“Quita las escorias de la plata, y saldrá alhaja al fundidor”
Prov.25:4 Cuando leía este pasaje, pensaba en el proceso que se le hace
al oro para sacarlo Puro en su totalidad. Lo que se hace es fundir el
oro y cuando ya esta fundido, en un estado “liquido”, Suben a la
superficie unas “burbujas y basuritas”, lo cual el fundidor con algo
similar a lo que conocemos como colador, lo pasa y quita esas
“basuritas”, esas “escorias”, que son esas partes no deseadas, para por
fin tener algo puro, sin “escorias”, sin “suciedades”, y así convertirlo
en “una joya”, “una alhaja”. Y pensaba en el mismo proceso que Dios
hace con nuestras vidas. El nos ve, nos conoce, y ve que tenemos esas
“escorias”, cosas no deseadas (pecado, por ejemplo), y él comienza a
trabajar en nosotros para sacarnos eso, y la única forma es dejando que
él trabaje en mi, y con su sangre me limpie.
Pero además pensaba
en otro proceso hecho por Dios en nuestras vidas, las de los creyentes.
Dios nos ve ahí, ese material muy valioso, pero ve que aún no está del
todo terminado;
Entonces es cuando Dios nos manda pruebas,
pruebas para ver qué hay dentro nuestro. Así como nos pruebas en el
liceo, escuela, facultad, lo que sea, lo hacen para ver qué hay dentro,
ver si hemos aprendido y poder sacarnos buenos alumnos; en el caso de
Dios, es para Sacarnos una “buena joya, una buena alhaja”. Ese proceso
en que Dios esté trabajando, seguramente va a ser doloroso para
nosotros, porque tal ves nos van a sacar esas cosas que nos gustan, pero
es necesario para ser eso que Dios quiere que seamos. Conclusión:
Santiago 1:2, 1 Pedro 1:6, estemos gozosos cuando pasemos por pruebas,
¡Eso quiere decir que Dios quiere hacer de nosotros una “joya”!
Escrito por: José Alvarez Rivero
No hay comentarios:
Publicar un comentario