vez; prepararse, seguir las instrucciones, estar conscientes de lo que iban a vivir. Les parecía un poco aburrido hacer siempre lo mismo, pero lo debían hacer igualmente.
Cuando llegó aquel día y se encontraban en el avión, estaba todo listo para dar el gran salto. A ellos, muchos pensamientos se le venían a la cabeza: si estaba bien lo que estaban por hacer, qué podía pasar, si de verdad iba a ser tan emocionante como les habían contado… Tenían muchos nervios y dudas; pero pensaron: “¡Estuvimos practicando mucho para esto! Sabemos lo que tenemos que hacer, debemos estar seguros.” Y llegado el momento, siguiendo todo lo que habían aprendido, pudieron dar el gran salto, y experimentaron y comprobaron lo emocionante y genial que era vivir esa experiencia.
Hablando de algo genial, maravilloso, exagerado, buenísimo, inigualable, me acuerdo de algo que dijo Jesús. Él dijo: “El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una VIDA PLENA Y ABUNDANTE.” (Juan 10:10, NTV). ¿Sabés qué significa eso? Una vida inigualable, genial, completa, exagerada! :D Como aquella experiencia que ellos pudieron vivir. Pero hay algo que tuvieron que hacer antes: ENTRENAR, PRACTICAR.
Si pensás vivir la vida que Jesús te ofrece: No te canses de entrenar. No te canses de obedecer. No te canses de orar. No te canses de leer la Palabra, o mejor dicho, de buscar la voz de Dios. No te canses de confiar en Él. No te conformes con saber sólo un poco, seguí aprendiendo, seguí escuchando las instrucciones. Entrenando vamos a estar preparados para dar los grandes saltos que Dios quiere que demos, vamos a estar preparados para experimentar las cosas grandes que Él quiere que vivamos, los desafíos grandes que quiere que aceptemos, los sueños suyos de los que Él quiere que nos apropiemos…
Y algo más: No te canses de cargar tu cruz, de intentar morir a vos mismo cada día, porque si sos un seguidor de Jesús, de eso se trata. ¿Cómo encontrar esa vida exagerada que Él quiere darte? Jesús dijo: “El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.” (Mateo 10:39, RV)
No es cómodo, no es fácil, pero contamos con la comprensión, la ayuda (Hebreos 4:14-16), la compañía, y el ejemplo (Hebreos 12:1-3) de AQUEL que es la razón por la que una vida puede llegar a tener sentido, de Aquel que es el único que puede hacernos vivir una vida abundante, inigualable, genial, exagerada, plena: Jesús.
¡Dios te bendiga!

Escrito por: Florencia Usinger

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