miércoles, 10 de julio de 2013

Abner


Abner, es el típico personaje de las películas que si no lo ves en los créditos, ni te enteraste que existió. Su historia se relata en el antiguo testamento, en el periodo del reinado de Saúl y David.

Abner era el comandante en jefe del ejército de Saúl. Estuvo en múltiples batallas; acompañó a Saúl cuando este buscaba a David para matarlo y seguramente estuvo en la batalla en que Saúl perdió la vida junto con sus hijos. En sí, la vida de Abner pasaba por una espada.
No solo estuvo con el primer rey de Israel, sino que estuvo con su hijo Is-boset (cuando este tomó el mando de la nación) y, antes de ser asesinado, empezó a aliarse con el elegido de Dios, David.

Pero todo este prontuario no le sirvió de nada, ya que no puso a Dios en el primer lugar de su vida… no se sometió a El. Un comentario bíblico dice “Abner vivía por su ingenio y por su voluntad. Para él, Dios era alguien con quien cooperaría si eso entraba en sus planes.”
Los días de Abner terminaron mal, murió asesinado.

Pero Dios no quiere que nuestras vidas tengan este tipo de finales trágicos, ni que vivamos al margen de Su voluntad. El quiere ser nuestra compañía, nuestro apoyo y nuestro amigo. El ha prometido estar con nosotros hasta el fin del mundo. ¡Somos sus hijos y vivir para El es la mejor experiencia de vida que podríamos tener.!!!

“Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.”  (Romanos 14:7-9)

Romanos 8:28 dice: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…”
Este “aman” engloba el obedecerle, el buscar su presencia, el oír su voz, el dejar nuestros planes de lado para que los Suyos se hagan realidad.

Nada te hará sentir más frustrado que no cumplir el propósito por el cual estás en la tierra e intentar marcar tu camino sin la compañía y dirección de Dios como lo hizo Abner.

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos 12.1)

Dios no nos promete que la vida cristiana será fácil, es más, nos dice todo lo contrario en Mateo 10.22, pero promete ser nuestro REFUGIO (Salmo 32:7) y GUÍA (Salmo 32:8) mientras queramos seguir sus pasos, y nos da una esperanza eterna que no conseguiríamos en nadie más.
Poner nuestros planes y proyectos en sus manos puede parecer loco, muchas veces no vamos a entender sus "movimientos" en nuestras vidas, pero (como dice una frase) "Dios no te promete un vuelo fácil... pero sí un aterrizaje seguro.” =)

El te bendiga.

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